El salón era vasto y silencioso, con las raíces blancas entrelazándose alrededor de un trono en el centro. El aire era pesado, cargado con una energía antigua que parecía vibrar en cada rincón. Ghost y Scarlett avanzaban con cautela, sintiendo la poderosa presencia que emanaba desde el trono.
Al acercarse, vieron la figura de la Dama Blanca. Estaba sentada en el trono, pero no como la reina majestuosa que alguna vez fue. En lugar de eso, gruesas cadenas de un material azulado y resplandeciente, envolvían sus brazos y piernas, manteniéndola atada al asiento. A pesar de su encierro, su rostro mostraba serenidad, como si aceptara su destino.
La Dama Blanca alzó ligeramente la cabeza, su voz calmada pero con una nota de autoridad. "Dryya, espera afuera por favor."
Dryya frunció el ceño, claramente desconcertada por la petición. "Mi reina, ¿por qué? No es prudente que los deje solos contigo."
La Dama Blanca, aunque su tono permanecía suave, imploró con un susurro de súplica. "Te lo pido, Dryya. Necesito que lo hagas."
Por un momento, Dryya vaciló. No quería dejarla sola con estos intrusos, especialmente con una vasija de por medio. "No puedo simplemente..."
"Por favor," insistió la Dama Blanca, con una urgencia inusual en su tono. "Te lo imploro. Espera afuera."
Dryya observó a la Dama Blanca, intentando leer el verdadero significado detrás de sus palabras. Finalmente, suspiró, aunque su rostro mostraba una mezcla de preocupación y reticencia. "Como desees, mi reina," dijo con una inclinación de cabeza. "Pero estaré al pendiente. Si algo sucede, entraré de inmediato."
Con un último vistazo a Ghost y Scarlett, Dryya salió de la habitación, dejando a los tres en un ambiente tenso y cargado de emociones no expresadas.
"Has llegado al fin, pequeño caballero..." Su voz resonaba suave, pero con un tono frío y distante. Ghost dio un paso hacia adelante observando sus bellos ojos azules.
La Dama Blanca lo observaba con un aire impenetrable. "Sabía que algún día llegaría una vasija como tú... pero nunca supe cuándo. He sentido a otras salir del Abismo, pero solo tú has llegado hasta aquí. Y, aun así..." Su mirada se dirigió a la grieta visible en la máscara de Ghost. "... estás roto. No eres lo que Hallownest necesita."
Ghost se mantuvo en silencio, pero algo en su postura mostró que las palabras de la Dama Blanca habían hecho eco en su interior. Scarlett, observando la interacción, no pudo contenerse más y dio un paso adelante.
Scarlett dio un paso adelante, su voz firme y llena de indignación. "¿Cómo puedes decir que no es lo que Hallownest necesita? ¡Ha hecho más que cualquier otro por este reino!"
Pero la Dama Blanca no le prestó atención. Su mirada seguía fija en Ghost, como si las palabras de Scarlett no tuvieran peso en ese momento. La frustración de Scarlett creció, y no pudo evitar levantar la voz de nuevo. "¿Me escuchaste?"
Finalmente, la Dama Blanca desvió su mirada hacia Scarlett, con un brillo de reconocimiento en sus ojos. "Te escuche, pero no eres relevante en este momento", dijo con un tono frío y distante. "Pero sé quién eres, Grimmchild."
Scarlett frunció el ceño, su postura se tensó. "Mi nombre es Scarlett."
La Dama Blanca no reaccionó al nombre. "Independientemente de cómo te llames, sé cuál es tu título... princesa de las pesadillas."
El ambiente se tornó aún más denso cuando la Dama Blanca inclinó levemente la cabeza, observando a Scarlett con una mezcla de curiosidad y desaprobación. "Así que Grimm ha conseguido lo que deseaba. Una vasija a su servicio... Justo lo que él vino a buscar hace mucho tiempo. Veo que se usan mutuamente"
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Sombra Escarlata
FanfictionEn el sombrío y misterioso reino de Hallownest, Ghost, un ser aparentemente sin emociones y propósito fijo, y Scarlett, hija del enigmático Grimm, emprenden un viaje inesperado. Unidos por un destino que desafía las sombras, ambos deben enfrentar lo...