La noche comenzó con un halo de esperanza para Jimin. Aunque el dolor de la separación seguía pesando sobre él, Taehyung había convencido a Jimin de que una salida podría ser una distracción bienvenida. La fiesta a la que asistieron era en un elegante salón de eventos, decorado con luces brillantes y música vibrante. La atmósfera era festiva y el bullicio de la multitud proporcionaba un breve escape de la rutina diaria.Al llegar, Jimin notó que el lugar estaba lleno de personas de diferentes edades y estilos. Las conversaciones animadas y la música alegre creaban un contraste llamativo con su estado emocional. Taehyung, siempre el anfitrión entusiasta, lo guió hacia un grupo de amigos, intentando integrarlo en la conversación y animarlo.
—¡Jimin, quiero que conozcas a algunos amigos! —dijo Taehyung con entusiasmo, presentándolo a un grupo de personas que se conocían desde hace tiempo—. Chicos, este es Jimin. Es un gran amigo mío y está pasando por un momento difícil.
Las introducciones fueron amables y la conversación fluyó con facilidad. Aunque Jimin hizo un esfuerzo consciente por participar y divertirse, su mente seguía regresando a los recuerdos de Yoongi y la reciente conversación que habían tenido. La música y las luces creaban una especie de escapismo, pero la tristeza aún se hacía presente.
Taehyung, observando la actitud reservada de Jimin, le acercó una copa de cóctel más fuerte, tratando de animarlo. Jimin la aceptó, tomando un sorbo y sintiendo el calor del alcohol en su garganta. La bebida parecía ayudar a suavizar las aristas de la noche, y poco a poco comenzó a relajarse. Se unió a los juegos de beber y las conversaciones, sintiéndose un poco más enérgico.
A medida que la noche avanzaba, Jimin y Taehyung estaban cada vez más ebrios. Las copas de cóctel se convirtieron en copas de vino, seguidas de algunos shots. La música era cada vez más animada, y la gente se movía con mayor libertad, bailando y riendo con despreocupación. Los efectos del alcohol hicieron que la fiesta se convirtiera en una serie de momentos caóticos y descontrolados.
En un momento, mientras Jimin se dirigía a la barra para conseguir otra bebida, se encontró con alguien familiar. Sehun, el chico que había conocido hace dos noches. Sus ojos se encontraron y, al principio, hubo una fracción de segundo de sorpresa antes de que Sehun se acercara con una sonrisa amigable.
—¡Jimin! ¡Qué sorpresa verte aquí! —exclamó Sehun, extendiendo la mano en señal de saludo—. ¿Cómo has estado?
Jimin sonrió, sintiendo un atisbo de alivio al ver una cara conocida en medio de la multitud.
—¡Sehun! No esperaba encontrarte aquí. He estado... pasándola, supongo. ¿Y tú?
Sehun asintió, su expresión mostrando simpatía.
—Yo también. A veces es bueno salir y distraerse un poco. ¿Te gustaría acompañarme a la pista de baile? Un poco de movimiento puede ser bueno para despejar la mente.
Jimin, ya con el equilibrio afectado por el alcohol, aceptó la invitación. La pista de baile estaba llena de gente moviéndose frenéticamente al ritmo de la música. Jimin y Sehun se unieron al grupo, bailando con una intensidad que reflejaba la mezcla de euforia y desinhibición que el alcohol proporcionaba. La música era atronadora, y Jimin se sintió como si estuviera en otro mundo, completamente desconectado de sus problemas.
A medida que la noche avanzaba, el nivel de embriaguez de Jimin y Taehyung se hacía evidente. La conversación se volvía cada vez más incoherente, y los movimientos de baile eran más descontrolados. Jimin reía con frecuencia, a veces sin motivo aparente, mientras intentaba mantener el equilibrio en medio del caos de la pista.
Sehun se mostró comprensivo y acompañó a Jimin en su estado de embriaguez, mientras Taehyung, también visiblemente ebrio, estaba en medio de una conversación animada con otros invitados, llevando la fiesta a un nivel de ruido y locura aún mayor. La fiesta se convirtió en una serie de momentos desordenados, con gente bailando de manera desenfrenada y la música a un volumen que hacía que todo pareciera aún más surrealista.
La energía en la pista de baile era contagiosa, y Jimin se dejó llevar por el ritmo frenético de la música. Sehun, bailando cerca de él, se mostró cada vez más cercano y juguetón. La proximidad y el efecto del alcohol hicieron que Jimin se sintiera más audaz. En un momento de impulso y emoción, Sehun se acercó a Jimin, sus movimientos sincronizados y sus risas compartidas creando una conexión palpable entre ellos.
Jimin, sintiendo una mezcla de liberación y confusión, se dejó llevar por el momento. La atracción entre ellos se hizo más evidente, y sin previo aviso, Sehun lo miró a los ojos, su mirada cargada de un deseo que Jimin no pudo ignorar. Fue un movimiento sutil pero significativo: Sehun tomó el rostro de Jimin entre sus manos, acercándose lentamente.
El beso llegó de manera inesperada pero intensa. Sehun lo besó con una urgencia contenida, y Jimin respondió con la misma intensidad. El calor de la pasión y la embriaguez se mezclaron, convirtiendo el beso en algo visceral y desinhibido. El mundo alrededor de ellos parecía desvanecerse mientras se entregaban al momento, sus cuerpos moviéndose en perfecta sincronía con la música y el alcohol que fluía en sus sistemas.
La conexión entre ellos fue breve pero intensa. Cuando el beso terminó, ambos se separaron, respirando con dificultad y mirándose con una mezcla de sorpresa y deseo. La atmósfera de la fiesta y el alcohol habían creado un espacio donde los límites se desdibujaban, y el beso se convirtió en un reflejo de la confusión y el anhelo que ambos sentían.
Después del beso, Jimin y Sehun volvieron a un rincón del salón, donde intentaron procesar lo que había sucedido. Taehyung, también visiblemente ebrio se besaba con un chico casi comiéndoselo junto con la fiesta seguía su curso desenfrenado. Jimin y Sehun se sentaron en un sofá cercano, Jimin sobre el besándolo con desesperación, mientras la embriaguez seguía nublando sus pensamientos.
La noche avanzaba y la cantidad de alcohol en sus sistemas seguía aumentando. Los momentos de alegría y descontrol se alternaban con breves instantes de reflexión y confusión. Jimin, aunque divertidamente agotado, se dio cuenta de que la noche había sido un torbellino de emociones y experiencias inesperadas.
Finalmente, cuando la fiesta comenzó a decaer, Taehyung sugirió que regresaran al apartamento. Jimin, se dejó guiar por sus amigos hacia el coche. El trayecto de regreso al apartamento estaba cargado de risas descontroladas y conversaciones entrecortadas. El efecto del alcohol hacía que todo pareciera una serie de momentos desconectados, donde la realidad y la fiesta se entrelazaban en una mezcla caótica.
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TRUE LOVE YOONMIN
FanfictionEra el amor de su vida pero aún así se acostaba con su secretaria.