Enemigos Naturales (Itanaru)

Capítulo 15

Capítulo 15:

El amanecer iluminaba el horizonte con tonos cálidos cuando un mensajero llegó a Konoha, trayendo noticias inquietantes: Orochimaru había fundado una nueva aldea, la Aldea del Sonido. Este movimiento estratégico revelaba que el peligro no había terminado, y que los días de paz aún estaban lejos de alcanzar. Orochimaru, con su mente retorcida y sus ansias de poder, había reunido a aquellos que compartían su visión y había comenzado a construir un ejército de guerreros entrenados en sus oscuros métodos.

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Naruto e Itachi sabían que no podían enfrentar estas amenazas por separado. Decidieron que era el momento de hacer pública su relación. Los rumores ya habían comenzado a circular, y ambos comprendían que su unión no solo era una cuestión personal, sino también política. Una alianza entre los Uzumaki y los Uchiha podría ser crucial para el futuro de Konoha.

Itachi y Naruto habían decidido unir sus vidas no solo por el afecto que se tenían, sino porque creyeron que juntos podemos fortalecer a la aldea. Sabían que esto podía sorprender a algunos, pero les aseguraron que su relación solo traerá beneficios para Konoha.

Pasearon de la mano. Hubo un murmullo entre la multitud, pero pronto se transformó en aplausos. La mayoría de los habitantes de Konoha respetaban a ambos guerreros y reconocían la fuerza de su alianza. Lo que podría haber sido un escándalo en otras circunstancias, ahora se veía como una estrategia para consolidar el poder y la estabilidad de la aldea.

Naruto e Itachi seguían caminando juntos por las calles de Konoha. La gente los saludaba con respeto y admiración. Ambos sabían que el verdadero desafío estaba por delante, pero por ahora, podían disfrutar de este pequeño triunfo.

Días después, Naruto se preparó para uno de los momentos más importantes de su vida: conocer a Mikoto Uchiha, la madre de Itachi. Aunque Naruto era un guerrero valiente en el campo de batalla, no podía evitar sentir nerviosismo al pensar en este encuentro.

Cuando finalmente llegaron a la residencia Uchiha, Mikoto los recibió con una sonrisa serena. Su mirada era cálida, pero evaluadora, como la de una madre que quiere lo mejor para su hijo.

—Naruto, es un placer finalmente conocerte —dijo Mikoto, invitándolos a entrar—. Itachi me ha hablado mucho de ti.

—El placer es mío, Mikoto-sama —respondió Naruto, inclinándose con respeto—. Es un honor poder conocer a la madre de alguien tan admirable como Itachi.

Mikoto sonrió, aunque había un destello de preocupación en sus ojos.

—Sé que ustedes dos enfrentan muchos desafíos —dijo mientras los guiaba a la sala de estar—. Pero confío en que juntos podrán superarlos. Itachi ha elegido bien.

Naruto sintió un alivio que no esperaba. Mikoto lo había aceptado, no solo como pareja de su hijo, sino también como parte de la familia.

El ambiente de camaradería continuó mientras la familia compartía una comida. Fue durante esta cena que Naruto conoció a Sasuke, el hermano menor de Itachi. Sasuke era un joven talentoso y orgulloso, con una mirada intensa que reflejaba su ambición.

—Así que tú eres el famoso Naruto del que tanto habla mi hermano —comentó Sasuke, con un tono que mezclaba curiosidad y desafío—. He oído que eres un gran guerrero.

—Eso dicen —respondió Naruto, con una sonrisa amistosa—. Pero no me subestimes, Sasuke. Estoy seguro de que también tienes habilidades impresionantes.

—Podríamos ponerlas a prueba algún día —propuso Sasuke, sus ojos brillando con competitividad.

—Estaré esperando ese día —respondió Naruto, aceptando el reto.