La Tormenta de Inazuma eleven

El Inedito Entrenador

Es una mañana fresca en la Academia Raimon, y los jugadores están reunidos en el campo de entrenamiento, esperando con expectativa. Hoy es el día en que conocerán a su nuevo entrenador, un cambio que ha causado revuelo entre los miembros del equipo. Mientras charlan nerviosamente, algunos tratan de adivinar quién será.

Yuki Blaze permanece en silencio, su mirada fija en la entrada del campo. Aunque su expresión es calmada, está tan interesado como los demás en descubrir a la persona que guiará al equipo.

De repente, un hombre de porte firme y semblante serio entra al campo. Su presencia impone respeto inmediatamente. Tiene el cabello oscuro con algunas canas y una expresión que denota experiencia y determinación. Junto a él, camina una chica con cabello morado, vestida con su uniforme de gerente: Camellia Travis.

Entrenador Travis: Buenos días, equipo. Soy Percival Travis, y desde hoy seré su nuevo entrenador.

Jude Sharp: - Travis es conocido por ser un estratega brillante y un entrenador que no tolera la mediocridad.

Muchos sienten una mezcla de admiración y aprensión, conscientes de que los desafíos están por venir

Yuki observa al entrenador con atención, notando la presencia de Camellia a su lado. No es la primera vez que la ve, pero es la primera vez que se da cuenta de su conexión directa con el nuevo entrenador.

Entrenador Travis: - Sé que todos están ansiosos por demostrar su valía. Tengo grandes expectativas para este equipo, y juntos vamos a trabajar duro para alcanzar nuestros objetivos. Pero recuerden, el fútbol no es solo un juego de habilidades, es un juego de mentes. Aquí no solo se entrenará el cuerpo, sino también la estrategia y la mentalidad.

ENTRENAMIENTO

El entrenamiento comienza, y desde el primer momento, se nota la diferencia en el enfoque. Travis implementa ejercicios que no solo se centran en la resistencia y la técnica, sino también en la toma de decisiones rápida y la adaptabilidad. Yuki se destaca, como siempre, con su Paso de Hielo, deslizando por el campo con precisión, pero Travis no tarda en ponerlo a prueba.

Entrenador Travis: - Yuki, tu técnica es impresionante, pero quiero que pienses más allá del movimiento. El fútbol es un juego de patrones y anticipación. Quiero que uses tu técnica para prever los movimientos de tus oponentes y crear oportunidades, no solo para ti, sino para el equipo.

Yuki asiente, entendiendo la dirección de Travis. Es un enfoque que le recuerda a las lecciones de su abuelo por parte de madre, donde el control del campo era tan importante como las habilidades individuales. Con esto en mente, se concentra en aplicar las indicaciones de Travis durante el entrenamiento, buscando anticipar no solo sus movimientos, sino también los de sus compañeros y oponentes.

Mientras el entrenamiento avanza, Travis observa a cada jugador con un ojo crítico, pero cuando su mirada se posa en Yuki, es evidente que tiene un interés particular en el joven mediocampista/delantero. Camellia, quien ayuda a su padre como gerente, también sigue de cerca el desempeño de Yuki, aunque con una timidez que no pasa desapercibida.

Después del entrenamiento, mientras los jugadores se dispersan, Yuki decide quedarse un poco más en el campo, practicando tiros a puerta. Mientras lo hace, nota que Camellia lo observa desde la distancia, sin atreverse a acercarse. Sintiéndose algo curioso, decide acercarse él.

Yuki Blaze: - Camellia, ¿todo bien?

Camellia, sorprendida, baja la mirada y juguetea nerviosamente con el borde de su chaleco.

Camellia Travis: - Sí, solo... solo estaba revisando algunas cosas del entrenamiento. Estás... trabajando duro.

Yuki asiente, aunque puede ver que hay algo más detrás de sus palabras.

Yuki Blaze: - Gracias. Tu padre es un entrenador exigente, pero creo que eso es lo que necesitamos para mejorar.

Camellia asiente rápidamente, sin saber exactamente qué decir. La timidez la domina, pero hay algo en Yuki que le da un pequeño impulso de valentía.

Camellia Travis: - Mi padre... él cree mucho en la disciplina y en la estrategia. Pero también se preocupa por los jugadores. Creo que... piensa que tienes un gran potencial, Yuki.

Yuki se queda en silencio por un momento, procesando las palabras de Camellia. No es usual que reciba elogios de esa manera, y menos viniendo de la hija del entrenador. Finalmente, esboza una pequeña sonrisa.

Yuki Blaze: Haré lo mejor que pueda para no defraudarlo. Y... gracias por decírmelo, Camellia.

Camellia asiente tímidamente, y antes de que la conversación se torne demasiado incómoda, da un paso hacia atrás.

Camellia Travis: - Bueno, debo volver a la oficina. Nos vemos, Yuki.

Yuki Blaze: - Nos vemos, Camellia.

Mientras ella se aleja, Yuki se queda pensando en las palabras de Camellia y en la figura de su nuevo entrenador. Sabe que se avecinan tiempos difíciles, pero está más decidido que nunca a dar lo mejor de sí, no solo por el equipo, sino también por la expectativa que Travis ha depositado en él.

OFICINA

Esa noche, en su oficina, Travis revisa las grabaciones del entrenamiento, evaluando a cada jugador. Camellia entra silenciosamente, llevando una bandeja con té.

Camellia Travis: Padre, ¿qué opinas del equipo?

Travis toma una taza de té, pero no quita los ojos de la pantalla.

Entrenador Travis: Tienen potencial, pero aún les falta mucho por aprender. Yuki es un caso interesante. Tiene talento natural, pero aún no ha explotado todo lo que tiene dentro. Es frío, calculador... me recuerda a alguien que conocí en mis primeros días como entrenador.

Camellia observa la expresión pensativa de su padre. Ella sabe que él rara vez habla con tanto interés sobre un jugador, y eso solo aumenta su curiosidad y admiración por Yuki.

Camellia Travis: - Creo que Yuki puede llegar muy lejos, si tiene la guía correcta.

Travis asiente, finalmente apartando la vista de la pantalla para mirar a su hija.

Entrenador Travis: - Así es. Y nosotros estaremos aquí para darle esa guía.

Con esas palabras, Travis se sumerge de nuevo en su análisis, mientras Camellia se retira silenciosamente, sintiéndose más motivada que nunca para apoyar a su padre y al equipo.