Sombra Escarlata

Cristales y Sueños

Ghost avanzó cuidadosamente por la Cumbre de Cristal, sus pasos resonando en los estrechos caminos de cristal. Explorando el área, descubrió una puerta que lo llevaba de vuelta a Bocasucia, pero sintió que aún debía permanecer allí; había cosas por descubrir.

Continuó su exploración y se encontró con Cornifer, el cartógrafo, quien estaba tarareando mientras trabajaba en su mapa.

"¡Ah, hola de nuevo, viajero!" exclamó Cornifer. "Este lugar es fascinante, ¿verdad? Tan lleno de cristales y secretos. He estado trabajando en el mapa de esta zona ¿Te interesa?."

Ghost asintió y compró el mapa, agradeciendo a Cornifer.

"Cuidate mucho pequeñín, espero nos volvamos a ver en otra zona" Dijo Cornifer antes de que el Caballerito pudiera continuar.

Siguiendo su camino, vio una señal que indicaba la ubicación de un banco. Queriendo descansar un poco, se dirigió hacia allí. Sin embargo, al llegar, encontró un monstruo cubierto de cristal sentado en el banco. Ghost se acercó lentamente, observando al monstruo y permaneciendo atento. De repente, el monstruo abrió los ojos, y Ghost retrocedió, poniéndose en guardia para atacar.

Intercambiaron golpes. El monstruo disparaba rayos de cristal, pero Ghost los esquivaba con agilidad, saltando para evitarlos. Al final, Ghost logró derrotar al monstruo y recogió algunos geo que había soltado. Se sentó en el banco, recuperándose de la pelea, antes de continuar su exploración.

Después de haberse sentado en el banco y seguir explorando, Ghost encontró a Quirrel, quien estaba observando el paisaje de la Cumbre de Cristal.

"Ah, hola de nuevo, pequeño amigo," saludó Quirrel. "Este lugar es realmente impresionante, ¿no? Los cristales brillan con una luz que parece casi mágica. Pero también es un recordatorio de la fragilidad de este mundo. Todo puede romperse en un instante."

Ghost escuchaba atentamente, aunque no podía responder.

"Debemos seguir adelante, cada uno con su propia misión," continuó Quirrel. "Espero que encuentres lo que buscas, sea lo que sea."

Con esas palabras, Quirrel se despidió y Ghost continuó su camino, decidido a descubrir los secretos que la Cumbre de Cristal tenía para ofrecer.

Mientras avanzaba, encontró muchos caminos bloqueados, entre ellos, bloqueado por bichos con espinas de cristales, encontró una especie de llave, algo rara, no tenia idea para que le serviría, pero seria buena idea guardarla, nunca se sabe para que le ayudara en su aventura. Finalmente, encontró un sendero lleno de cristales. Cruzó un puente que se desmoronó detrás de él, dejándolo sin posibilidad de regresar por el mismo camino. En una estructura cercana, encontró un objeto que parecía un corazón hecho de cristal. Con este objeto, Ghost podía impulsarse, lo que le permitía superar obstáculos fácilmente.

Regresó al lugar donde había encontrado a Cornifer, recordando un camino a su izquierda similar al que había cruzado con el corazón de cristal. Usando su nueva habilidad, cruzó el camino y encontró un elevador que lo llevaba de vuelta a Bocasucia. Sin embargo, un presentimiento lo hizo volver, tal vez aquel corazón no era el único tesoro que se escondía en aquella zona.

Explorando más a fondo, encontró un pasillo lleno de obstáculos y monstruos que lanzaban cristales. Saltando y esquivando los ataques, llegó a un abismo con una estructura similar a un templo al otro lado. Decidió explorar el templo primero, usando su habilidad reciente para cruzar el abismo.

Dentro del templo, Ghost avanzó hasta encontrar un suelo frágil. Usó su Salto Desolador y cayó a una cámara inferior con estructuras flotantes. Saltando a través de ellas, encontró a un chamán encerrado en cristales, similar al que lo había ayudado al inicio de su aventura. Decidió liberarlo, pero al romper los cristales, el chamán se desintegró en partículas oscuras que envolvieron a Ghost.

Algo había cambiado en él; su Salto Desolador había mejorado, transformándose en una Oscuridad Descendente. Sintiendo que esta nueva habilidad le sería útil más adelante, decidió salir de allí golpeando una pared frágil hasta romperla.

Al salir, sintió curiosidad por el abismo cercano y decidió saltar. Cayó en una especie de cementerio. Avanzando, se encontró con tres estatuas misteriosas y las observó por un momento. Cuando intentó avanzar, chocó contra una pared invisible, entonces decidió volver, pero se encontró con lo mismo, Ghost se encontraba atrapado. Intentó usar sus poderes de alma y golpear las paredes, pero no tuvo efecto. En su frustración, golpeó levemente a las estatuas, y de ellas emergieron los tres soñadores.

"¿Por qué te adentras en estos lugares oscuros, pequeño guerrero?" preguntó Monomon, una de las soñadoras.

"Tu presencia aquí no es bienvenida," añadió Lurien. "Debes abandonar este lugar."

"No podemos permitir que interfieras," dijo Herrah. "El destino de Hallownest está en juego."

Antes de que Ghost pudiera reaccionar, los soñadores lo envolvieron en una energía misteriosa, sumiéndolo en un sueño profundo. Dentro del sueño, Ghost se encontraba en un pequeño fragmento de tierra flotante. No sabía a dónde ir, pero de pronto apareció una polilla que hizo aparecer más pedazos flotantes. Ghost sin ninguna otra opción, siguió el camino marcado por la polilla, llegando a una estatua.

La polilla se detuvo frente a la estatua y comenzó a hablar con Ghost. "Pequeño guerrero, has demostrado gran valentía al llegar hasta aquí," dijo la polilla. "Esta tierra está llena de secretos y peligros, pero también de poder. Has sido elegido para llevar a cabo una misión importante."

De repente, apareció un mango de aguijón extraño, y la polilla lo incitó a tomarlo. "Este aguijón contiene un poder antiguo," continuó la polilla. "Tómalo y deja que su fuerza te guíe en tu travesía."

Ghost agarró el mango, que saco un filo brillante, y un resplandor blanco lo envolvió.

En un lugar distante, dentro de un oscuro y misterioso teatro, Grimm dormía en su trono. De repente, se despertó abruptamente, sus ojos rojos brillando con intensidad.

"Algo ha ocurrido..." murmuró Grimm, sintiendo una perturbación en el aire, aunque no podía identificar qué era exactamente. "Siento un cambio... algo significativo."

Grimm se levantó lentamente, su mirada fija en la oscuridad. Al girarse, su mirada se posó en una pequeña figura dormida en una cuna de sombras. Su hija, su Grimmchild, aún era una cría, incapaz de hablar o de valerse por sí misma. Grimm se acercó y acarició suavemente la frente de su hija, su expresión oscura y decidida.

"He compartido contigo una parte de mi poder," murmuró Grimm, "pero no es suficiente. El Maestro no permitiría que te diera más. Sabemos que debes completar el ritual para obtener tu propio poder."

Se volvió hacia Brumm, su leal sirviente. "Brumm, prepara todo. No sabemos qué nos depara, pero debemos estar listos para partir."

Brumm asintió solemnemente, comenzando a prepararse para el viaje. La tensión en el aire era palpable, y ambos sabían que algo grande estaba por suceder, aunque aún no podían precisar qué era.

Grimm observó a su pequeña hija una vez más, su corazón latiendo con anticipación. Algo dentro de él le decía que los eventos que estaban por desarrollarse cambiarían el curso de su destino y el de su hija.

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Pues no hay mucha explicación en este capítulo, solo quise que el Caballerito encontrara el aguijón onírico porque pues lo necesitamos para muchas cosas incluido el ritual, y que Grimm de alguna forma lo sintiera, se me hizo una buena idea.
Las ideas me vinieron ahorita, a las 6 am, así que toca echarse un sueñito. Que recuerdos, la primera vez que fui a cumbre, tarde hrs en pasarlo jajaja. En fin, nos vemos en la siguiente parte.