• . . • . ⋆₊⊹Eggsy no es el único candidato para convertirse en el nuevo Lancelot. Harry tiene a su hija, Anahid Hart: letal, brillante y con una lengua tan afilada como sus cuchillos. ¿El problema? El problema es que, aunque tiene todo lo nec...
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Alcé mi mano apuntando mi arma lista para eliminar cualquier posible amenaza. Miré a mis alrededores. Eggsy bajó primero refugiándose detrás de una de las paredes y yo lo seguí de cerca. Vigilando nuestras espaldas, corrimos por los interminables pasillos, deseosos de ponerle fin a esta misión.
—Ah, carajo— maldijo Merlín sonoramente y por un momento me preocupé de que el avión fuera invadido.
—Eggsy Valentine está usando el satélite de alguien más, se está reconectando a la cadena, no les llevará nada de tiempo y ya está al veinte por ciento.
Nos miramos un segundo y apretamos el paso corriendo más rápido. Valentine no puede poner la mano en ese escritorio. Si lo hace será el fin, de tan solo pensar en el baño de sangre, se me cortó la respiración.
—Chicos, creo que Valentine les tiene un obsequio, deben moverse— nos advirtió
Al doblar a un pasillo un pelotón de guardias nos apuntó Eggsy no se hizo esperar y abrió la característica sombrilla protegiéndonos de las balas que llovían, me refugié detrás de su espalda mientras sacaba una de mis armas y la cargaba lista para contraatacar cuando ellos necesitaran recargar sus armas.
Eggsy se movió, dándome una vista clara de mis objetivos.
Uno. Dos. Diez cuerpos cayeron en sonidos sordos, los disparos que procedían de sus armas y de la propia arma de Eggsy se sentían como una orquesta. Una orquesta que yo manejaba.
Un fuerte disparo nos hizo retroceder, le lancé una mirada a la sombrilla y mis labios se fruncieron viendo el daño físico que tenía.
Me pegué más a Eggsy mirando la rejilla y viendo un poderoso rifle de asalto arremeter contra nosotros, maldije.
—No creo que nuestro escudo vaya a soportar por mucho tiempo—
Eggsy sacó una granada de bolsillo y la lanzó por encima de nuestras cabezas, acabando con los hombres que teníamos enfrente.
Cuando las balas de Eggsy se agotaron, le tendí una de mis 9 mm y un cargador.
Eggsy disparaba ágilmente eliminando a los dos hombres antes de que yo pudiera hacer cualquier cosa, pero por más que elimináramos seguían llegando de todos lados, y parecían reproducirse como cucarachas.
En segundos nos encontraremos sin balas y arrinconados de ambos lados llevé mis brazos a mi cara cubriéndolos con mis mangas mientras retrocedía Eggsy me Jaló mientras nos ocultábamos en una de las puertas que servían como refugio porque parecían incrustadas a las rocosas paredes dándonos un espacio en el que ocultarnos.
Los disparos llovían de ambos lados, apenas me quedaba una granada de bolsillo, pero no podría lanzarla porque en el momento en que sacara la cabeza me la volarían en pedazos.