27. Cita Doble

832 81 27
                                    

En el cuarto de Natsumi y Hana, el sol comenzaba a caer, anunciando la tarde. Natsumi estaba parada frente al espejo, ajustando su blusa con una sonrisa en los labios. Se veía radiante, a comparación de Hana, que traía la piel pálida gracias a los síntomas de su embarazo, ella observaba con menos entusiasmo su propio reflejo, jugando nerviosamente con un mechón de su cabello.

—Hana, ¿podrías dejar de jugar con tu cabello? Vas a hacer que se te caiga antes de los 30 —bromeó Natsumi mientras retocaba el brillo en sus labios.

—No puedo evitarlo —murmuró Hana, suspirando—. Sigo pensando que esto de la cita doble es una mala idea.

Natsumi se detuvo un momento para mirarla y luego suspiró. Era evidente que Hana estaba inquieta, y como buena amiga, sabía perfectamente qué pasaba por su cabeza.

—Lo que necesitas es despejarte un poco, distraerte —dijo Natsumi mientras le daba un leve empujón en el hombro a Hana—. Además, no es una cita "cita". Es solo una salida entre amigos.

—Entonces explícame —respondió Hana alzando una ceja—, si no es una cita "cita", ¿por qué estás tan emocionada y por qué tenías que ir tú con Bokuto?

—Porque Akaashi pensó que te sentirías más cómoda si íbamos varios —respondió Natsumi como si fuera lo más obvio del mundo—. No quería que sintieras presión o que estuvieras incómoda. Él sabe que si estamos todos, no se siente como una cita. ¡Y vamos, Hana! Sabes que Bokuto y yo no tenemos problemas. Siempre he sido amiga de mis exs, excepto de Oikawa, pero bueno, él es un caso perdido.

Hana hizo una mueca al recordar las historias que Natsumi le había contado sobre Oikawa. Sin embargo, eso no ayudaba a calmar su nerviosismo.

—Sí, claro, no me imagino una salida "relajada" con tu ex novio presente —ironizó Hana, pero luego se encogió de hombros—. Aunque supongo que no puede ser tan malo, ¿no?

Natsumi rió con ganas y le dio unas palmaditas en la espalda a su amiga.

—Exacto. Además, ¿qué es lo peor que podría pasar? Solo vamos a cenar, charlar y pasar un buen rato. Tú y Akaashi ni siquiera se conocen tanto, es una oportunidad para que hablen. ¡Y te lo prometo, Bokuto no va a intentar nada raro!

Hana puso los ojos en blanco, pero al final soltó un suspiro resignado.

—Está bien, iré. Pero si esto se convierte en una pesadilla, juro que te lo recordaré por el resto de nuestras vidas.

—Hecho —dijo Natsumi con una sonrisa triunfante—. Ahora, apúrate. No quiero llegar tarde.


---


El lugar elegido era un restaurante bastante acogedor y sencillo. Justo lo que Hana necesitaba para no sentirse completamente fuera de lugar. Cuando ambas llegaron, vieron a Akaashi y Bokuto ya sentados en una mesa cerca de la ventana. Bokuto, como siempre, se veía lleno de energía, sonriendo ampliamente mientras Akaashi mantenía su típica expresión tranquila, pero claramente disfrutando de la compañía de su amigo.

—¡Natsumi! —exclamó Bokuto, levantándose de su asiento para saludarla con entusiasmo—. ¡Hana! ¡Qué bueno que llegaron!

Natsumi le devolvió el saludo con una risa, mientras Hana ofreció una sonrisa nerviosa.

—Hola, chicos —dijo Hana, tomando asiento junto a Akaashi, mientras Natsumi se acomodaba junto a Bokuto—. ¿Llegamos muy tarde?

—No, para nada —respondió Akaashi, mirándola con una leve sonrisa—. Apenas nos sentamos hace unos minutos.

Blessing || Kei Tsukishima x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora