Capítulo 31

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Nota y advertencia:

Hola mis bellos lectores, ¿cómo están? Espero que muy bien.

Agradezco profundamente los lectores que han llegado hasta aquí, porque tristemente, mucho de los lectores comenzaran abandonar la novela... Estoy completamente segura que no van a soportar muchas cosas, ya sea la actitud de los personajes u otra cosa. Quiero decirles que hasta aquí llegó lo más suave de Destrúyeme, cariño. Wattpad restringe muchas cosas por lo que estuve pensando seriamente como voy abordar el tema de Alisson en la novela. También les comento que quiero que se preparen verdaderamente para las acciones de los personajes que se vienen ahora.

Recuerden que es una novela de dark romance y no queremos que wattpad nos baje la novela, de igual manera, existe la posibilidad de subir la novela en booknet, para tener un respaldo por si wattpad decide hacer algo.

Y por favor, recuerden que los personajes tienen un pasado y una vida diferente al de una persona normal, por ello, sus acciones incoherentes, pero no, mi novela tiene fundamentado porque sus acciones. (Analizan bien los pensamientos y personalidades de los personajes, y escenas anteriores)

Pdf: aunque me quede sin lectores, aquí seguiré publicando mi novela hasta llegar al final, y con la estructura y decisiones que ya tengo.

Y nos vemos el miércoles con actualización y capitulo claramente más largo.

-Edith Bermejo.

Capítulo 31

Mónica

El cuarto se sentía más pequeño, las paredes estrechándose a mi alrededor mientras me movía con pasos calculados. El peso de la culpa y el miedo se enroscaban en mi pecho como una serpiente, apretando cada vez que trataba de respirar. En silencio absoluto, rota solo por el leve susurro de mi respiración. En mi mesa de noche estaba la jeringa y el pequeño frasco de Perfecta Tormenta me esperaban, como cómplices sombríos de mi autodestrucción.

Me arrodillé frente a la mesa, sintiendo el frío del suelo atravesar mis rodillas. Tomé la botella de cristal ámbar, su contenido era una mezcla de opiáceos potentes y alucinógenos sintéticos que se enredaban para crear un golpe de euforia seguido por una caída que arrancaba pedazos de mi alma. El frasco temblaba en mi mano mientras lo destapaba y vertía su contenido en un vaso bajo. La luz amarillenta de la lámpara caía sobre el líquido, revelando su textura densa, casi aceitosa.

El siguiente paso era la línea de polvo blanco: cocaína pura mezclada con una dosis mínima de ketamina, suficiente para adormecer mi mente y dejar que el mundo se desdibujara en un susurro lejano. Tomé un cuchillo y corté la línea con cuidado, viéndola partirse en dos caminos paralelos, como las decisiones que siempre terminaban llevándome al mismo lugar.

"Solo esta vez", mentí, dejando que la frase se asentara en mi lengua como un veneno familiar. Con un movimiento rápido, aspiré una de las líneas, el ardor en mi nariz siendo la chispa que encendía la tormenta en mi interior. Sentí el hormigueo extenderse por mis venas, como si las luces de mi mente comenzaran a parpadear, un aviso de lo que vendría.

La jeringa esperaba su turno, brillante y cruel. Ese líquido dorado. El éxtasis líquido que me arrancaría de este mundo y me lanzaría a un espacio donde todo era ruido blanco y calma.

Me aseguré de que no hubiera burbujas.

La tormenta que llevo dentro me arrastraba a recaer.

Me juré a mí misma que jamás volvería a pensar si quiera en las drogas.

Se lo prometí a mi abuela.

Ambas ya no estábamos bien ahora, así que esas promesas ya no cobraban sentido ahora mismo.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Destrúyeme, cariño (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora