UN SUSPIRO - Country Humans.

[CONFLAGRACIÓN]

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Música recomendada~

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"Mira arriba, estás dentro del templo y pese a eso las estrellas te siguen".

Posicionó sus manos sobre las ásperas puertas de piedra deslizándolas hacia dentro, unas manos espectrales le dieron un abrazo. Agua alcalina tocó sus zapatos y pronto el agua perdió gravedad. Ante los ojos del español, la luna se hacía inmensa y se transformaba en un gran iris, un iris celestial infectado por un líquido rojo. Aunque el templo estaba cerrado por dentro, se podía ver el cielo.

En un principio sentía que daba pasos en falso, pero se fue adaptando a la sensación de su cuerpo sumergido en el agua. "No respondas, o ellos los invadirán" susurró una voz femenina, profunda y sus ojos se abrieron. Una estatua negra establecida en el centro de la oscuridad lo esperaba, miles de manos y brazos lo conformaban, por esos dedos fríos se deslizaba un denso y brillante líquido dorado. Al intentar tocarlo atravesaría su mano. Varias luces iluminaron la oscuridad desde el cielo, las estrellas se movían con velocidad. 

España: ¿Quiénes?— susurró levantando su mirada hacia la luna, lo miraba fijamente iluminando solo un punto en el suelo.

"No respondas."

Sacó de su mochila un frasco, solo usó la tapa para poder rápidamente reflejar sobre la estatua la luz de la luna como un tipo de respuesta. Entonces las manos se cerraron. Las estrellas parecían acercarse y de pronto desaparecían, el templo retumbaba y una interferencia explotó su comunicador, su cuerpo comenzó a comprimirse mientras las manos de las estatuas se quebraban. Y la voz femenina cuestionó: ¿Por qué?

España: No tenemos salvación. Dios, ¿por qué me has abandonado?— reclamó sintiendo como su corazón se detenía lentamente. . .

Una ola de calor llegó a su cuerpo y cerró sus ojos con fuerza, ahora se encontraba en el suelo frente a la puertas abiertas de Feixe de Luz. Se levantó tan rápido como pudo, desde su mochila semiabierta un frasco brillaba con ese líquido tan peculiar. "¿Lo tienes?", cuestionó el chino desde su comunicador.

España: Sí, creo que sí. Tío, ¿lo viste?— no obtuvo respuesta.

Sus pasos eran débiles, pero iban lo más rápido posible. Los sonidos de la naturaleza, disparos y esos aturdidores ruidos de las bestias traídas por Suiza lo desorientaban. 

"¡Español!"

Ucrania: ¿Lo tienes?— para sostenerlo lo recibió con un abrazo.

España: Sí, ¿dónde están todos?— al levantar la mirada vio la mitad de la máscara del ucraniano destruida y cubierta de sangre.

Canadá: Sobreviviendo, mañana por la mañana no habrá nadie en pie. Así que nos iremos ahora.— sonriente recorrió con la mirada los brazos del ucraniano los cuales mostraban signos cortes profundos. 

A sus espaldas un árbol se derrumbó quemado por el intenso fuego que poco a poco se extendía por el Amazonas. Los tres apresuraron el paso, debían llegar a la frontera con Guyana. Los disparos se escuchaban a pocos metros, el ejército que debía proteger a Feixe de Luz estaba saturado, así lo demostró la explosión del cuartel vecino.