18. Otra Vez...

1K 106 13
                                    

  
 

—¿Qué haces aquí? —preguntó Hana con voz temblorosa, intentando mantener la compostura.

Tsukishima no respondió de inmediato. Se acercó, sus ojos afilados fijos en los de ella, y se detuvo justo al lado de la cama. Parecía enfurecido, pero también había una pizca de algo más en su expresión, algo que Hana no podía descifrar.

—Hana —dijo finalmente, trataba de controlar su voz tensa—, ¿crees que soy estúpido?

Hana sintió que el corazón se le aceleraba. No esperaba esa pregunta y menos con ese tono. Trató de no mostrar el miedo que empezaba a apoderarse de ella.

—¿De qué estás hablando? —respondió con un leve temblor en la voz.

—Sé lo que has estado ocultando —soltó Tsukishima, cruzándose de brazos. Sus ojos se entrecerraron, esperando una reacción.

Hana sintió como si el suelo se abriese bajo sus pies. Por un momento, el aire se le escapó de los pulmones.

—D-de que hablas Tsukishima...

—Lo sé todo. Sé que te sacaron del equipo de Nekoma.

Un de alivio recorrió el cuerpo de Hana instantáneamente; no era lo que ella había temido.

—Ah… Eso… —Hana se tomó un segundo para reordenar sus pensamientos. Trató de sonar convincente mientras inventaba una mentira apresurada—. Fue porque me peleé con mi capitana, Akane. Nos llevábamos mal, discutimos, y… eso fue todo.

Tsukishima apretó los dientes, claramente frustrado. Dio un paso hacia atrás, pasando una mano por su cabello mientras intentaba controlar su temperamento.

—¿Y eso es todo? —soltó con un enojo evidente—. Hana, te entrené, te enseñé, perdí horas contigo. ¿Y ahora me vienes con esto? ¿Por qué no dijiste nada antes?

Las palabras de Tsukishima cayeron sobre Hana como cuchillos. Se sentía culpable, pero al mismo tiempo, no podía revelar la verdad. No podía decirle que la verdadera razón de su salida del equipo no era por una pelea trivial, sino algo mucho más profundo y doloroso: su embarazo. Y no olvidemos que el bebé que llevaba dentro era el hijo de Tsukishima, que él desconocía por completo.

—Tsukishima yo… lo siento. No sabía cómo decírtelo —dijo Hana, su voz apenas un susurro mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos—. Simplemente, fue demasiado para mí. Todo pasó tan rápido…

—¿Eso es todo lo que tienes que decir? —interrumpió Tsukishima, con un tono sarcástico y amargo—. Me hiciste perder el tiempo. Toda esa dedicación, todas esas veces que me quedé contigo después con los entrenamientos… ¿para qué?

Hana ya no podía contener más las lágrimas. Empezaron a caer, silenciosas al principio, luego en una cascada de emoción que se desbordó sin control. La presión de las últimas semanas, la mentira, la culpa de ocultarle algo tan importante, todo la abrumó.

—¡Lo siento! ¡Lo siento tanto, Tsukishima! —exclamó entre sollozos, escondiendo el rostro entre las manos—. No quería hacerte daño, pero… no sabía qué más hacer. ¡No puedo con todo esto!

Tsukishima se quedó helado al ver a Hana romperse de esa manera. La ira que había sentido comenzó a desvanecerse, reemplazada por una extraña mezcla de culpa y tristeza. Dio un paso adelante, vacilante, sin saber si debería consolarla o continuar exigiéndole la verdad.

—Hana… —empezó, pero su voz sonaba más suave ahora, menos cortante. —No puedes seguir así, ocultando cosas. Pensé que estábamos empezando a llevarnos bien.

Blessing || Kei Tsukishima x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora