Pokémon; espíritu del bosque verde

Capitulo 17; sigue el entrenamiento junto a los Pokémon

-Era una tarde tranquila, las luces anaranjadas del atardecer empezaban a desvanecerse mientras el entrenamiento continuaba. A las 7:00 pm, el ambiente estaba cargado con la energía de los jóvenes entrenadores y sus Pokémon. Érico y el Maestro Arenque observaban, ofreciendo orientación cuando era necesario. Aunque Érico solía estar en el gimnasio, siempre estaba dispuesto a supervisar y guiar a los aspirantes, ya que consideraba que aprender y entrenar fuera del combate formal era igual de importante.

-Taresu se encontraba en profunda meditación, sentado en pose de zazen. Sobre su cabeza, Zard también se concentraba. A su lado, Urabe, con su aura calmada, imitaba la postura junto a su Mareux, quien mantenía una expresión serena. Ambos trabajaban en sincronizar sus auras, buscando una conexión más profunda y armoniosa. Por otro lado, Monster, aunque también intentaba meditar, se encontraba en un desafío constante. Su naturaleza inquieta de Vigoroth hacía que fuera casi imposible para él quedarse quieto. Aun así, Monster perseveraba, entendiendo que el control y la disciplina serían esenciales para fortalecer su mente.

-Masao, por su parte, estaba envuelto en un pequeño combate con su Grovyle. Ambos mantenían los ojos cerrados, confiando completamente en la percepción de sus auras. Masao sabía que cualquier distracción podía romper la concentración, pero confiaba en la habilidad de Grovyle para contenerse. Cada movimiento, cada pequeño desplazamiento de aire, era una lección en sí misma. Estaban afinando su capacidad de sentir y reaccionar al aura del otro, perfeccionando una comunicación más profunda y sutil. mightyena por su parte entrenaba su agilidad al mismo tiempo que beautifly practicaba su precisión lanzándole ataques a mightyena.

-James, sin embargo, estaba sumido en sus pensamientos. Sentado con las piernas cruzadas, meditaba, intentando encontrar un método para reducir el desgaste que sentía al pelear. Sabía que su estilo de combate agresivo y su uso constante del aura lo agotaban rápidamente. Su frustración era evidente, aunque trataba de mantener la calma. Érico se acercó con una mirada comprensiva. 

_¿Problemas para mantener el ritmo, James? -preguntó, aunque ya conocía la respuesta. James asintió lentamente, sin abrir los ojos. 

_Sí, siento que yo y mis Pokémon nos cansamos demasiado rápido. Nuestra aura se agota antes de que termine la batalla. -dice el moreno sin abandonar su pose y sin abrir los ojos, aun tratando de concentrarse. Érico, recordando una conversación reciente con Arenque, decidió ofrecer un consejo indirecto. 

_Arenque me mencionó algo interesante sobre el fuego. Sabes, el fuego es una fuerza poderosa, pero no siempre se trata de quemar con la máxima intensidad. A veces, el truco está en controlar la llama, en darle espacio para respirar. -dice el líder con una sonrisa, había oído que james tenia mas afinidad con el fuego influenciado por su ídolo el cual era un líder tipo fuego. James abrió un ojo, intrigado. 

_¿Controlar la llama? -pregunta con curiosidad abandonando de apoco su pose para mirar sentado junto a el al líder tipo eléctrico. Érico asintió. 

_Exacto. Si un fuego no tiene oxígeno, se sofoca. Pero si tiene demasiado, se descontrola. Lo mismo sucede con el aura. Si la fuerzas demasiado, te agotas. Si la contienes demasiado, pierdes poder. La clave está en encontrar el equilibrio. Deja que tu aura fluya como una llama controlada, sin dejar que consuma todo tu combustible al principio. -mirando Érico la cara de james se dio cuenta que dio en el clavo.

-James se levanto un poco rápido, cerró los ojos de nuevo, reflexionando sobre las palabras de Érico. Se imaginó su aura como un fuego interno al mismo tiempo que la manifestó, uno que debía aprender a avivar sin permitir que lo consumiera por completo. Este consejo podría ser la clave que estaba buscando para perfeccionar su estilo de combate y minimizar el desgaste. Mientras James se concentraba en visualizar este concepto, Érico observó, sabiendo que el joven estaba en el camino correcto. A medida que continuaban entrenando, los tres aspirantes empezaban a comprender que la verdadera fuerza de su aura no solo provenía de su intensidad, sino también de su control y de la profunda conexión que tenían con sus Pokémon.