La forja del Destino

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Ghost avanzaba por los oscuros pasillos de la ciudad, moviéndose con agilidad y determinación. Nuestro cabellerito en su exploración logro divisar un banco junto con Quirrel, aquel explorador, no le tomo importancia, Ghost se acercó al banco y se sentó, sintiendo una momentánea sensación de descanso. Aunque inicialmente ignoró a Quirrel, este decidió hablarle.

"Hola, viajero," dijo Quirrel con una sonrisa amable. "Parece que ambos estamos en un viaje lleno de desafíos. Esta ciudad, la Ciudad de Lágrimas, es un lugar de gran tristeza y belleza. Alguna vez fue el corazón palpitante de Hallownest."

Quirrel hizo una pausa, mirando a Ghost con curiosidad. "No recuerdo mucho de mi pasado, pero siento que tengo un propósito aquí. Tal vez sea similar para ti. Aunque nuestras misiones pueden ser diferentes, parece que el destino nos ha cruzado en este punto."

Ghost, aunque no podía responder, escuchaba con atención. Las palabras de Quirrel le proporcionaron una comprensión más profunda del lugar.

Después de descansar y hablar con Quirrel, Ghost se levantó y bajó, enfrentándose a la elección de qué camino tomar: uno a la izquierda, desconocido y misterioso, y otro a la derecha que conducía a la Ciudad de Lágrimas. Decidió explorar primero el camino a la izquierda.

Adentrándose en el camino de la izquierda, Ghost encontró una pequeña forja iluminada por el fuego. Dentro, un forjaguijones imponente trabajaba incansablemente, su mirada reflejando una profunda frustración y cansancio. Era evidente que forjar armas era lo único que conocía y, a pesar de su destreza, no encontraba propósito en su trabajo más allá de la rutina.

"Bienvenido, pequeño guerrero," dijo el forgaguijones con una voz profunda y agotada. "He estado esperando a alguien como tú. Tengo moldes para varias armas nuevas que podrían interesarte."

El forjador mostró a Ghost una serie de moldes de diferentes aguijones: largos, cortos, curvos, todos diseñadas con gran maestría. Sin embargo, Ghost los ignoró, manteniendo su atención en su propio aguijón.

El forjaguijones observó la indiferencia de Ghost hacia las nuevas armas y se dio cuenta de que le tenía aprecio a su viejo aguijón. "Veo que le tienes afecto a tu arma actual. ¿Qué te parece si la mejoro por unos cuantos geo?" ofreció, comprendiendo finalmente la conexión especial entre Ghost y su aguijón.

Ghost, sin decir palabra, asintió y entregó su aguijón. El forjaguijones lo tomó y comenzó a trabajar en él, sus movimientos eran precisos y seguros, pero su rostro mostraba una mezcla de cansancio y resignación.

"Sabes, mi sueño es crear el arma perfecta," comentó el creador de aguijones mientras trabajaba, sus ojos fijándose en Ghost por un momento antes de volver a la tarea. "Pero para ello, necesito mucho material pálido. Si lo encuentras y me lo traes, puedo hacer tu aguijón aún más poderoso."

Ghost observó en silencio cómo aquel insecto forjaba con dedicación, notando la pasión oculta detrás de su frustración. Una vez terminada la mejora, el forjaguijones le devolvió el aguijón mejorado.

"Gracias," dijo el aquel bicho con una mirada melancólica. "Esto es lo único que sé hacer... No tengo otro propósito. Pero quizás, ayudándote a ti, encuentre un poco de sentido."

Con su aguijón mejorado, Ghost se retiró con su característico silencio y regresó al cruce de caminos.

Tomando el camino de la derecha, Ghost llegó a la Ciudad de Lágrimas. Con unos saltos hábiles, cruzó la zona y llegó a una imponente estatua del Hollow Knight. Allí, se encontró con Hornet.

"Ghost," dijo Hornet, mirándolo con seriedad. "La misión que tienes es de gran importancia para Hallownest."

Por un momento, Hornet se quedó mirando fijamente la estatua, sumida en un recuerdo.

Sombra EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora