Blessing || Kei Tsukishima x Tú

22. Errores

Hana y Natsumi estaban sentadas en el sofá, disfrutando de un raro momento de tranquilidad en medio de sus agitadas vidas. Hana, con el cabello recogido en un moño y una expresión curiosa en el rostro, miraba fijamente a Natsumi, quien, por otro lado, parecía un tanto nerviosa.

—Entonces, ¿dónde estuviste anoche? —preguntó Hana, tratando de sonar casual, aunque su curiosidad era evidente.

Natsumi desvió la mirada, mordiéndose el labio inferior antes de responder con voz baja.

—Fui al cine... con Nishinoya.

Hana levantó una ceja con su interés incrementándose.

—¿Y después?

Natsumi se sonrojó profundamente, apretando las manos sobre su regazo.

—Después... fuimos a su casa.

Hana se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y preocupación.

—¿Y qué pasó?

Natsumi evitó la mirada de su amiga, pero no pudo contener la pequeña sonrisa que se asomaba en sus labios.

—Me acosté con él... por primera vez —admitió en voz baja.

Hana abrió los ojos de par en par, dejando escapar un pequeño grito de sorpresa antes de lanzarse sobre Natsumi en un abrazo entusiasta.

—¡Eso es increíble! —exclamó antes de separarse ligeramente y mirarla con seriedad—. Pero dime, ¿si se cuidaron? No querrás terminar como yo, ¿verdad?

Natsumi asintió rápidamente, aunque el rubor en sus mejillas no desaparecía.

—Sí, no te preocupes. Nishinoya tenía un condón. Nunca entendí bien lo de las pastillas del día siguiente, así que todo bien.

Hana suspiró de alivio, pero algo en las palabras de Natsumi la hizo fruncir el ceño.

—Pensé que sabías cómo usarlas.

Natsumi sacudió la cabeza, su expresión volviéndose un poco triste.

—Nunca tuve la necesidad de aprender. Siempre dependí de que mis parejas se protegieran, y nadie me enseñó que yo también debía saber cómo cuidar mi cuerpo.

Hana la miró con compasión, y Natsumi comenzó a relatar su historia, sumergiéndose en recuerdos de su juventud.

—Cuando estaba en la secundaria Kitagawa Daichi, conocí a Oikawa. Era fan de él, y como muchas otras chicas, estaba en su club de fans. Siempre lo veía en sus partidos y todo...

Hana escuchaba atentamente. No sabía a profundidad la historia de su amiga y Oikawa, solo supo que se acostaron, pero no sabía lo que le iba a contar a continuación.

—Un día, después de uno de sus entrenamientos, logré verlo a solas. No sé cómo, pero las cosas se dieron, y terminamos acostándonos en aquella ocasión. Fue mi primera vez, y aunque Oikawa no se cuidó, no me pasó nada... ni embarazo, ni enfermedades. Estaba emocionada porque él me había elegido entre tantas de sus fans.

Hana abrió la boca, pero Natsumi continuó antes de que pudiera decir algo.

—Lo seguí viendo algunas veces más, pero fueron solo unas tres o cuatro ocasiones. Nos encontrábamos en su casa, y a veces en los baños de la escuela cuando no había casi nadie por las tardes. Pero un día, cuando estábamos a punto de graduarnos, noté que mi menstruación se demoraba más de lo habitual. Siempre he tenido un ciclo irregular, pero esta vez estaba asustada. Pensé que podría estar embarazada porque, bueno, no nos cuidábamos.