36

26 6 0
                                    

Caminó con pasos firmes por el pasillo hacia la sala de juntas privada. La investigación había avanzado, y todas las pruebas apuntaban a un único responsable: Hyuna. Aunque ella ya no trabajaba en la empresa, había logrado mantener acceso a ciertas cuentas y desviar fondos sin ser detectada. Este era el momento de confrontarla y ponerle fin a la situación.

Había citado a Hyuna en un restaurante discreto, lejos de la oficina y de cualquier mirada que pudiera esparcir rumores. Sabía que esta confrontación debía manejarse con cautela. Al llegar, la encontró sentada, impecable como siempre, con una sonrisa astuta que sólo hizo que sus sospechas aumentaran.

—Hyuna —dijo Yoongi con voz fría al tomar asiento frente a ella—. Gracias por venir.

Hyuna le devolvió una mirada calculadora, como si pudiera leer en sus ojos la tormenta que se avecinaba.

—Siempre es un placer, Yoongi. Sabes que estoy dispuesta a ayudarte en lo que necesites.

Él no perdió tiempo en rodeos.

—¿Crees que soy un tonto, Hyuna? —preguntó, directo—. La auditoría ha revelado desvíos de fondos, y todas las pistas llevan a ti. Sabías bien que al dejar la empresa habías perdido toda oportunidad aquí. Y, sin embargo, encontraste la manera de colarte en nuestras finanzas.

Hyuna esbozó una sonrisa suave, nada intimidada por el tono de Yoongi.

—Oh, Yoongi... ¿de verdad crees que yo sería tan obvia? Quizá es solo una coincidencia, un error en el sistema. Tal vez alguien está tratando de incriminarme. Después de todo, tú me despediste sin justificación.

Yoongi apretó los dientes, consciente de que Hyuna intentaba manipular la conversación. Sin embargo, no iba a dejarse llevar por su juego.

—Sé muy bien de lo que eres capaz, Hyuna —contestó, manteniendo la compostura—. No he olvidado cómo usaste nuestra relación para tu propio beneficio. Intentaste destruir mi vida personal, y ahora estás tratando de arruinar la empresa.

Hyuna se inclinó hacia él, su voz apenas un susurro.

—Yoongi, tú y yo tenemos una historia. No puedes ignorarlo tan fácilmente. Nos hemos acostado muchas veces, ¿recuerdas?, lo bien que la pasábamos en mi cama —dijo, dejando que sus palabras flotaran en el aire con intención—. Jimin jamás podrá ofrecerte lo que teníamos nosotros.

Yoongi la miró con un desprecio que no se molestó en ocultar. Esa táctica, el recordatorio de un pasado que él quería dejar atrás, no surtiría efecto esta vez.

—Lo que tuvimos fue un error, Hyuna. Un error que no volveré a cometer. Estoy con Jimin porque lo amo y porque él representa lo mejor de mí. Tú, en cambio, te has convertido en alguien que no reconozco.

La sonrisa de Hyuna se desvaneció, dando paso a una expresión fría y calculadora.

—¿De verdad piensas que puedes deshacerte de mí tan fácilmente? —preguntó, en un tono que era a la vez una advertencia y una amenaza—. Yoongi, si sigues con esto, no solo perderás la empresa, sino que te aseguro que Jimin también sufrirá las consecuencias.

Yoongi se levantó de su asiento, y por un momento, dejó ver el enojo que hervía en su interior.

—Te estoy advirtiendo, Hyuna. Si vuelves a hacer algo que perjudique a Jimin o a la empresa, me aseguraré de que enfrentes las consecuencias. Esta vez, no habrá segundas oportunidades para ti.

Hyuna lo miró con una mezcla de desprecio y furia contenida. Sabía que él hablaba en serio, pero no parecía dispuesta a rendirse tan fácilmente.

—Recuerda esto, Yoongi: a veces, las personas que amas pueden ser las que más daño te causen —dijo ella, antes de levantarse y marcharse del restaurante, dejándolo con una última amenaza en el aire.

Yoongi se quedó en silencio, su mirada fija en la puerta por donde Hyuna había salido. Sabía que había despertado una bestia, pero estaba decidido a proteger a Jimin y a su empresa, sin importar el precio.

TRUE  LOVE YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora