Me acerqué hasta mi padre sonriendo. Él me observó confundido y frunció el ceño. Sin dejar de sonreír me acerqué aún más a él hasta que lo tuve bien cerca.
— ¡AHHH! — le grité en la cara de la nada.
— ¡AHH! — pegó un respingo asustado y la tostada que tenía en la mano salió volando.
Comencé a reír y él me miró molesto.
— ¿Por qué cojones hiciste eso?
Me encogí de hombros: — Estaba aburrida.
— ¿Y no tenías a nadie más a quién molestar?
— Los chicos se están vistiendo y no quería interrumpir. Ya sabes lo respetuosa que soy — tomé un tazón y una cuchara.
— ¿Respetuosa? ¿Tú? — papá soltó una carcajada.
— No sé. Después de todo, tú me educaste — él capto la indirecta y me miró mal.
— Cierra la boca — siseo y reí.
Saqué la leche y los cereales, me serví mi desayuno y comencé a comer como si no existiese un mañana.
— Me dijeron los chicos que hoy tendrán gimnasia — asentí feliz.
— Era hora — hablé con la boca llena y mi padre hizo una mueca de asco.
Desde que llegamos al instituto no habíamos tenido gimnasia ya que la profesora y el profesor, habían tenido problemas personales. Según me dijo Nina, la profesora era una bruja y estaba en pareja con el profesor de los chicos, a él cual Nina catalogó como "Dios griego". Según entendí el problema llegó cuando el profesor terminó con la relación y la profesora se volvió loca... Por así decirlo. La cuestión es que la profesora renunció y no encontraban suplentes, así que "el dios griego" ahora será profesor de las chicas y un nuevo profesor será él de los chicos. Sinceramente no sé porque tanto revuelo, pero... estoy feliz.
— Sí... También me dijeron que te dieron uniforme de chico — asentí. — ¿Quieres que hable con la directora para que te den uno de chica?
— ¡No! — grité. — Me gusta más el uniforme de los chicos, es más holgado y cómodo.
— Pero deberías...
— Nada. Soy yo la que lo usará, no tú — él rodó los ojos.
— Haz como quieras — suspiro.
Los mellizos y Kendall entraron a la cocina pechándose entre ellos. Más atrás venían Connor, Ryan y Kyle, sólo que ellos caminaban sin hacer estupideces.
— Buenos días — dijeron al unisono.
Yo no les conteste porque me estaba muriendo ahogada con mi desayuno.
— Hola chicos — los saludó papá mientras me golpeaba la espalda para ayudarme.
— Gracias — dije una vez que sentí que todo había pasado.
¡Yisus! Eso estuvo cerca.
— De nada. Pero trata de comer con más cuidado ¿Si? — asentí.
Las seis bestias se sentaron junto a nosotros y comenzaron a desayunar.
Cuando terminamos, tomamos nuestras cosas y salimos en skate para el instituto.
— Dios, no quiero tener gimnasia hoy — se quejó Ashton mientras íbamos en camino.
— Eres un holgazán — le dijo Kendall. — Yo estoy ansioso por empezar.
— Estoy con Kendall — lo apoye. — Además será divertido.
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Somos 7 rubios
HumorUna casa. Siete hermanos. Siete rubios amantes de las bromas, las fiestas y el skate. Siete alocadas mentes que siempre están pensando en hacer algo "no muy bueno". Siete adolescentes con una gran capacidad para meterse en problemas. Ellos...