— No quiero ir — dije escurriéndome debajo de la mesa de la cafetería.
Refugio, dulce, dulce refugio.
— No seas marica.
— ¡No soy marica!
— No, claro, porque esconderse debajo de una mesa es de valientes.
— ¡Cierra la boca, gordo!
— Charly — Daxon me jaló hacia arriba pero como estaba debajo de la mesa mi cabeza chocó contra la misma.
— ¡Ay! ¡Ten cuidado maldito animal!
— ¿Te golpeaste? — preguntó Matt.
— Ay no, para nada Matt — dije con sarcasmo. — ¡Casi tiró la mesa con la cabeza, y tú me preguntas si me golpee!
— Tranquila, Charly...
— Sal de ahí — me pidió Travis mirándome con su carita de idiota, recostado sobre el banco.
— Ni de chiste.
— Vamos, no pasará nada.
— Lo dices porque no te llamaron a ti.
— Bueno... tienes un poco de razón en eso.
— Siempre la tengo, trabado — él sonrió rodando los ojos — seguramente fueron esas zorras estúpidas. Pero ya me vengaré.
Salí de abajo de la mesa recuperando un poco de mi valentía.
— Mellizos escondan todas aquellas cosas que estén en mi casillero y puedan inculparme.
— O sea todo — dijo Connor sin levantar la vista.
— Calladito...
— De acuerdo — dijeron las copias y se fueron.
— Yo iré al baño porque me hago encima — salí corriendo y me metí en el baño de chicas.
Me encerré en uno de los cubículos y desesperada me bajé los pantalones.
— Hola — dijo la voz de Kasy.
¿Ah?
— ¿Kasy? — le pregunté a la puerta del baño.
— Estoy aquí arriba, estúpida — dijo y miré hacia arriba.
— ¿Me estabas viendo orinar? — pregunté confundida.
— Claro que no.
— Pues no parece, cochinota... ¿qué haces ahí arriba?
— Plan B, machito — dijo sonriendo. De repente una cubeta apareció en sus manos llena de dios sabe que y me lo lanzó encima.
¿Qué rayos?
Me limpie los ojos para poder ver.
Era pintura, pintura verde para ser más exactos.
¿Me tiro con pintura? ¿Eso no sería copiar mi venganza...?
Me subí los pantalones, salí del cubículo y ahí estaba la manada de zorras y su alfa sostenía la cubeta del crimen.
— Te lo advertimos, nena — me dijo Brenda sonriendo al verme.
— Si no quieres que esto se ponga peor, aléjate de mi novio — me advirtió Kasy remarcando las ultimas palabras.
— Querrás decir tu ex...
— Cierra la boca, él aún me ama.
— Ya, sí, claro, claro. Pero de todas formas dejaron de ser novios.
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Somos 7 rubios
HumorUna casa. Siete hermanos. Siete rubios amantes de las bromas, las fiestas y el skate. Siete alocadas mentes que siempre están pensando en hacer algo "no muy bueno". Siete adolescentes con una gran capacidad para meterse en problemas. Ellos...