Capitulo 19: Urabe y Su Sacrificio

1 1 0
                                    

-Urabe seguía gritando con desesperación al ver el estado de su entrenador, su furia se desbordaba mientras manifestaba su aura con fuerza. Estaba empujando su cuerpo al límite, buscando sacar más y más poder. El suelo bajo sus pies se agrietaba cada vez más, y ella se agarraba la cabeza con las manos, luchando contra el dolor mientras su cuerpo temblaba. Se movía de un lado a otro, forzando sus músculos y su energía a niveles inimaginables.

-Magno observaba con una mezcla de confusión y curiosidad. No entendía lo que Urabe estaba haciendo, pero cuando sus ojos se encontraron con los de ella, la seriedad en su mirada lo inquietó. La intensidad de su aura aumentaba a cada segundo, la energía se escapaba de su cuerpo en explosiones incontroladas. Uno de los subordinados de Magno se acercó apresuradamente, señalando a Urabe. 

_Señor, ella está forzando su aura demasiado. No aguantaría mucho más en ese estado, colapsará pronto. No hay de qué preocuparse. -dice aquel subordinado junto a magno, sabiendo de lo que hablaba pues era algo que hacían alguno de los Pokémon novatos que ellos entrenaban. Magno soltó una carcajada, confiado en su victoria. 

_¡Ja! Aunque saque más fuerza, ¿Qué puede hacer una sola Pokémon contra todos nosotros? -Luego miró con desdén a los otros subordinados que luchaban por meter a los Pokémon de Taresu en las jaulas. Los Pokémon de Taresu forcejeaban, resistiéndose con todas sus fuerzas, pero estaban exhaustos. De repente, una voz femenina y dulce, pero firme y fría, resonó en la mente de Magno. "Magno... ¡¡DETENTE!!" La voz era clara, autoritaria, y no provenía de ningún lugar visible. Magno miró a su alrededor, buscando la fuente, pero solo vio a la Kirlia, Urabe, que ahora se había colocado delante de su entrenador, protegiéndolo. Rayos de energía comenzaban a salir de su cuerpo debido al esfuerzo desmesurado que estaba haciendo.

_¿Quién está hablando? -preguntó Magno, con un tono más serio y confundido, mirando a su alrededor sin encontrar respuesta. los subordinados de el comenzaron a meter a los Pokémon de taresu en las jaulas. la voz volvió a resonar en su mente, esta vez más fuerte: "Te dije... ¡¡QUE TE DETENGAS!!". Magno sintió una punzada de sorpresa y temor. 

_Esa voz... No puede ser... ¿Una Pokémon Psíquico capaz de hablar por la mente...? solo los Pokémon psíquicos de alto nivel como... -Entonces, magno comprendió con horror lo que realmente estaba sucediendo.

-Frente a él, Urabe comenzaba a cambiar, dispuesta a sacrificar todo por su entrenador. Los mechones de cabello a los lados de su cabeza se juntaron y se volvieron puntiagudos, señalando hacia afuera. Su pecho se estiro para adelante, y una cresta naranja emergió de ahí. Sus brazos se alargaron, tomando un tono azulado, igual que el de su cabello. Era una transformación que Magno reconocía, pero jamás había presenciado con tal intensidad.

_¡¡GYAAAAHHH!! -Urabe volvió a gritar, un sonido lleno de dolor y determinación. Su aura descontrolada liberaba destellos de energía que cortaban el aire a su alrededor, haciendo que la tierra bajo sus pies se quebrara aún más. La presión del aura era tan intensa que levantó una gran nube de polvo, cubriendo todo el lugar en un instante. Magno y sus subordinados se vieron obligados a cubrirse, retrocediendo ligeramente ante la ola de energía que emanaba de Urabe.

-Cuando el polvo comenzó a asentarse, el ambiente quedó cargado de una tensión pesada. Aún se podían escuchar los destellos eléctricos provenientes del aura de Urabe, que ahora brillaba con una intensidad casi insoportable. Había forzado su cuerpo y su aura más allá de cualquier límite, y frente a Magno ya no estaba una simple Kirlia. La nueva forma de Urabe, una Gardevoir, se alzaba con majestuosidad y furia.

-Magno, recuperando la compostura, miró a la Gardevoir que se encontraba frente a él, sus ojos llenos de lágrimas, pero con una expresión de ira inquebrantable. el líder del equipo magma esbozó una sonrisa nerviosa. 

Pokémon; espíritu del bosque verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora