La Tormenta de Inazuma eleven

La Tormenta Se Aproxima

El vestuario del Raimon está inusualmente silencioso. Después del descubrimiento de Axel sobre la "Operación Tormenta", la atmósfera está cargada de tensión y preocupación. Mark Evans, como capitán, sabe que debe mantener a su equipo enfocado.

Mark Evans: (Con voz firme) - Escuchen todos, sabemos que algo está en marcha, pero no podemos dejar que eso nos distraiga de nuestro objetivo. Tenemos que mantenernos unidos y seguir adelante.

Axel Blaze: (Asintiendo) - Mark... tu siempre teniendo una respuesta positiva para todo...

Shawn Frost: (Concentrado) - Ese es nuestro capitán

Tori: (Determinada) - Ray Dark y su equipo no saben con quién se están metiendo. Vamos a demostrarles que el Raimon no es fácil de manipular.

El equipo se prepara para el entrenamiento, pero la sensación de incertidumbre sigue presente. Saben que deben estar en su mejor forma para poder ganar el próximo partido

[En la Royal Academy]

Ray Dark observa el campo desde su oficina. A su lado, varios miembros de su equipo analizan los planes de la "Operación Tormenta". Aunque Axel logró escapar con algunos documentos, Ray Dark parece tranquilo, incluso satisfecho. Ya que él pudo ver cómo agarraba a unos documentos desactualizados por parte de Axel

Ray Dark: (Con una sonrisa siniestra) - Dejarlos descubrir una parte del plan fue una jugada calculada. Ahora están asustados, inseguros... exactamente donde los quiero.

Uno de sus asistentes, un hombre de aspecto serio y encapuchado, revisa los informes con Ray.

Encapuchado: (Con voz grave) ¿Estás seguro de que fue prudente dejar que Axel Blaze descubriera esos documentos?

Ray Dark: (Confiado) - Todo va según lo planeado. Raimon está alerta, sí, pero no tienen idea de lo que realmente se avecina. La verdadera 'Tormenta' todavía está en camino, y cuando llegue, será demasiado tarde para ellos.

Encapuchado: (Asintiendo) - Entonces, ¿cuál es el próximo paso?

Ray Dark: (Con un brillo peligroso en los ojos) -Que jueguen su próximo partido. Observemos cómo se desenvuelven, y luego, en el momento más inesperado... lanzaremos nuestra jugada

Ray Dark mira por la ventana, viendo cómo su sombra se extiende sobre el campo de juego. La confianza en su plan es inquebrantable, y sabe que tiene la ventaja de la sorpresa.

[En la Royal Academy, en un campo de entrenamiento privado]

Yuki Blaze está solo, entrenando en silencio. Su enfoque es implacable, y la precisión de sus movimientos es casi inhumana. A pesar de su apariencia tranquila, dentro de él arde una determinación feroz. No solo juega por sí mismo, sino también por algo más profundo, algo que lo conecta con Axel de una manera que nadie más entiende.

Yuki Blaze: (Para sí mismo) - Axel... sé que estás intentando entenderme, pero hay cosas que no puedes saber aún. La tormenta se aproxima, y cuando llegue, estaré listo.

Su voz es fría, como el hielo que parece manipular en sus técnicas, pero hay un toque de tristeza que resuena en sus palabras. Él sabe que el camino que ha elegido lo pone en una posición peligrosa, pero no retrocederá.

Yuki Blaze: (Con una mirada decidida) - No importa lo que Ray Dark planee, mi objetivo sigue siendo el mismo. ¡Nada me detendrá!

[De vuelta en el campo de entrenamiento del Raimon]

Mientras el equipo Raimon se entrena, cada jugador siente la presión, pero nadie habla de ello. La tensión es palpable, y aunque se esfuerzan por concentrarse en su juego, la sombra de la "Operación Tormenta" cuelga sobre ellos.

Nathan Swift: (A Axel, en voz baja) -¿Estás bien? Se te ve distraído últimamente

Axel Blaze: (Mirando a sus compañeros) -No lo sé, Nathan. Mi cabeza no está para pensar ahora, no sé qué hacemos aquí jugando sabiendo que nos enfrentamos a alguien peligroso como Ray Dark

Nathan Swift: -Axel, nos hemos enfrentado a cosas peores, e incluso a unos alienigenas, y a Ray Dark ya le vencimos una vez, esta no será diferente

Axel Blaze: - Espero que sea así... (Suspira)

El entrenamiento continúa, pero todos saben que el próximo partido será más duro aún. Será una prueba de su fortaleza y determinación. Axel mira hacia el horizonte, sabiendo que la tormenta está cerca, y con la esperanza de que, cuando llegue, el Raimon esté listo para enfrentarlo.