Capitulo 34: A Seguir Con El Plan Original

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-Urabe comenzó a sentir calor en el pecho mientras esa aura empezaba a intensificarse, elevando su poder a niveles peligrosamente altos. De repente, el aura azul se empezó a elevar rapidamente hacia arriba, liberando la energía contenida dentro de Urabe, sorprendiendo a Taresu, James, Masao y Máximo.

_¡Ha recuperado su aura! -exclamó James, completamente asombrado.- no puede ser ¿a eso se refería esa bruja? -dijo james recordando las palabras de baiore. masao lo miro y luego el tambien recordo.

_es verdad, baiore menciono algo sobre un poder mayor, ¿se refería a un legendario? -dijo masao mientras miraba a urabe liberando su poder latente.

-Sin embargo, la alegría se desvaneció en un instante. Los ojos de Urabe se llenaron de dolor, y de su cuerpo comenzaron a emanar violentos rayos de energía, desgarrando el aire a su alrededor. Urabe soltó un grito desgarrador, un grito que hacía evidente el inmenso sufrimiento que estaba experimentando, mientras los rayos de su aura la quemaban por dentro y por fuera.

_¡No puede ser! -gritó Taresu, con el rostro lleno de preocupación y su respiración acelerándose.

—Ella debería poder estabilizar la energía... es lo suficientemente fuerte para hacerlo. —Latias miraba alarmada, moviéndose inquieta, mientras murmuraba telepáticamente en la cabeza de taresu. Taresu la miró con desesperación.

_¡No lo hará si muere por las heridas! -respondió con firmeza, corriendo hacia Urabe, determinado a ayudarla.

-Pero antes de que pudiera alcanzarla, los rayos lo golpearon también, lanzándolo hacia atrás con violencia. El dolor lo recorrió como una descarga eléctrica, pero Taresu no se rindió. Urabe extendió su mano hacia él, jadeando y luchando por contener el poder incontrolable dentro de ella.

_¡No te acerques! -imploró Urabe telepáticamente, su voz llena de sufrimiento.- No puedo controlarlo...y no quiero dañarte.

-Taresu se tambaleó por los rayos, pero no le importó. Sus ojos se llenaron de determinación y, a pesar del dolor, saltó hacia Urabe y la abrazó con fuerza. Sintió el daño desgarrándolo, pero usó cada gota de su propio poder para canalizarlo en su Gardevoir, tratando de sanar sus heridas más rápido de lo que la energía la destruía.

_No voy a dejar que lo pierdas de nuevo... -dijo Taresu entre dientes, mientras los rayos le atravesaban la piel.- No después de que fue mi culpa que lo perdieras antes.

-Latias lo miraba con angustia, viendo cómo Taresu absorbía el daño sin importarle su propio bienestar. Estaba dispuesto a soportar todo el dolor con tal de sanar a Urabe, quien, a su vez, con el apoyo de su entrenador, empezó a estabilizar lentamente su energía. Los violentos rayos de aura que antes la desgarraban comenzaron a disminuir poco a poco. Con el abrazo de Taresu y su poder sanador envolviéndola, Urabe comenzó a recobrar el control, y la furia de su aura empezó a calmarse.

-Urabe continuaba concentrando su energía, luchando por dominar su aura tipo hada. La habilidad de sanación de Taresu estaba regenerándola más rápido de lo que podía recibir daño. Con cada pulso de energía que atravesaba su ser, Urabe comenzó a sentir cómo su poder se estabilizaba. Finalmente, tras un profundo suspiro, dejó escapar su vibrante aura tipo hada con normalidad, logrando así recuperar el control total de su energía. Mirando sus manos con ojos brillosos, se sintió plena y feliz de haber recuperado el poder que había perdido.

—¡Eso es genial, Urabe! —gritó, aplaudiendo en el aire—. Sabía que lo conseguirías.

—Podrías haberme avisado que eso iba a pasar, al menos para que estuviera lista para ayudarte —le dijo Latios con un tono serio pero afectuoso.

Pokémon; espíritu del bosque verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora