Acero y Pesadillas

291 46 9
                                    

La carpa de la compañía estaba envuelta en una penumbra casi tangible, sus paredes de tela negra y roja apenas permitían vislumbrar lo que había dentro. Brumm, quien los había guiado hasta la entrada, se detuvo justo antes de que cruzaran el umbral. Con un gesto solemne, levantó una mano y dijo: "Hasta aquí podrán llegar," refiriéndose tanto a sí mismo como a Hornet y Quirrel.

Hornet, siempre alerta, frunció el ceño y avanzó un paso, su aguja lista para cualquier eventualidad. "No pienso dejar que Ghost entre solo," declaró con firmeza, poniéndose a la defensiva.

Scarlett se giró hacia Hornet y, con una voz suave pero firme, le dijo: "No pasará nada, Hornet. Es mi padre."

Pero Hornet no se dejó convencer tan fácilmente. Apretando los labios, replicó con un tono lleno de tensión: "Eso no pasó la última vez que vinimos aquí, Scarlett. La última vez, Ghost y Grimm terminaron luchando. No puedo arriesgarme a que algo así vuelva a suceder."

Scarlett miró a Hornet, entendiendo su preocupación, pero sin dejar de lado su determinación. En su interior, sentía una mezcla de responsabilidad y miedo, pero también un deseo profundo de demostrarle a Hornet que podía manejar la situación. Sabía que estaba pidiendo mucho, pero su deseo de demostrar su propia valía superaba el miedo que le producía la posible confrontación. "Lo sé, pero esta vez es diferente. Mi padre no quiere pelear, solo quiere hablar. Confía en mí."

Hornet observó los ojos suplicantes de Scarlett y la calma decidida en Ghost, quien se había interpuesto entre ambas. Su instinto protector luchaba contra la lógica, pero al final, el cansancio y la confianza en su hermano la hicieron ceder. Finalmente, tras un tenso momento, suspiró y bajó su aguja, aunque no del todo convencida. "Si tardan demasiado, entraré," advirtió, su voz cargada de determinación. Quirrel, quien se había mantenido en silencio, asintió en apoyo, aunque no pudo evitar una expresión de preocupación.

Con la situación resuelta, Ghost y Scarlett cruzaron juntos el umbral de la carpa. El interior estaba envuelto en una oscuridad aún más densa, que parecía moverse ligeramente, como si la penumbra misma estuviera viva y acechante. Pronto, un susurro de movimiento quebró el silencio. Desde las sombras, una bandada de murciélagos oscuros emergió, criaturas que recordaban a Scarlett por su aspecto. Revoloteaban alrededor de los dos visitantes antes de unirse en el centro de la carpa, fusionándose en una figura alta y esbelta.

Grimm apareció ante ellos, con su habitual gracia, haciendo una reverencia elegante hacia Ghost antes de volver su atención hacia Scarlett. "Hija mía," dijo con una voz profunda y cálida, extendiendo sus brazos hacia ella.

Scarlett no dudó y se lanzó hacia su padre, envolviéndolo en un abrazo. "Papá, te he extrañado tanto," murmuró, su voz cargada de una mezcla de alivio y emoción. Durante ese breve instante, Ghost permaneció inmóvil, observando en silencio, sus ojos sin expresión fija, en la escena solo había una calma neutral.

Grimm, sintiendo la calidez del abrazo de su hija, cerró los ojos por un momento, disfrutando de la cercanía. Luego, separándose con delicadeza, comenzó a hablarles sobre el ritual. "El ritual está llegando a su fin," explicó, sus ojos rojos brillando con intensidad. "Pronto, Scarlett alcanzará su máximo potencial, lista para ayudar en la batalla que se avecina. Pero antes, aún quedan tres llamas por capturar," dijo, su tono volviéndose más grave. "Esas llamas están custodiadas por Grimarios Pesadilla, los más poderosos de todos."

"Cuando las obtengan, vuelvan a mí," continuó Grimm. "Entonces, llevaremos la llama eterna a su culminación." Hizo una pausa, sus ojos fijos en Ghost. "Pero antes de que partas, Caballero, quiero pedir un favor, un tiempo con mi hija."

Ghost se tensó ligeramente, no porque desconfiara, sino porque sabía lo que significaría dejar a Scarlett atrás, aunque solo fuera por un tiempo. Scarlett, por su parte, estaba atrapada en un torbellino de emociones. "Papá, sé que no hemos pasado mucho tiempo juntos..." comenzó a decir, su voz reflejando la batalla interna que libraba. "Pero también quiero estar con Ghost. No quiero dejarlo solo."

Sombra EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora