• . . • . ⋆₊⊹Eggsy no es el único candidato para convertirse en el nuevo Lancelot. Harry tiene a su hija, Anahid Hart: letal, brillante y con una lengua tan afilada como sus cuchillos. ¿El problema? El problema es que, aunque tiene todo lo nec...
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Your pastimes, consisted of the strange And twisted and deranged And I love that little game you had called "Crying Lightning" And how you like to aggravate the ice-cream man on rainy afternoons
La verdad siempre te golpea e ilumina como un rayo cegador tan potente ,tan de repente .
Me dolía la garganta de aguantar el llanto, los ojos me picaban, pero seguía practicando, seguía corriendo, seguía disparando, seguía entrenando. Era más fácil así, así me distraía de lo que me dolía. Esta mañana me desperté temprano a correr, y cuando me refiero a "me desperté" debo mencionar el hecho de que me levanté, no que me desperté; no había dormido en toda la maldita noche. La cabeza me daba vueltas y me sentía ebria del cansancio.
Irónicamente, el clima estaba en perfectas condiciones: el sol brillaba exageradamente y el cielo se veía más azul que de costumbre.
Al mediodía Merlin llegó hacia mí preguntándome si estaba bien. No había comido en dos días, pero no tenía hambre; no tenía ganas de nada más que de vomitar. Mi estómago daba vueltas aunque no tenía nada dentro, y el dolor de cabeza se incrementaba al recordar que las pruebas iniciarían pronto.
Merlin volvió a articular la pregunta, causando que dejara de mirar hacia el lago y le prestara atención.
—Sí, estoy bien, Merlin —traté de relajar mi expresión. Era una buena actriz, ambos lo sabían. Él asintió con una mirada suspicaz. —Ve adentro, es mediodía y hace calor.
Asentí, levantándome del banco en el que me senté a descansar después de haber pasado la mañana corriendo.
Me obligué a caminar recta aunque el cuerpo y la mente me pedían a gritos descanso. Fui a la cafetería por un poco de agua. Recibí mi porción diaria de comida, aunque, pese a obligarme a comer, no pude: el simple hecho de mirarla me causaba ganas de vomitar pura repulsión.
Empujé la bandeja de comida lejos de mí poniendo cara de asco. Me aparté el pelo del rostro incómoda y fijé mi vista al frente, donde me encontré con la mirada de Roxy. Esta intentó sonreír, pero desvié la mirada, indiferente.
Me levanté y tomé la bandeja para vaciar su contenido e irme a las duchas. Entré tambaleándome, me quité la ropa que me estorbaba y abrí la ducha, que me cayó fría y de lleno en la cara. El agua fresca me calmó un poco. Me senté en el suelo; no me di cuenta de que aún tenía ropa interior hasta que me toqué el hombro y noté la tira de mi brasier.
Me terminé de sacar la ropa, arrojándola a una esquina de la ducha. Me levanté y me dispuse a bañarme. Media hora después salí de los vestidores ya lista. Mi cabello mojado goteaba, mojando ligeramente el piso; no me molesté en secarlo porque el calor y el sol lo harían por mí. En el camino me volví a encontrar con Merlin, que al ver mi pinta me ordenó ir a la enfermería por unos somníferos. A regañadientes fui, siendo escoltada por un enfermero que, de casualidad, se dirigía hacia allá.