Capítulo 9
CALIX
—Es importante tener un básico conocimiento de anatomía. Lo sé, suena incoherente, pero más adelante van a comprenderlo, ¿Estamos de acuerdo?
Caminé alrededor de mi mesa hasta la pizarra en la parte delantera de la clase, con un rotulador en la mano izquierda sin tapar. Levanté la mano, y seguí escribiendo, al mismo tiempo.
— "Netter's Atlas of Human Anatomy" de Frank H. Netter —dije lo que escribe en letras negras y con letras de molde en la pizarra, y me giré para mirar a la clase. —. Les voy a entregar los ejemplares y en cuanto los tengas en sus manos quiero que se pongan a leer el libro.
Hubiera optado por elegir a cualquier alumno para hacer esa estúpida y sencilla de tarea como entregar unos libros, pero el hecho, de mantenerme a tan solo centímetros de ella, me volvía loco.
Así que no quise hacer más larga mi agonía y me acerqué directamente a Mónica, quien, estaba junto a su nueva amiga, sentadas lo más lejos de mí, chica bastante inteligente. Ambas cuchicheaban y susurraban entre ellas, como si estuviera revelando sus secretos más íntimos, por lo que, me acerqué mucho más cerca, deseaba convertirme en su confidente, por una alguna extraña razón.
Cuando de pronto, ella levantó sus ojos despacio y asustada, como siempre, recordándome a un siervo en el matadero. Su respiración más rápida, pupilas dilatadas, piel enrojecida. Dios, me sentía embriagado, intoxicado, excitado más allá de lo imaginable por una simple mirada y esos susurros. Me la imaginaba hablando en ese tono bajo la noche, sus palabras raspando mi piel, encima de mí, bajo mí, alrededor de mí, y en todas las jodidas partes del mundo.
Me detuve frente a ella y me incliné, mis manos aprisionaron las suyas, pero no duro ni un jodido minuto, cuando el libro de anatomía ya estaba en sus manos, mientras ella mi miraba con sus encantadores ojos verdes pálidos, y me devoró con ellos, en cuestión de segundos.
Una pequeña chispa, o más bien, una jodida y enorme llama, se apoderó de sus ojos y labios.
Demonios... no, por supuesto que no, no podía condenarla.
Sea lo que estuviera sucediendo, no podía suceder. Yo era un jodido hijo de puta, y no quería serlo con ella. Todo lo que había creído ser, se borraba frente a mí, cada que mi mente era asaltada por esa hermosa y joven mujer, mis barreras tiritaban, amenazando con destruir, al menos, un ladrillo, pero sí un ladrillo era quebrantado, probablemente, el resto del muro, caería en cuestión de tiempo. No podía darme el lujo de permitir que eso sucediera.
Ella mi alumna, y yo su profesor. Ella la descendiente de un cartel que no quería como amigo ni aliado, y yo era el jefe de una mafia que, en cualquier momento, haría un ataque o una traición hacia su familia, acabando con su legado.
Ella me hacía desear cosas, como mi boca y lengua en su garganta y esos exquisitos labios, mi mano sosteniendo ferozmente su cabello azabache, follarla frente al puto descendiente de la Cosa Nostra, solo para dejarle en claro que nunca sería suya, cosas como hacer que me espere a final de la lección, sobre mi escritorio y meterle mi polla en su coño y luego que me la chupe con sus labios infernales como lo hace al jugar con su lápiz.
Mónica retiro su mirada, su rostro estaba aún más sonrojado, y mordió su labio inferior. Mierda, me había excedido con la mirada que le lancé. A eso me refería, esta maldita sirena, me hechizaba, sin siquiera entonar sus melodías llenas de conjuros siniestros.
Eran tan joven, tan malditamente inocente, tan inexperta. No era necesario ser un maldito adivino para saber todo aquello. Esa chiquilla apenas y podría soportar un minuto en mi cama. Yo era un maldito animal respecto a mis preferencias en cuanto al sexo. No era suave ni considerado, ni mucho menos, romántico. Yo iba directamente por mis deseos más oscuros.
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Destrúyeme, cariño (+21)
Romantik"Amor, traición y un juego de poder donde no hay reglas... Solo la promesa de destrucción." Mi padre me quiere muerta. Traicioné a la familia, y pagaré las consecuencias. El hombre que alguna vez llamé padre me entregó a una jauría de lobos hambrien...