Despierto con el sonido de la puerta, me siento rápidamente, algo asustada y veo a una enfermera, ella me mira y sonríe, le devuelvo la sonrisa, observo a Max que aún está dormido, sonrío al verlo.
— Pasó buena noche — comenta ella — está todo en orden — sonrío.
— ¿Cuándo despertará? — pregunto levantándome.
— Yo creo que en un par de horas más, hace dos horas le inyectamos un antiinflamatorio por eso aún no despierta — asiento — pero está bien.
— Gracias.
Ella se marcha y llamo a Keira, le pido algo de ropa y todo lo necesario para sentirme limpia. Ella llega en cuarenta minutos, le cuento en dos minutos todo lo sucedido y luego vuelvo a entrar a la habitación, Max aún duerme, entro al baño y me doy una ducha rápida, me pongo un vestido amarillo de tirantes que hay en la bolsa, es corto, entallado y de tela fresca, me aplico algo de maquillaje y evito secar mi cabello para no despertarlo, guardo mis cosas en la bolsa que Keira me trajo y vuelvo al sofá. Camino por la habitación en reiteradas ocasiones, me pone ansiosa que no despierte aún.
Mi estomago comienza a sonar, no quiero dejarlo solo, pero el hambre no deja de insistir, así que me doy cinco minutos para ir por algo. Llego a la cafetería y camino con mucha rapidez, compro un té y unas galletas, mas tarde vengo por otra cosa, vuelvo rápidamente y no me dejan pasar con alimentos, eso supera mi paciencia, pero por más que insisto no me dejan, así que me bebo el té rápidamente, de hecho solo son un par de tragos, por la temperatura no puedo beber más y las galletas solo me como una, al menos ayudo con el hambre que tenía. De todas formas no las tire, es un pecado tirar algo tan delicioso, prometí guardarlas en cuanto entrara.
Entro y veo a Max despierto, él me mira y sonríe, le devuelvo la sonrisa, la enfermera que me acompaña me mira y entiendo el mensaje, guardo las galletas de inmediato.
— Al fin despertaste — digo sonriendo.
— Me dijeron que te quedaste toda la noche.
— Sí, supe lo que paso — comento y me siento a su lado — ¿Cómo estás?
— Bien, todo fue muy rápido — dice recordando.
— ¿Qué está pasando? — pregunto — esto no es normal, sé que hay algo, ¿Estás metido en algo malo? — pregunto más bajito y sonríe.
— ¿Yo? — asiento — no Nena, yo no... pero no te equivocas, algo está pasando y debes saberlo — ambos miramos a la enfermera que termina de anotar unos datos y se marcha.
— Ahora dímelo todo, ¿Qué pasa?
— Bien... pero antes — se pausa — sé que sonará loco, aún así espero que lo creas o por lo menos lo consideres.
— Me estás asustando — se pone serio.
Max toma mis manos con mucho cuidado y comienza a hablar, lo escucho concentrada, escuchar el nombre de Alex me desagrada. Me comenta como Gueil busco al asqueroso y averiguo donde estaba, también que tiene un socio, me cuenta todo lo que Gueil investigo sobre este ultimo, es bastante, da un poquito de miedo, incluso me da un escalofrío, Max me mira, intentando elegir las palabras adecuadas, se tarda más, incluso se pausa, creo que no sabe como decirlo.
— En tu casa habían cámaras — dice finalmente.
— ¿Qué?
¿Cámaras?, intento analizar eso y sé que debe ser verdad, muchas veces recibí mensajes de Alex y aunque lo buscaba no estaba, eso encaja en esas situaciones, maldito.
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Tormenta y Trueno [ LIBRO 2 ]
RomanceTORMENTA Y TRUENO es una historia llena de giros inesperados, pasión reprimida y secretos oscuros que acechan desde las sombras. Emma está tratando de seguir adelante con su vida después de que Max, el hombre que la rompió, reaparece de la nada. Per...