CAP.18

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ALEX

Salí junto con Dalia del castillo ibamos caminando a paso ligero, yo solamente tenia ganas de ver a Nizan y no habían pasado siquiera unas horas de cuando nos despedimos.

- Señorita, disculpe mi indiscreción pero porqué se dirije a la entrada? - me preguntó Dalia algo temerosa, yo le sonreí -

- En mi viaje hasta aquí me acompañaron dos guardianes, uno de ellos era Gabriel - vi que se ruborizó cuando dije su nombre - y el otro Nizan, pero al no pertenecer a éste reino no pudo entrar y estoy preocupada por él, por eso vamos a ir a buscarlo - le sonreí - y llamame Alex por favor - ella asintió ruborizada -

- Sabe, no todas las personas romperian las leyes jugandose la vida por ir a buscar a alguién de otro reino y traerlo - me sonrió - deve de ser alguién muy especial - me sonrojé -

- Sí, es especial - le contesté timidamente, ella me sonrió - y tú, tienes a alguien especial?

Ahora cambiaron las tornas, la que se puso totalmente colorada fue ella.

- Bueno... algo así...

- Ah si?! - dije pegando un brinquito emocionada - Y lo conozco? - queria ver si mis deducciones eran correctas -

Ella me miró algo asustada sin saber que responderme. Las ninfas volaban a nuestro alrededor.

- Tranquila Dalia, no le diré nada - creo que se sorprendió por lo que dije -

- Pero usted... sabe quién me gusta? - me preguntó incrédula, yo le sonreí

- Bueno, a 100% no lo se pero lo deduzco - sonreí - es Gabriel verdad?

Ella me miró sorprendida, el rojo cada vez más intenso de su rostro la delató, agachó la mirada intentando refugiar su rubor.

- Así es Alex - me dijo y poco a poco fue levantando la cabeza para mirarme - pero no estoy segura de que él sienta lo mismo por mi.

- Bueno, eso ni tú ni yo lo sabemos ahora mismo - por impulso la abracé, ella se quedó un poco en shock pero al final me acabó correspondiendo - yo te ayudaré a que estés con él - le guiñé un ojo -

- No quiero molestarla con mis cosas Alex, imagino que tendrá cosas mas importantes que hacer y no quiero obstaculizarle.

- No es ninguna molestia Dalia, es más, me encanta hacer de Celestina! - le dije emocionada -

- Gracias Alex, aunque no se lo que és una Celestina - sonrió -

- Pues de Cupido entonces! - reí, ella me miró sin entender - Tampoco sabes quién es Cupido? - negó con la cabeza, yo dí un suspiro - Bueno da igual, simplemente te ayudaré - le sonreí, ella también lo izo -

- Alex, ya hemos llegado a la entrada

Frente a mí tenia la gran puerta esmeralda, corrí a abrirla y ahí estaba él, se sorprendió al verme y me regaló una gran sonrisa, corrí hasta él y me tiré en sus brazos, me cojió a volandas y me apretó contra él.

Poco a poco nos deshicimos del abrazo y nuestros rostros quedaron a escasos centímetros, Nizan alzó su mano y me acarició suavemente la mejilla su rostro comenzó a acercarse lentamente al mío, iba a besarme!

Cerré los ojos y una leve tos o carraspera inoportuna de Dalia nos interrumpió. Nizan y yo nos separamos al instante sin saber a dónde mirar.

- Siento entrometerme pero majestad les está esperando para cenar - dijo Dalia cabizbaja y ruborizada -

- Majestad sabe que estoy aquí? - miré a Nizan que parecía confundido y algo sonrojado, reí, no se veía todos los días a un guerrero ruborizado.

- Sí, ella me dió permiso para que entrarás en el reino y estubieras conmigo, bueno a mi lado - me sonrió -

Tras esto me cojió de la mano y se puso en marcha.

- Pues no la hagamos esperar más!

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NIZAN

Ibamos los tres caminando en silencio, disimuladamente miraba a Alex haciendo ver que miraba el paisaje, muy floral y primaveral para mi gusto, aún tenia sostenida la mano de Alex y no dejaba de pensar en el casi beso.

Miré a la rubia con desprecio aunque ésta ni se inmutó, que rabia! Había perdido la oportunidad de besar a Alex, pero tenía claro que no sería la última.

- Ya hemos llegado - me dijo la dulce voz de Alex - estás nervioso?

Nervioso yo? No me había parado a pensar dónde estaba, joder! Me iba a encontrar frente a la reina, peor aún, frente a la madre de Alex, mi suegra! - reí para mis adentros -

Hacía siglos que nadie de mi espécie que no fuera el rey pisaba éste reino y yo pensando en besos... madre mía! Qué me has echo Alex?

- Un poco - intenté sonar convincente, parece ser que se lo creyó aunque realmente me estaba entrando el pánico -

Subimos unas escaleras y allí se encontraba la reina con el rubiales y otro con gafas, nos miraba sonriente, joder! Cómo se parecía a Alex, estaba claro que ella era su madre, me ruboricé al encontrarme frente a ella.

- Majestad, él es mi amigo Nizan - le dijo Alex alegremente -

La reina la miró sonriente y después me miró a mi alzó su mano y yo me puse de rodillas mientras se la cojia.

- Es un placer conocerle Nizan - me dijo amablemente -

- El placer es todo mio majestad - besé su mano y ella me izo un gesto para que me levantara.

- Sería todo un honor que tomara un lugar en nuestra mesa esta noche querido.

- El honor es todo mío majestad - me sonrió y Alex me cojió del brazo, algo que no pasó desapercibido para la reina que parecia esconder tras su rostro una sonrisa.

- Entonces no se hable más dirijámonos todos al comedor que la cena ya esta servida - dió media vuelta y todos la seguimos menos la rubia, que había entrado nada más llegar -

- Por cierto Alex, estás muy guapa - sonreí - pareces un hada - solté una carcajada, ella me miró molesta y con morritos -

- No me hagas arrepentirme de haberte ido a buscar - me dijo, me acerqué a su oído y se puso tensa -

- No lo harás, te lo prometo - le susurré -

Tras nuestra íntima charla entramos en el gran comedor.

UN NUEVO DESTINO (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora