CAP. 2 *

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NIZAN

Estaba esperándola, sabía que tarde o temprano tenía que aparecer, ésas fueron las órdenes de su padre el rey Lucius, que esperase en éste pueblucho a que ella llegara y que la protegiera y condujera hasta el reino.

De repente una silueta a mi lado me saco de mis pensamientos. Estupendo!

- Vaya rubiales, qué se te ha perdido por aquí? - le pregunté -

- No soy rubiales, me llamo Gabriel y la misma pregunta te podría hacer yo a ti.

- Tú sabes muy bien a lo que he venido.

- Pues ya te puedes ir a enterrar huesos por ahí, porque ella se viene conmigo!

El mocoso éste me acababa de decir que me fuese a enterrar huesos?

- No estés tan seguro de éso rubiales, el que debería irse de aquí eres tú. Ella se viene conmigo.

- Escúchame, la reina me mando guiarla y protegerla hasta el reino así que no me pienso mover de aquí.

Con el engendro éste aquí se me iban a complicar algo las cosas, ya se me ocurriría algo par hacerlo desaparecer.

- Pues yo por parte del rey tengo que cumplir la misma función así que, tampoco pienso moverme.

En ése momento la sentí, el rubiales y yo dejamos de discutir y miramos hacia el mismo punto. Dios mío era una belleza!

Tenía el cabello largo dorado, sus ojos eran almendrados color miel, su piel estaba algo bronceada y su cuerpo...

Miré al rubiales, no le quitaba los ojos de encima. Creo que el engendro y yo tendríamos problemas.

Tenía que acercarme a ella antes que él, como fuera!

ALEX

Dios, que mareada me siento!

Cerré los ojos mientras masajeaba mis sienes. Comencé a percibir ruidos de personas, hombres y mujeres voceando para vender sus productos, risas de niños, caballos,...

Un momento... Abrí los ojos rápidamente y me encontré en medio de lo que parecía ser un mercado medieval.

Comencé a asustarme. Dónde diablos estaba? Dónde se encontraban mis abuelos?

Mi cabeza no dejaba de hacerse preguntas sin obtener respuestas, me di un pequeño pellizco en el brazo y sentí el dolor, ésto no era uno de mis sueños. Respuestas Alex, busca respuestas.

Decidí ser valiente y me acerqué a un puesto de fruta.

- Disculpe señor! - le levanté la mano para que me viera -

El hombre se volteo y me miró algo extrañado, alomejor no entendía mi idioma.

- Dígame señorita, en que puedo atenderla?

Pues si, me había entendido.

- Podría decirme dónde me encuentro?

El hombre frunció el ceño pero me respondió amablemente.

- Estás en Campel pequeña.

Después de contestar a mi pregunta me dió la espalda y siguió faenando.

Vale, entonces estoy en Campel....dónde diablos se encuentra Campel? Y por qué estoy aquí?
Para colmo está anocheciendo! Será mejor que busque algún lugar donde pasar la noche y comer algo. Con suerte por el camino encuentro alguna cabina teléfonica y puedo contactar con mis abuelos.

Recordé que no tenía dinero, ésto cada vez se ponía peor... Toqué sin querer la bandolera y recordé lo que mi abuelo me dijo. Sin perder tiempo, inspeccioné lo que había dentro. Una navaja.... Una navaja?! Para qué querría yo una navaja? Bueno, pensándolo bien, era un buen utensilio para la supervivencia. Seguí rebuscando, vi algo de ropa, una pieza de fruta, una bolsa de frutos secos y un monedero. Genial un monedero! Lo saqué y lo abrí al instante, qué son éstas piedras?

Me fijé en un par de personas y vi que las usaban para pagar a los comerciantes. Suspiré aliviada, pero una duda repentina me vino a la cabeza.

Mis abuelos sabían que ésto pasaría? Por qué nunca me lo dijeron?

Continué caminando pensando en ésa posiblidad hasta que tropecé con algo que casi me hace caer.

UN NUEVO DESTINO (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora