Capítulo 17

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Capítulo 17:

El amanecer iluminaba los majestuosos picos de las montañas que rodeaban la Aldea Oculta de Kumo. La aldea estaba en calma, pero la tensión en el aire era palpable. En las entrañas del edificio principal, donde el Raikage había convocado a la cumbre, la atmósfera era aún más densa. Los líderes de las aldeas más poderosas se habían reunido para enfrentar una amenaza sin precedentes.

Naruto, el Hokage de Konoha, entró en la sala acompañado de Itachi Uchiha, su pareja y uno de los guerreros más respetados de la aldea, y Kakashi Hatake, un estratega brillante conocido por su ingenio en el campo de batalla. Aunque la situación era grave, Naruto mantenía una expresión firme, decidido a proteger su aldea y a sus seres queridos.

Los Kages de Suna y Kiri ya estaban presentes. Gaara, el Kazekage de Suna, se levantó al ver entrar a Naruto.

—Naruto —saludó Gaara con un asentimiento—. Me alegra verte. Sabía que Konoha no se quedaría al margen en estos tiempos difíciles.

Naruto asintió, agradecido por las palabras de su amigo.

—No podíamos permitirnos ignorar esto, Gaara. Akatsuki y Orochimaru son una amenaza que afecta a todos, y no pienso permitir que destruyan lo que hemos construido.

El Raikage, un hombre robusto y de carácter fuerte, se acercó a la mesa central, indicando a los demás que tomaran asiento.

—Gracias por venir —comenzó el Raikage, su voz resonando en la sala—. Todos sabemos que la situación es crítica, y no podemos permitirnos ignorar la gravedad de lo que estamos enfrentando. Lo que les voy a revelar cambiará el curso de nuestras acciones a partir de este momento.

Los líderes se miraron entre sí, preparados para escuchar lo que el Raikage tenía que decir.

—Hemos descubierto una organización secreta que se hace llamar Akatsuki —anunció con firmeza—. Esta organización ha estado robando la tecnología más avanzada de nuestras aldeas, y hasta ahora han operado en las sombras, sin que nosotros supiéramos de su existencia.

Mei Terumī, la Mizukage de Kiri, entrecerró los ojos.

—¿Tecnología? —preguntó—. ¿Con qué propósito?

El Raikage asintió, anticipando la pregunta.

—Hace poco recibimos informes devastadores. Iwa ha caído a manos de Akatsuki. Han tomado control de toda la tecnología que Iwa había desarrollado, particularmente en lo que se refiere a la creación de embriones artificiales.

El silencio que siguió fue abrumador. Naruto frunció el ceño, procesando la gravedad de la situación.

—¿Embriones? —repitió—. ¿Para qué querrían embriones?

—Eso es lo que hace la situación aún más peligrosa —respondió el Raikage, con una expresión sombría—. Akatsuki no está actuando sola. Han formado una alianza con Orochimaru.

El nombre de Orochimaru provocó reacciones inmediatas. Gaara, aunque mantuvo su compostura, no pudo evitar apretar los puños, mientras Mei miraba al Raikage con ojos entrecerrados.

—Orochimaru... —murmuró Mei—. Así que él está detrás de esto después de todo.

—Según nuestros espías, Orochimaru y Akatsuki están utilizando la tecnología robada de Iwa para crear embriones con habilidades especiales —continuó el Raikage—. Quieren crear un ejército de guerreros con poderes únicos, capaces de superar a cualquiera de nuestros guerreros.

Kakashi, que hasta ese momento había permanecido en silencio, intervino.

—Si han logrado robar toda la tecnología de Iwa, ¿qué tan avanzada está su investigación?

—No tenemos detalles exactos —respondió el Raikage—, pero sabemos que están muy adelantados. Y si no actuamos rápido, podrían tener un ejército de guerreros imbuidos con habilidades que ni siquiera podemos imaginar.

Naruto intercambió una mirada con Itachi, que asentía lentamente.

—No podemos permitir que continúen con esto —dijo Naruto, con voz firme—. Konoha se compromete a apoyar cualquier acción necesaria para detener a Akatsuki y a Orochimaru.

Gaara asintió, con una mirada de resolución en sus ojos.

—Suna está con ustedes. Ya hemos comenzado a movilizar nuestras fuerzas, y yo estaré al frente si es necesario.

Mei también asintió.

—Kiri no se quedará atrás. Enviaremos nuestros mejores guerreros y recursos para enfrentar esta amenaza.

El Raikage, viendo que todos estaban de acuerdo, cruzó los brazos y asintió.

—Entonces queda decidido. A partir de ahora, nuestras aldeas lucharán como una sola. No seremos derrotados por el miedo ni por la traición. Juntos, destruiremos a Akatsuki y Orochimaru, y restauraremos la paz en nuestras naciones.

Después de la cumbre, los Kages permanecieron en Kumo para discutir los detalles de la alianza. Se establecieron líneas de comunicación directas entre las aldeas, y se decidieron las primeras estrategias para enfrentar a Akatsuki. Los mejores estrategas de cada aldea fueron convocados para trabajar en conjunto, desarrollando planes que aprovecharían las fortalezas únicas de cada nación.

Mientras tanto, en Konoha, Itachi y Naruto recibieron las noticias de la cumbre con seriedad. Sabían que la alianza era necesaria, pero también comprendían que esta nueva amenaza podría desatar una guerra que superaría todo lo que habían enfrentado hasta ahora.

—Akatsuki y Orochimaru... nunca imaginé que se aliarían —comentó Naruto mientras caminaba junto a Itachi por los jardines del clan Uchiha.

Itachi asintió, su rostro sereno pero con una sombra de preocupación.

—Es una alianza peligrosa, Naruto. Orochimaru siempre ha sido ambicioso, pero al unirse con Akatsuki, ha multiplicado su poder. Y si están creando embriones con habilidades especiales, podría cambiar el equilibrio de poder en el mundo.

Naruto se detuvo, mirando hacia el horizonte.

—No podemos permitir que ganen, Itachi. Tenemos que proteger a nuestros hijos, a nuestra aldea... a todo lo que amamos.

Itachi colocó una mano en el hombro de Naruto, ofreciendo un consuelo silencioso.

—Lo haremos, Naruto. Lucharemos con todo lo que tenemos. Y venceremos, no solo por nosotros, sino por el futuro de todos.

Mientras las aldeas comenzaban a movilizarse para la guerra, la noticia de la alianza se extendió rápidamente. Los ciudadanos de Konoha, aunque temerosos, comenzaron a prepararse para lo que venía. Los guerreros más jóvenes fueron entrenados intensivamente, y los veteranos se unieron para compartir sus conocimientos y experiencia.

En medio de estos preparativos, Jiraiya regresó a Konoha después de su misión de espionaje en Amegakure, trayendo consigo valiosa información sobre Akatsuki. Naruto lo recibió en su oficina, ansioso por escuchar lo que tenía que decir.

—Jiraiya, ¿qué has descubierto? —preguntó Naruto, su tono urgente.

Jiraiya, aunque cansado, mostró una expresión grave.

—Akatsuki no es solo una organización común. Está compuesta por algunos de los guerreros más peligrosos que el mundo haya conocido. Cada uno de ellos tiene habilidades únicas y devastadoras. Pero lo que es aún más preocupante es su líder... nadie sabe quién es realmente, pero se rumorea que es alguien con un poder que supera incluso al de los Kages.

Naruto frunció el ceño, procesando la información.

—Y Orochimaru está aliado con ellos...

—Así es —asintió Jiraiya—. Si no actuamos rápidamente, Akatsuki y Orochimaru tendrán los recursos y la fuerza para destruirnos a todos. Debemos estar preparados para lo peor.

La cumbre de los Kages marcó el inicio de una nueva era de guerra y alianzas. Con Akatsuki y Orochimaru en su punto de mira, las aldeas se unieron para enfrentar una amenaza que podría destruir todo lo que conocían. Pero a medida que las sombras de la guerra se cernían sobre ellos, Naruto y los demás Kages sabían que la batalla que se avecinaba sería la más difícil de sus vidas.

Enemigos Naturales (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora