ᴠɪɴ ᴇᴛ ᴜɴᴇ ᴅᴏᴜᴄʜᴇ ᴄʜᴀᴜᴅᴇ

484 30 0
                                        

Llegamos a la casa de campo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegamos a la casa de campo. Al bajar del convertible sonreí al mirar arriba y ver que la luna estaba llena. No es que no saliera donde entrenábamos, pero estaba tan ocupada perfeccionando todo que casi no tenía tiempo para lo personal. Casi todo el tiempo lo invertía en el campo de tiro o llenando ejercicios mentales y, si no era en ninguno de los dos, mi mejor amigo era un saco de boxeo.

Amber bajó del auto después de mí y se posó a mi lado. Buscó con la mirada a la culpable de mi falta de atención a sus palabras.

—¿Ann, estás bien? —cuestionó entrecerrando los ojos, dándome una mirada de duda.

La morocha dejó de mirar la luna y llevó su atención a la mayor de cabellos dorados. Le dio una pequeña sonrisa.

—Sí, ¿por qué no lo estaría? —preguntó alzando una ceja con duda fingida, que pasó desapercibida para la mayor.

—Bien, pero actúas extraño —explicó mirándola con desconfianza, mientras llegaba a la entrada de la casa, seguida por la chica segundos más tarde.

—Ese Unwin sí que te trae embobada, ¿no? —preguntó con burla, pintando una sonrisa socarrona en los labios de la menor.

—Veo que lo has investigado. Aww, tía sobreprotectora —se burló la pelinegra entrando a la casa.

Amber dejó las llaves en la mesa de la entrada y nos quitamos los abrigos, poniéndolos en el perchero. Me quité las botas y me dirigí a la cocina en busca de algo que saciara mi estómago, y encontré un montón de fruta.

—¿Recién compradas? —cuestioné tomando una manzana verde y dirigiéndome a la despensa para tomar un bol donde servir más fruta.

Vi yogurt griego y me serví en el bol. Tomé la fruta seleccionada, la lavé y la agregué al tazón sin siquiera picarla. Dios, moría de hambre.

—Wow, sin picar la fruta... eres toda una animal —se burló mientras me seguía para también buscar un bol y hacer lo mismo.

—Veo que también tienes hambre —me burlé viendo cómo hacía lo mismo que yo.

—Sabes cuánto esperé a que despertaras. Me contaron que fuiste la última en dormirte y que aun en ese estado diste pelea —mencionó orgullosa.

—Sí, sobre eso... ¿quién demonios me ató? Parece que creyó que yo tenía superfuerza, estaban súper apretadas las ataduras. Gracias a ese alguien por dejarme llena de moretones y raspones.

Sonreí sarcástica mientras llevaba una gran cucharada del contenido a mi boca y sonreía al ver a Amber pensar un poco, como si estuviera ida.

—¿La verdad? No tengo la menor idea de quién lo hizo. Pero cambiando de tema... —sonrió pícara.

Yo abrí los ojos. Mierda, seguro que los estaban espiando. Estoy muerta. Seguro que papá nos vio.

Me atraganté con el yogurt. Tosí un poco hasta que pude recuperar la compostura. Sentía mi cara arder; no sabía si fue por la vergüenza de que papá nos viera o porque casi muero por un yogurt.

ᴳᵒᵒᵈ ˡᵘᶜᵏ ᴬⁿᵃʰⁱᵈ  ᴋɪɴɢsᴍᴀɴ ғᴀɴғɪᴄᴛɪᴏɴ ──★ ˙🧷 ̟ !! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora