Capítulo 25

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Jennie estaba revisando un documento cuando alguien llamó a su puerta. Le hizo una seña a quien estuviera del otro lado para que entrara sin levantar la vista, con la atención fija en la letra pequeña que tenía ante sus ojos.

—Señorita Jennie—la llamaron por su nombre y levantó la cabeza para ver a una de sus colegas asomando la cabeza en su oficina—. Hay alguien aquí que quiere verla. Parece urgente.

La morena frunció el ceño mientras cerraba el expediente en sus manos y lo colocaba sobre su escritorio, poniéndose de pie.—¿Y ahora qué?—murmuró Jennie mientras cruzaba la habitación, pasándose una mano por la frente.

Cerró la puerta y se dio cuenta de inmediato de que Lisa estaba apoyada contra la pared del pasillo. Con el corazón en la garganta, apenas pudo contenerse y correr hacia ella.

—¡Lisa!—Gritó Jennie, con los ojos muy abiertos y respirando agitadamente mientras la miraba preocupada—. ¿Qué pasó? —Millones de escenarios se formaron dentro de su cabeza y, naturalmente, la mayoría de ellos se centraron en Beomgyu.

—Nada.—Lisa pasó la mano por el cabello de Jennie y pareció poder leer la mente de la morena mientras la tranquilizaba—.Beomgyu está bien.

—Entonces, ¿qué haces aquí?—preguntó Jennie. Por un largo momento, estuvo confundida. Luego entrecerró los ojos, agitando el dedo índice para sermonear a la tailandesa—. Lisa, si se trata de...

—No... —Lisa se rió, agarrándole la mano a Jennie—. No se trata de eso. Vine aquí porque... ¿Puedes recoger a Beomgyu de la escuela? Sé que hemos establecido que lo haría, pero...

—Por supuesto que puedo —dijo Jennie, frunciendo el ceño. ¿Por qué Lisa había ido hasta su oficina para decirle eso? —¿Está todo bien?

Lisa pareció dudar en darle una respuesta a Jennie. —Tengo algo que hacer.

Jennie frunció el ceño, pero asintió.—Adelante.

—Te veré en casa —Dijo Lisa, antes de besar los nudillos de Jennie y marcharse.

La castaña suspiró mientras se daba la vuelta y se pasaba una mano por el cabello. Un susto era lo último que necesitaba esa mañana, y también algo en lo que pensar por parte de Lisa.

Hanbin estaba esperandola en la entrada de su oficina cuando ella regresó y forzó una pequeña sonrisa en su rostro a modo de saludo.

—¿Tienes algo para mí?—preguntó Hanbin y ella asintió.

—Por supuesto—dijo Jennie, abriendo la puerta para entrar a la habitación. Se dirigía a su escritorio para recuperar su trabajo cuando el hombre habló, poco después de que oyera que la puerta se cerraba detrás de ellos.

—Ahora vives con tu ex.—No era una pregunta, era una afirmación, y Jennie sabía exactamente a qué se refería.

Jennie tragó saliva con fuerza e intentó mantener la voz lo más tranquila posible mientras respondía:—¿Cómo lo supiste?

—Solo estaba tratando de averiguarlo, ya que cuando hablaste de tu ex no te referiste a la persona como 'ella' o 'él'. Así que supuse que tal vez no eres heterosexual—dijo Hanbin, sin rodeos.—Pero... no puedo entender si esa persona es la misma persona a la que estás señalando como el padre de tu hijo—.El hombre reflexionó, tratando de descifrar la pregunta que estaba haciendo.

—Sí.—A Jennie no le importaba que la gente supiera de su decisión, porque estaba segura de que había sido la correcta, pero ciertamente era una situación inusual y eso la hacía susceptible a juicios y críticas que simplemente no necesitaba en esta etapa de su vida.

El principio del fin 𐙚 JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora