Capitulo 24; Nokoribi James

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-James caminaba por el interior del Monte Cenizo, adentrándose en la Senda Ígnea. El calor era sofocante, casi insoportable, pero sabía que era parte del desafío que tenía que enfrentar.

_Es demasiado calor... -murmuró mientras el sudor le corría por la frente. Decidió activar su aura dorada, la cual lo envolvió en una luz suave y protectora. Al instante, el calor se volvió soportable.

-El aire estaba lleno de vapor hirviendo que salía del suelo. A pesar de eso, James pudo seguir avanzando sin problema, sus pasos firmes, sintiendo cómo su aura lo protegía de los peligros del entorno.

_Así que este es el poder del aura...sin duda me protege incluso del calor del interior de un volcán... -pensó, mientras observaba a los Pokémon que se movían por la zona.

-Sacó su pokeball y liberó a su Combusken. El Pokémon de fuego apareció con un destello, y al sentir el calor del lugar, se mostró más fuerte y confiado.

_Vamos, Combusken. Necesito tu ayuda para avanzar. Este lugar es perfecto para ti, amigo. -le dijo, dándole una palmada en el hombro. Mientras caminaban, fueron atacados por varios Torkoal que lanzaban potentes llamaradas en su dirección.

_¡Combusken, rápido! -exclamó James. el gallo de fuego reaccionó al instante, liberando su propia aura tipo lucha y enfrentando a los Torkoal con patadas y golpes cargados de energía. Cada ataque de fuego fue absorbido o contrarrestado, hasta que los Torkoal fueron derrotados.

_Buen trabajo. -dijo James, sonriendo mientras acariciaba la cabeza de su Pokémon. Al continuar su camino, encontraron una enorme roca que bloqueaba el paso, una estructura gigantesca que parecía imposible de mover.

_Esto va a ser complicado... -dijo James, analizando la situación.

-Miró a Combusken y asintió, sabiendo que no podían rendirse. Ambos intensificaron sus auras, rodeándose de una energía vibrante. James empujaba con todas sus fuerzas mientras el ave de fuego hacía lo mismo. Sentía el peso abrumador, aproximadamente 600 toneladas, pero no cedió.

_¡Vamos, Combusken! ¡Podemos hacerlo! -gritó, jadeando por el esfuerzo.- ¡solo un poco mas...!

-Finalmente, la roca cedió, despejando el camino. Ambos cayeron al suelo, exhaustos. James respiraba con dificultad, apoyando sus manos en sus rodillas mientras se arrodillaba.

_Eso... fue complicado... -dijo, riendo entre jadeos. A lo lejos, una luz apareció al final del pasillo. James se levantó lentamente, mirando a Combusken.- Vamos, amigo. No hemos terminado. -le dijo, mientras comenzaban a caminar hacia la luz.

-Al salir de la Senda Ígnea, James desactivó su aura y suspiró profundamente, tomando el aire fresco. El entorno había cambiado por completo. Ahora estaban del otro lado de la Ruta 112, un lugar mucho más tranquilo, lleno de árboles y un paisaje algo boscoso.

_Finalmente... aire fresco. -dijo, respirando profundamente mientras miraba a su alrededor. A lo lejos, podía ver el desierto, pero decidió tomar un camino diferente.- Mejor busquemos algún pueblo, necesitamos descansar y reponer fuerzas. -comentó, mientras avanzaba por la Ruta 113, decidido a encontrar un Centro Pokémon o algún lugar donde pudieran recuperarse. Mientras James avanzaba por la Ruta 113, iba ganando combates con los entrenadores de la zona. No eran rivales especialmente fuertes, pero servían para mantener a Combusken en forma y ganar algo de dinero.

_Buen trabajo, Combusken. Estos combates nos dan buen dinero para comprar nuestro alimento después. -comentó James, mientras su Pokémon asentía con orgullo.

-A lo lejos, algo captó su atención: una Roselia se encontraba cerca de unos arbustos, fuera de lugar en esa zona volcánica.

_¿Qué hace una Roselia aquí? y sobre todo...con esas características...-se preguntó en voz alta, notando el potencial de ese Pokémon como solo el sabia hacer. Combusken lo miró confundido, también sorprendido de ver un Pokémon de tipo planta en un ambiente tan hostil.- Debe estar perdida... o debilitada. -dijo James, acercándose con cuidado a la Roselia. Al ver el estado débil del Pokémon, decidió lanzar una pokeball. Roselia apenas puso resistencia y fue capturada de inmediato.

Pokémon; espíritu del bosque verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora