El espectáculo de Fuego y Sombras

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Después de unas cuantas horas, Hornet se despertó sintiéndose mucho mejor. Las termas habían hecho maravillas, y a pesar de algunas molestias residuales, se sentía lista para continuar. Se estiró ligeramente antes de comenzar a prepararse para salir.

Hornet notó la presencia de Ghost, de pie en silencio, vigilando atentamente. Le dirigió una breve mirada, tomando un momento para observarlo antes de hablar.

"Veo que estás listo para continuar," comentó, evitando mostrar cualquier preocupación que pudiera sentir. Había un respeto tácito entre ellos, pero la familiaridad aún era un terreno nuevo.

Ghost, como siempre, no respondió con palabras, pero su postura firme indicaba que estaba preparado.

"Supongo que has estado en guardia todo este tiempo," dijo Hornet, con un tono más neutral, como si solo estuviera haciendo una observación. "No es necesario que te esfuerces tanto."

Ghost permaneció en silencio, su postura sin cambios, lo que Hornet interpretó como una negativa a descansar. No insistió; sabía que era inútil.

"Está bien," concedió, con una leve inclinación de cabeza. "Continuemos, entonces."

"Debemos ir con Grimm para continuar el ritual. Ustedes deben fortalecerse, y para eso, debemos terminar lo que empezaron."

Ghost asintió en silencio, comprendiendo la importancia de su próximo objetivo. Sabía que el encuentro con Grimm era inevitable y necesario para el ritual que los uniría a él y a Grimmchild, haciéndolos más fuertes.

"Creo que será mejor si voy adelantada," sugirió Hornet, mientras ajustaba su seda. "Podré llegar más rápido usando mis habilidades. Nos encontraremos en Bocasucia."

Pero antes de que pudiera moverse, Ghost se acercó a ella y, sin previo aviso, la tomó del brazo con una firmeza que la sorprendió. Hornet se quedó inmóvil por un momento, parpadeando con incredulidad.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó, claramente desconcertada por la reacción de Ghost.

Ghost no respondió, simplemente la miró, manteniendo su agarre. Su postura reflejaba una clara negativa a dejarla ir sola.

"Ghost, suéltame," insistió Hornet, intentando liberar su brazo. Pero Ghost no aflojaba su agarre, lo que solo aumentaba la confusión y la frustración de Hornet. "No necesito que me cuides, puedo manejarlo sola."

Ghost permaneció en silencio, pero su agarre se mantuvo firme, como si la idea de dejarla ir sola fuera inaceptable para él. La preocupación en sus ojos era evidente, incluso sin palabras.

"¡Ghost, te estoy diciendo que me sueltes!" exclamó Hornet, comenzando a alterarse. Intentó zafarse con más fuerza, usando su agilidad y fuerza, pero con cuidado de no hacerle daño. A pesar de sus intentos, Ghost seguía aferrado a ella como si no pudiera escucharla, su agarre se hacía más fuerte cuanto más intentaba liberarse.

Frustrada y un poco exasperada, Hornet comenzó a elevar más la voz. "¡Esto es ridículo! ¡Déjame ir!" Su tono se volvió más autoritario, casi como si estuviera dando una orden. Sin embargo, en su interior sabía que no podía usar toda su fuerza, no quería lastimarlo.

Pero Ghost no la soltaba, y Hornet, finalmente, decidió cambiar de táctica. "Ghost, escúchame. Ya me encuentro bien, no tienes que preocuparte tanto por mí. Estoy recuperada, y puedo cuidarme sola."

Ghost no parecía convencido. Su agarre no se relajaba en lo más mínimo. Sus manos parecían aferrarse con más fuerza a Hornet, como si al soltarla algo terrible fuera a ocurrir.

"¡Ghost!" gritó Hornet una última vez, ya sintiendo que su paciencia estaba llegando al límite. Pero justo cuando pensaba que tendría que liberarse usando más fuerza, Grimmchild comenzó a despertarse por el ruido, frotándose los ojos somnolientamente.

Sombra EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora