CAP.20

369 32 1
                                    

ALEX

La historia que acababa de contarme la reina me recordaba a esa canción que tanto me gustaba que me cantará mi abuela.

- De qué canción se trata querida? - me preguntó la reina -

- Es una canción que me cantaba mi abuela desde que era pequeña. Quiere que se la canté?

- Por supuesto querida - me sonrió -

- Dice así:

EN UN REINO DONDE TODO ESTA DIVIDIDO EN DOS,

DONDE EL TIEMPO ENTIERRA LOS MALOS RECUERDOS PERO NO LOS CURA,

DONDE LAS HERIDAS ABIERTAS PUEDEN SANAR PERO NO EL DOLOR QUE NOS CAUSA RECORDAR.

TÚ Y YO SOMOS DOS ESTRELLAS DETENIDAS EN EL ESPACIO,

SEPARADAS POR LA DISTANCIA Y UNIDAS POR EL RECUERDO.

LOS PROBLEMAS SE TIENEN QUE ENFRENTAR, HABLAR, RESOLVER Y TERMINAR.

LA LLEGADA DE NUESTRO AMOR, ACABARÁ CON NUESTRO DOLOR Y ENTONCES SERÁ CUANDO APAREZCA LA UNIÓN DE UN NUEVO SOL.

Los dejé a todos sin habla, aunque Gabriel y Nizan ya me habían escuchado pero parecía como si ésta hubiera sido la primera vez que lo hacían. La reina aplaudió emocionada.

- Es una canción muy bella Alejandra, sobretodo si sale de una hermosa voz como la tuya - me dijo, yo me sonrojé -

- Majestad - me puse seria - llevo rato dandole vueltas a una pregunta que no consigo responderme. Si usted y Lucius ya son reyes, dónde esta su hija?

El comedor enmudeció de golpe, no se oía ni el ruido de una mosca.

- Majestad - la llamó Dalia, ésta suspiró aliviada, creo que no quería responder a mi pregunta, miró a la muchacha - tiene visita, el rey Lucius le espera en la entrada.

- Enseguida estamos con él - le dijo sonriente -

Yo también sonreí, su amado estaba ahí esperandola, se le notaba en el brillo de sus ojos que aún seguía enamorada de él. Me entró la curiosidad por ver el rostro de su amado.

- Majestad si quiere podemos seguir con la conversación mañana, así puede conversar con el rey tranquilamente - le dije, ella bajó de su nuve y me miró -

- No, claro que no! - me dijo - Vayamos todos al salón! - se puso en pie y todos lo hicimos despues -

- Lili querida, yo con su permiso me retiro a mi aposento, tengo muchas cosas que estudiar y analizar - le dijo Agustin, la reina le asintió con la cabeza, despues éste nos miró a Nizan y a mi - Ha sido un placer compartir mesa con ustedes - nos dió la mano, bueno a mi me la besó cosa que no gustó mucho a Nizan - Espero volverlos a ver - nos sonrió, besó la mano de Lili, dio un pequeño puñetazo cariñoso en el hombro de su hermano y se fue -

Nosotros salimos tras la reina y frente a mí me encontré con él, con ese hombre que había visto en mis sueños. Abrazó a la reina como si fuera la primera vez que lo hacía y la besó, ella se ruborizó un poco pero no soltaron su agarre.

El rey Lucius la tenia cojida por la cintura mientras le sonreía. Gabriel, Nizan y yo no sabíamos que hacer, nos mirabamos entre nosotros y sonreíamos hasta que noté su mirada clavada en mi, ése hombre imponía mucho!

Él me sonrió y se aproximó a mi, despues posó sus manos sobre mis hombros.

- Me alegro mucho de verte Alejandra - me dijo -

Yo me quedé estupefacta, creo que todo el mundo sabía quién era yo, menos yo.

- Yo también me alegro de verle majestad, aunque usted y yo nos hemos visto antes verdad? - él me sonrió -

- Me da la ligera impresión de que te encuentras algo desesperada por obtener respuestas, no es así? - me ruboricé un poco -

- La verdad es que sí majestad, creo que todo el mundo sabe quién soy yo, menos yo - dije apenada -

- Está bien, vamos a aclarar tus dudas Alejandra.

- Vayamos al salón - dijo la reina y todos la seguimos.

Entramos en una gran sala blanca con grandes ventanales que daban al jardín y nos acomodémos en los sofás. Gabriel y Nizan se sentaron a mi lado y la reina y el rey en dos sillones que quedaban frente a nosotros. El rey fue el primero en romper el hielo.

- Bueno Alejandra, en primer lugar nos gustaría tanto a Lili como a mí, que te dirijieras a nosotros por nuestros nombres así que nada de majestad, ni señor, ni nada de eso - yo asentí con la cabeza - y en segundo lugar... - pensó durante unos segundos - Cuáles son tus preguntas?

- Pues... me gustaría saber quién soy yo en éste lugar ya que todos parece que me conocen.

- Bien, iré directo al grano, tú eres la princesa de los reinos, nuestra hija.

Me quedé en shock, y me lo dice así! La reina pareció darse cuenta de mi estado y miró a su esposo y le dijo algo sobre su delicadeza.

Gabriel y Nizan me miraban preocupados, mi corazón comenzó a latir rapidamente, creo que me estaba dando otro infarto. Lucius se acercó a mi y me acarició la cabeza como si fuera un perro.

- Tranquila pequeña, siento haber sido tan brusco pero no soy persona de andarme por las ramas, lo siento.

- No puede ser... - susurré, no me lo podia creer, eso no podía ser verdad - mis padres murieron en un accidente! - les dije -

- Alejandra querida - me llamó la reina - te acuerdas de la historia que te conté durante la cena? - asentí - pues tú eres esa niña a la que tuvimos que entregar a una pareja de ancianos que conocían nuestro mundo porque cumplian una misión allí - la miré con lágrimas en los ojos - si querida, esos ancianos a los que tú consideras tus abuelos.

Maldije el momento en el que quise conocer la verdad. Ahora todo me cuadraba, la canción que me cantaba mi abuela elfa desde que era pequeña, cómo no me di cuenta de que eran elfos?

El anillo de esmeraldas y el collar de un lobo que me entregaron antes de llegar aqui... representaban los dos reinos, ellos sabían que pasaría y nunca me dijeron nada!

Las lágrimas caían sin pudor por mis mejillas.

- No los culpes, ellos no podían decirte nada.

Cómo sabía lo que estaba pensando? Él sonrió.

- Alejandra te lo creas o no, soy tu padre el hombre lobo más poderoso de toda la galaxia y tú eres mi hija y eres mitad loba. Nosotros poseemos un poder...

- La telepatia... - le corté, él asintió sorprendido y miró a Nizan que agachó la mirada, él sonrió levemente.

Me levanté del cómodo sofá, todos me miraron preocupados.

- Disculpad, pero creo que ha sido demasiada información por hoy y necesito asimilarla, así que con su permiso me retiro a mi habitación.

Me fuy dejandolos a todos en la sala, escuchando como la reina culpaba al rey por su falta de delicadeza y como el rey le pedía explicaciones a Nizan, me alejé de allí corriendo.

UN NUEVO DESTINO (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora