El Corazón de las Pesadillas

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Scarlett luchaba con agitación, su respiración era rápida y sus movimientos, aunque precisos, mostraban signos de cansancio. Frente a ella, los Grimarios Maestro se movían con una precisión casi letal, obligándola a mantenerse en guardia constante. A pesar de su esfuerzo, sentía la ausencia de Ghost, cuya presencia siempre le daba la seguridad y el apoyo que ahora necesitaba desesperadamente.

*Flashback*

Después de que Grimm siguiera adulando las maravillas del ritual y Scarlett le contara algunas de sus aventuras junto a Ghost, ellos estaban disfrutando de un raro momento de calma en la penumbra de la carpa. Scarlett siempre había admirado la gracia y el poder con el que Grimm se movía, y durante su conversación, la curiosidad fue tomando forma en su mente.

"Papá," comenzó, su tono inicialmente casual, "he estado pensando en cómo puedo mejorar en las batallas. He visto cómo te mueves y cómo luchas, y me gustaría aprender a hacer lo mismo."

Grimm la miró con una mezcla de orgullo y cautela. "Scarlett, todavía eres joven. Tienes un gran potencial, pero hay cosas que solo se pueden aprender con tiempo y experiencia. No quiero que te presiones demasiado."

Scarlett asintió, pero la chispa en sus ojos no se apagó. "Lo sé, pero siento que estoy lista para aprender más. No quiero solo atacar lanzando bolitas de fuego. Ya he enfrentado muchos desafíos y he superado varias pruebas. Quiero poder proteger a Ghost y a todos los demás de la mejor manera posible."

Grimm hizo una pausa, observando la determinación en el rostro de su hija. Sabía que Scarlett era fuerte y tenaz, pero también era consciente de los peligros que implicaban las técnicas que él dominaba. "Las técnicas que utilizo no son fáciles de aprender, y pueden ser peligrosas si no se controlan adecuadamente."

Scarlett no se dejó desanimar. "Entiendo los riesgos, papá. Pero si no empiezo a aprender ahora, ¿cómo podré estar lista cuando realmente lo necesite? Quiero ser tan fuerte como tú, quiero poder enfrentar cualquier desafío, incluso sin la ayuda de Ghost."

Grimm sonrió con suavidad ante la insistencia de su hija, recordando su propia juventud, llena de ansias por aprender y crecer. "Eres muy parecida a mí cuando tenía tu edad," admitió con un tono nostálgico. "Siempre buscando la manera de mejorar, de ser más fuerte. Pero hay algo que debes entender, Scarlett: el poder no es solo cuestión de fuerza. También es cuestión de sabiduría, y esa sabiduría se adquiere con el tiempo."

Scarlett lo miró fijamente, sus ojos reflejando su resolución. "Entonces déjame demostrarte que puedo aprender. No estoy pidiendo que me enseñes todo de una vez, solo quiero dar un paso más. Quiero mostrarte que puedo manejar lo que me enseñes."

Grimm suspiró, sabiendo que no iba a convencer a Scarlett de retroceder. "Muy bien," cedió finalmente. "Te enseñaré, pero primero debes demostrarme que puedes manejarte en una situación difícil. Ya has enfrentado a los Grimarios Maestros antes, pero siempre con la ayuda de tu Caballero. Esta vez, quiero que te enfrentes a ellos sola."

Scarlett asintió con determinación, sabiendo que esta era su oportunidad de probarse a sí misma. "Lo haré, papá. No te decepcionaré."

Grimm la miró con seriedad. "Recuerda, Scarlett, estos Grimarios no son como los novatos. Son expertos en combate y no te darán cuartel. Si realmente quieres aprender mis técnicas, tendrás que mostrarme que puedes enfrentarlos con inteligencia y control."

*Fin del Flashback*

De vuelta en la realidad, Scarlett se encontraba en medio de la intensa lucha. Aunque había conseguido mantener a raya a los Grimarios Maestro, empezaba a darse cuenta de que no podía vencerlos sola. La fatiga se apoderaba de ella, sus llamas perdían fuerza y precisión. Sabía que aún no era tan poderosa como para enfrentarse a estos enemigos sin ayuda.

Sombra EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora