Al salir del baño veo a Gueil y otros sujeto entrar a la habitación, son muchos, todos igual de lastimados, él me mira y los detiene, luego vuelve a poner su atención en mi y baja su rostro.
— Lamento mucho esto — dice Gueil — no logramos llegar antes.
No digo nada, él intenta acercarse, pero niego con la cabeza, no quiero que nadie me toque, solo tengo una necesidad gigante y es de desaparecer, camino hasta la cama y me siento ahí, todo me duele, cierro los ojos y solo puedo pensar en que nuevamente me toco y ahora fue peor, porque nada se salvo de sus asquerosas manos, antes solo eran mis brazos y muslos, pero ahora soy yo. Sigo escuchando golpes, tantos que mi cuerpo se estremece.
— ¡No! — escucho gritar a Alex — ¡Estás loco! — vuelve a gritar — !No!, ¡No!, ¡No! — sigue gritando.
— ¿¡Tú te detuviste!? — grita Max — ¡Ya no volverás a tocar a nadie!, ¡Vivirás así! — su grito sale tan fuerte que mis ojos están pegados en esa puerta, su tono está lleno de irá — ¡Sin mano!, ¡Sin dedos! ¡Y nuestros rostros ya no son iguales! — miro la puerta del baño y solo puedo preguntarme, ¿Le corto la mano, los dedos?, ya no se escucha a Alex.
La puerta principal se escucha y Gueil me hace una señal para que me quede en silencio, ambos miramos el baño, se dirige a el, entra y cierra la puerta, solo se tarda un par de minutos y sale junto con Max, quien está cubierto de sangre por todas partes, aunque creo que no es suya, pero sus nudillos están realmente lastimados, él se acerca muy lentamente a mi.
— Me defendí — digo y me mira, creo que no puede hablar, asiente — pero me toco, paso su lengua — tengo tanto asco que ni siquiera sé como expresarlo — paso su lengua por mi pecho — continuo mientras mi desesperación va en aumento — golpeo mi brazo muy fuerte, me duele — siento las primeras lagrimas.
— No volverá a hacerlo, jamás te tocará de nuevo — respira hondo — ¿puedo acercarme? — pregunta con la voz quebrada.
— No se — digo — pero quiero bañarme, me duele mucho el cuerpo y necesito un abrazo.
— Intentaré acercarme ¿bueno? — asiento.
Max da un paso en mi dirección muy lento y luego otro hasta quedar de pie frente a mi, se arrodilla y lo miro.
— Soy yo... — dice en voz baja y asiento.
Toca mi rostro con sus dedos, lo hace muy suave, nota que estoy temblando, seca mis lagrimas mientras me mira directo a los ojos, luego lleva sus dedos a mi hombro y asiento para que los deslice, lo hace muy suave, hasta llegar a mis manos, sonrío al notar que no sentí nada y lo abrazo, apoyo mi cabeza en su hombro y lloro, Max acaricia mi cabello y también duele, mi cuerpo comienza a entrar en colapso y no dejo de temblar, pero aún así no lo suelto, en este momento no me importa estar reventando, lo necesito.
— Quiero bañarme — pido — necesito limpiarme, por favor... — suplico y asiente — ¿Tú?... ¿Cómo estás?
— He estado mejor — ambos asentimos — estás temblando.
— No me sueltes — pido — no sé cuando podré volver a abrazarte.
Ambos lloramos, mientras mi cuerpo aumenta en desesperación, incluso mareos y ganas de vomitar comienzan a afectarme, lo abrazo más fuerte, porque sé que no lo volveré a hacerlo, sé que será un largo proceso y me duele saber que todo cambiará, es a quien más necesitare y a la vez quien más me recordará lo sucedido, ¿Cómo lo haremos para que esto no no separe?, ¿Cómo me levanto después de esto?, no sé como seguir desde aquí y creo que él lo sabe, ¿es nuestro punto de quiebre?, ¿podremos con esto?, ¿seré capaz de seguir?
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Tormenta y Trueno [ LIBRO 2 ]
RomanceTORMENTA Y TRUENO es una historia llena de giros inesperados, pasión reprimida y secretos oscuros que acechan desde las sombras. Emma está tratando de seguir adelante con su vida después de que Max, el hombre que la rompió, reaparece de la nada. Per...