— ¡CHARLY, CHARLY, CHARLY, CHARLY! — los gritos de el idiota de Kendall me despertaron mal.
— ¡AGHHH! SAL DE MI HABITACIÓN KENDALL! — grité furiosa mientras trataba de abrir los ojos.
Tengo que acordarme de cerrar con llave... o matar a Kendall, una de dos. Todavía no se cual escoger, pero tengo que decidirme por una...
— ¡NO! Deja de ser tan perezosa, ya son las dos de la tarde, y este es nuestro primer día en la nueva casa y... ¡TENEMOS PISCINA! — gritó emocionado y salté de la cama.
— ¿De verdad? — pregunté sonriendo. Siempre quise tener piscina.
— Sí, los chicos te están esperando, ¡ven, vamos! — y sin pensarlo dos veces lo seguí, en pijama, osea con una remera enorme y en bragas, hasta el patio trasero donde todos estaban esperándome en el borde de la piscina. Los miré extrañada, porque si bien Kendall me dijo que me estaban esperando, no creí que lo harían fuera de ella... Porque, ¡vamos!, son estos idiotas de los que hablamos.
— No podíamos empezar una guerra de agua sin ti — me sonrió Daxon, quien pareció leer mi mente, automáticamente salté sobre él, logrando que los dos cayéramos al agua. ¡PUTA MIERDA! Estaba congelada, aún no era verano... pero no nos importó una mierda.
— ¡SIIII! — gritaron los demás al unisono saltando sobre nosotros.
En ese instante todos comenzamos una guerra de agua del otro mundo, al principio era todos contra todos pero después nos dividimos en grupos; Kendall, los mellizos y Ryan, contra Kyle, Connor y yo. La batalla era intensa. Hacía frió, sí, pero las ganas de destrozar al enemigo nos hacían fuertes... Lógicamente mi grupo los estaba haciendo pedazos, pero el sonido del timbre nos interrumpió.
— ¡El que llega último ama a la vieja Greta! — gritó Daxon y todos salimos del agua desesperados.
La vieja Greta, era nuestra antigua vecina... Ella nos odiaba y siempre le iba con el cuento a papá sobre todas las cosas que hacíamos o dejábamos de hacer. Era como una especie de espía, que se encargaba expresamente de nosotros... Siempre la veíamos, ahí, vigilandonos por su ventana, recostada en una silla... con su cara más arrugada que una pasa, con la cual siempre tenía pesadillas.
Para nuestra suerte nos mudamos, claro que antes de irnos nos despedimos de ella como se debe... *inserte risa malvada aquí*
Kyle llevaba la delantera, seguido por Daxon y Asthon, los cuales iban muy parejos. Kendall y yo íbamos a lo último, es que fuimos los más lentos en salir del agua, además, en mi caso tenía las piernas algo dormidas por estar tanto tiempo en la piscina. Ryan, en cambio se limitó a ir caminando lentamente. Ya que estábamos todos ensopados y correr como animales, sin caernos no era tarea fácil.
Pero si no me creen preguntenselo a Kendall... Quien en este momento está haciendo millones de movimientos para no caerse.... Pero finalmente, la gravedad pudo con él... Se hizo pedazos cuando calló de cara sobre el piso...
Por supuesto como buena hermana que soy me detuve junto a el para... Reírme y burlarme como loca.
— No te rías me duele el rostro... ¡Oh dios! ¡Mi rostro, mi hermoso y bello rostro! — chilló como nena y yo no podía parar de reír.
Es que fue muy gracioso, casi se mata, pero no deja de ser gracioso...
— ¡¿Qué tal si quedo desfigurado de por vida?!
— Eso ya ocurrió — dije sin dejar de reír.
Él me sonrió malvadamente y con un movimiento rápido me jaló de los pies logrando que cayera junto a él.
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Somos 7 rubios
HumorUna casa. Siete hermanos. Siete rubios amantes de las bromas, las fiestas y el skate. Siete alocadas mentes que siempre están pensando en hacer algo "no muy bueno". Siete adolescentes con una gran capacidad para meterse en problemas. Ellos...