UN NUEVO DESTINO (Completada)

CAP.30

ALEX

La cena fué genial, mi padre me presentó a Arturo un hombre cuarenton de gran corpulencia, era el jefe de los guerreros, él los entrenaba. Tenía un hijo de 19 años que aún no se sabía porque pero no se había transformado, se llamaba Eric y me cayó genial.

Durante la noche Nizan me estubo enseñando el castillo y parte de los alrededores y hoy era mi segundo día en Lobo Dorado.

Me levanté de la cama y me puse unls tejanos cortos, una camisa basica de tirantes y unas bambas. Por suerte en mi nuevo armario había ropa de mi gusto, más normal.

Después de desayunar quedé con Eric para que me acabará de enseñar los alrededores ya que Nizan tenía reunión de guerreros y solamente confiaba en él.

Salí corriendo del castillo y me encontré con Eric, chico de cabello castaño y ojos verdes, simplemente vestía con un pantalón de chándal. La mayoría de los hombres en Lobo Dorado vestian así, con pantalones y el torso al descubierto imaginaos mi cara cuando me enteré, mis hormonas daban saltitos de alegría.

- Hola Eric, ya estoy aquí - le dije, él me sonrió -

- Genial, me dijo Nizan que visitasteis la parte este del reino verdad? - asentí - Qué te parece si te enseño la parte norte?

- A mí ya me está bien - sonreí -

Empecemos caminando por unos senderos que nos llevaron al bosque, Eric me explicaba métodos de supervivencia en caso de que me perdiera y aún no me hubiera transformado.

Cuando el sol se situó sobre nuestras cabezas decidimos volver al castillo, lo que nunca imaginé encontrarme fué a una zorra por el camino.

- Hola Eric - le dijo una chica morena y con curvas muy seductoramente -

- Hola Tatiana - ella le sonrió coqueta y me miró a mí con desprecio -

- Quién es ésta mojigata? - me apuntó con el dedo -

Cómo me ha llamado?! Será zorra la tía esta!

Eric fue a decirle algo pero ella se le adelantó.

- Espera no me digas - izo la que pensaba durante unos segundos - es la nueva golfa de Nizan verdad? - me miró desafiante -

Comencé a enfurecerme, el corazón me palpitaba rapidamente y el calor comenzó a hacerse notar.

- Tatiana callate! - le dijo Eric enojado -

- Si tú supieras lo bien que nos lo hemos pasado Nizan y yo en la cama - rió -

No lo soporté mas la furia se apoderó de mí, tube que alir corriendo de allí sino cometería una locura, corrí y corrí hasta que salí de Lobo Dorado. El animal que había dentro devmi consiguió salir, noté un fuerte dolor en todo el cuerpo, grité sin dejar de correr.

En pocos minutos todo se volvió diferente, mis sentidos, mi instinto,... todo estaba el triple más desenvolupado, miré hacía mis piernas y no tenía piernas sinó patas!

Corrí hasta el río y miré mi reflejo, era una loba! Una granvloba blanca envuelta el llamas de fuego y con unas marcas en mis patas, creo que era una simulación a las marcas de mis dones.

Grité, bueno mas bien me salió un aullido, despues comencé a sentirme débil pero no olvidé un maldito nombre, Tatiana. Me vengaré te lo aseguro!

Después todo se me volvió negro.

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ERIC

Tatiana se había pasado y mucho con Alex, con razón la mayoría de mujeres y hombres de la manada la odiaban.

Sentí como a Alex le latió el corazón muy deprisa y como la envolvía una energía muy poderosa. Salió corriendo y yo corrí tras ella pero no pude alcanzarla, me encontré por el camino a Lucius.

- Sabes de dónde proviene esa energía? - me preguntó, yo asentí -

- Es de su hija majestad, Tatiana no fué muy agradable con ella y ...

- No me cuentes más! - me dijo enojado - Vamos a buscarla.

Salimos de Lobo Dorado y nos adentramos al bosque, la vimos junto al río, se había transformado en una bella loba blanca cubierta de fuego!

- Guau! - dije, el rey ni me miró, estaba anonadado mirando a su hija

De repente aulló de rábia y dolor y se desmayó. Lucius se acercó rapidamente a ella y la cubrió con su capa, había vuelto a su cuerpo humano.

Volvimos a Lobo Dorado y sin que nadie nos viera llegamos al castillo y Lucius la acostó en su habitación, mandó a unas de las mucamas que le pusiera el pijama.

- Eric hijo, lo que ha pasado hoy será nuestro secreto, por el momento no quiero que salga a la luz - yo asentí -

- No se preocupe majestad, así será.