17. Amistoso

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El gimnasio estaba lleno de la energía de los jugadores, el sonido de las zapatillas rozando el suelo y el golpe de la pelota rebotando entre los equipos. Un juego amistoso entre los chicos de Karasuno y las chicas de Nekoma estaba en pleno desarrollo, y la atmósfera no podía ser más electrizante. Esta vez, el partido era mixto, y eso añadía una capa extra de emoción al evento. En un equipo se encontraban Tsukishima, Hana, Yamaguchi, Natsumi, y Akane, junto con otros compañeros, mientras que en el otro equipo estaban Daichi, Kageyama, Hinata, Nishinoya, Sugawara, Tanaka y otros más, todos listos para dar lo mejor de sí.

—¡Vamos, Hanita, no te duermas! —gritó Yamaguchi, dándole un pequeño empujón a su amiga antes de que la pelota llegara a la red.

Hana apenas lo miró. El balón cruzaba la red en una parábola perfecta, directo hacia Tsukishima, quien se encontraba justo a su lado, quien ajustó sus gafas con una sonrisa leve en los labios. Sus ojos se fijaron en la pelota y luego en Tsukishima, sintiendo un nudo de nerviosismo en su estómago.

—¡Aquí viene, Hana! —gritó Natsumi desde atrás, animándola.

Hana dio un paso adelante, sus manos se elevaron para bloquear el remate de Tanaka. El golpe fue fuerte, pero Hana mantuvo firme su postura. El balón rebotó hacia atrás, y con la ayuda de Tsukishima, lograron devolverlo al otro lado de la red. La sonrisa de Tsukishima apareció por un segundo, leve, pero presente.

—Buen bloqueo, Hana —dijo con ese tono seco que tenía, con un raro sentimiento de aprobación.

Hana sintió el calor en sus mejillas al recibir ese reconocimiento de Tsukishima y no pudo evitar una sonrisa tímida.

—Gracias, Tsukki —respondió aún con el rubor en las mejillas.

El partido continuó con intensidad. Natsumi estaba enérgica en la defensa, mientras que Yamaguchi mantenía la calma y aseguraba los puntos desde la línea de servicio. Akane, aunque no tan experimentada como los demás, se esforzaba por mantenerse al día, moviéndose con agilidad y astucia. El equipo contrario no se quedaba atrás. Kageyama, con su inquebrantable concentración, distribuía los pases con una gran precisión, mientras Hinata volaba por la cancha con su increíble velocidad. Nishinoya, como siempre, no dejaba que ningún balón tocara el suelo.

—¡Hinata, aquí! —gritó Kageyama, lanzándole un pase rápido y preciso.

Hinata saltó, listo para un remate, pero Tsukishima ya estaba preparado. Con un salto calculado, bloqueó el remate y el balón cayó a los pies de Kageyama, quien no pudo reaccionar a tiempo.

—¡Punto para nosotros! —celebró Natsumi, chocando las manos con Hana, quien aún sonreía por el comentario de Tsukishima.

A medida que avanzaba el set, el equipo de Hana lograba mantener una ventaja ligera pero constante. Sin embargo, a medida que los puntos avanzaban, Hana comenzó a sentir un cansancio creciente en su cuerpo. La emoción y la adrenalina la habían impulsado al principio, pero ahora sentía cada músculo tenso, cada respiración pesada. A pesar de eso, no quería detenerse. El apoyo y las palabras de Tsukishima la mantenían en pie.

—Deberías descansar un poco, Hana —le sugirió Akane durante un breve descanso entre puntos—. No quiero que te sobreexijas.

—Estoy bien, en serio —insistió Hana, con una sonrisa que intentaba parecer convincente—. Puedo seguir.

Akane la miró con preocupación. Sabía que Hana estaba emocionada, pero también sabía lo importante que era no arriesgarse demasiado.

—No quiero que te hagas daño —insistió Akane—. Es solo un partido amistoso, podemos cambiar de jugadoras.

Blessing || Kei Tsukishima x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora