Después de la pachanga
Yuki Blaze se encontraba en su habitual lugar de descanso, en el balcón de su habitación. Desde allí, podía observar el vasto océano
Esa noche, alguien inesperado rompió el silencio. Camellia Travis, se acercaba lentamente a él desde la parte trasera del hotel. Aunque estaba acostumbrada a ver a los jugadores desde las gradas o junto a su padre, en esta ocasión sentía una curiosa atracción hacia el solitario jugador que siempre se apartaba del resto.
Camellia: (sonriendo suavemente) - Siempre parece que estás muy lejos de todos, Yuki.
Yuki giró la cabeza lentamente, apenas sorprendido. Camellia era alguien que no solía buscar conversaciones superficiales, así que sabía que si había decidido hablar con él, debía ser por algo importante.
Yuki Blaze: (con voz tranquila) - A veces es más fácil concentrarse estando solo.
Camellia: (mirando al horizonte) ¿Eso es lo que quieres? ¿Estar solo?
Su tono no era acusatorio, pero sus palabras provocaron una breve pausa en Yuki. Por un momento, el joven se quedó observando las olas rompiendo suavemente contra la orilla. Sabía que sus respuestas solían ser frías, pero la pregunta de Camellia le hizo reflexionar.
Yuki Blaze: (tras un breve silencio) - No lo sé. Lo único que importa ahora es ganar.
Camellia lo miró de reojo, notando la rigidez en su respuesta. Aunque Yuki mantenía siempre una postura estoica, ella podía ver que había más en su interior. Una tensión que no era solo parte de la competencia, sino algo más profundo.
Camellia: (suavizando su tono) ¿Y qué pasará después de ganar? ¿Seguirás estando solo?"
Yuki la miró de nuevo, pero esta vez su semblante se relajó apenas perceptiblemente. Nadie le había preguntado algo así antes. Siempre había estado enfocado en el éxito, en el control absoluto de cada jugada y en superar cualquier obstáculo, pero nunca se había detenido a pensar en qué venía después.
Camellia se acercó un poco más, su cabello morado ondeando suavemente con la brisa marina.
Camellia: - Mi padre siempre dice que los verdaderos campeones no solo ganan en el campo, sino que también aprenden a ganar en la vida. Tal vez no sea cuestión de estar solo o de ser el mejor. Tal vez sea cuestión de encontrar algo más que te motive.
Las palabras de Camellia calaron hondo en Yuki, aunque él no lo mostró inmediatamente. Sabía que había verdad en lo que decía. Había pasado tanto tiempo aislándose, construyendo una muralla emocional, que había olvidado lo que significaba compartir momentos o pensamientos con otros fuera del fútbol.
Yuki Blaze: (mirando al suelo) - Tal vez tienes razón. Pero no sé si puedo permitirme ese lujo ahora.
Camellia sonrió cálidamente, comprendiendo su conflicto interno.
Camellia: (con voz suave) - No es un lujo, Yuki. Es parte de ser humano. Todos necesitamos a alguien, incluso los más fuertes.
Yuki dejó escapar un leve suspiro, un signo de que, al menos en su interior, sus palabras habían tocado algo. Antes de que pudiera responder, Camellia cambió ligeramente el tema, pero mantuvo la calidez en su voz.
Camellia: - ¿Sabes? Te he visto jugar muchas veces. Hay algo en tu estilo que me recuerda a las olas del mar... tranquilo y constante, pero imparable cuando se lo propone.
Yuki Blaze: (mirándola, un poco sorprendido)
- ¿Las olas del mar?"Camellia: (riendo suavemente) - Sí. Siempre van y vienen, pero nunca dejan de avanzar. Eso es lo que veo en ti. No importa lo que suceda a tu alrededor, siempre mantienes la calma y sigues adelante.
Yuki, por primera vez en mucho tiempo, sintió una ligera sonrisa formarse en sus labios. Aunque breve, esa sonrisa era sincera. Las palabras de Camellia le habían dado una nueva perspectiva, una que no había considerado hasta ahora.
Yuki Blaze: (asintiendo lentamente) - Gracias... Camellia.
La joven Travis se sorprendió gratamente al escuchar su nombre en labios de Yuki, quien rara vez interactuaba con otros de manera tan directa.
Camellia: (con una sonrisa sincera) -No hay de qué. Solo recuerda que no estás solo. Siempre habrá gente que quiera estar a tu lado, si se lo permites.
Con esas palabras, Camellia se despidió, dejándolo reflexionar en silencio una vez más. Sin embargo, esta vez, Yuki ya no sentía el mismo vacío o frialdad que solía acompañarlo. Había algo nuevo en su corazón, una ligera chispa que, aunque pequeña, empezaba a cambiar su forma de ver las cosas.
Observando las estrellas. Pero esta vez, sus pensamientos no giraban solo en torno al próximo partido o a ser el mejor. Ahora, pensaba en lo que Camellia le había dicho. Pensaba en lo que significaba realmente ser fuerte, no solo en el campo, sino también fuera de él.
Yuki: - Con que las olas del mar... (suspira)
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La Tormenta de Inazuma eleven
FanficUna historia con un chico con un pasado misterioso y horrible que empieza a conocer el amor del futbol, todo empieza con un chaval llamado Yuki Blaze, primo cercano de Axel Blaze que por motivos de la vida tuvo que jugar con la Royal Academy