Lazos de Hermandad Parte 2

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Después de dejar a Hornet recuperándose, Ghost y Grimmchild se adentraron más profundamente en la caverna. La atmósfera se volvía más opresiva con cada paso que daban, el aire estaba cargado de una energía antigua y poderosa que parecía vibrar en las paredes mismas. Grimmchild volaba cerca de Ghost, sus ojos grandes y brillantes reflejaban tanto curiosidad como inquietud.

Finalmente, llegaron a una vasta cámara, su amplitud era abrumadora, y las sombras danzaban en las paredes, proyectadas por la tenue luz que se filtraba desde algún lugar desconocido. En el centro de la cámara, Ghost se detuvo al observar una gigantesca coraza, los restos de lo que alguna vez fue una deidad: el Wyrm. La coraza, ahora vacía y parcialmente desmoronada, se erguía como un monumento a un pasado olvidado, un símbolo de poder que había sucumbido al paso del tiempo.

Ghost avanzó con cautela, sus pasos resonaban en el silencio sepulcral de la caverna. A medida que se acercaban a la coraza, Ghost notó algo al fondo de la cámara, una luz brillante que emanaba desde el interior del enorme caparazón.

Con determinación, Ghost caminó hacia la fuente de la luz, su silueta diminuta contrastando con la magnitud de la coraza que lo rodeaba. Al llegar al centro, descubrió la fuente de la luz: la marca del rey, un símbolo antiguo y poderoso que brillaba con una intensidad etérea. Sin dudarlo, Ghost extendió su mano y tocó la marca. Al instante, la marca se incrustó en la parte trasera de su máscara, llenándolo con una sensación abrumadora de poder y propósito.

Sin embargo, el triunfo de ese momento fue breve. Tan pronto como la marca se fusionó con su máscara, la caverna comenzó a temblar violentamente. Pedazos de roca y escombros empezaron a caer del techo, como si la misma caverna estuviera reaccionando al poder desatado. Ghost, consciente del peligro inminente, cargó rápidamente el poder del Corazón de Cristal, preparándose para escapar.

Con un destello de luz, Ghost comenzó a moverse a gran velocidad hacia la salida de la caverna, Grimmchild volaba cerca, tratando de seguir el ritmo. Pero justo cuando parecía que iban a escapar a tiempo, un enorme pedazo de escombro cayó desde el techo, golpeando a Ghost con una fuerza devastadora y noqueándolo al instante.

Ghost cayó al suelo, su cuerpo inmóvil bajo el peso del escombro. Grimmchild, aterrorizada, voló hacia él y comenzó a empujar desesperadamente las rocas que lo aprisionaban, pero eran demasiado pesadas para su pequeño cuerpo. "G-Ghost... ¡despierta! ¡Por favor, despierta!" murmuró, su voz llena de desesperación mientras intentaba liberar a su compañero.

Los temblores de la caverna continuaban, y el tiempo se estaba agotando. Grimmchild no sabía qué hacer, el peso de los escombros era demasiado para ella. Pero entonces, en medio de su desesperación, escuchó un sonido familiar, un eco de pasos que resonaba en la caverna.

Hornet, herida y aún débil, había decidido seguir a Ghost a pesar de sus propias limitaciones. Con esfuerzo, apareció en la escena, jadeando por el esfuerzo que le había costado llegar hasta allí.

Sin perder tiempo, Hornet se acercó a Grimmchild. "¡Apártate!" dijo, su voz firme a pesar del dolor que sentía. Con determinación, comenzó a usar su seda, tejiendo rápidamente una red resistente alrededor de las rocas más grandes que atrapaban a Ghost. Con un fuerte tirón, usó toda la fuerza que le quedaba para desplazar los escombros, levantándolos y apartándolos de su cuerpo.

Los segundos parecieron alargarse en una eternidad mientras Hornet, con cada pedazo de escombro que retiraba, luchaba contra el agotamiento que amenazaba con derribarla. Finalmente, después de lo que pareció un tormento interminable, logró liberar a Ghost.

Hornet, jadeando por el esfuerzo, se dejó caer al lado de Ghost. Sabía que no podría moverse mucho más sin un poco de ayuda. Sacó una jeringa de sabiavida de su equipo, un líquido azul brillante que relucía en la tenue luz de la caverna. Sin dudarlo, se la aplicó en el brazo. El efecto fue casi inmediato: el dolor en sus músculos disminuyó y sus heridas se cerraron parcialmente. Sin embargo, sabía que no estaba completamente recuperada; la sabiavida solo le daba el impulso necesario para seguir adelante y sacar a Ghost.

Sombra EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora