UN NUEVO DESTINO (Completada)

CAP.29

ALEX

Los días siguientes Nizan y yo nos hicimos inseparables, saliamos a escondidas para estar juntos aunque creo que todos lo sabían pero nadie nos dijo nada.

Los entrenamientos eran cada vez mas duros, eso de controlar cuatro dones me dejaba exausta, aunque todo comenzó a ser más fácil cuando comprendí lo que me dijo Gabriel: "Aprender sin reflexionar es malgastar energía" y tenía razón si analizaba la situación, el lugar y a mis oponentes todo me era mas fácil pero aún así me sentia muy torpe.

Esa tarde decidí desconectar un poco y salí de Villa Esmeralda, por el camino me encontré con mi viejo amigo Sam.

- Princesa, cuanto tiempo sin verla - me dijo -

- Hola Sam, tiene razón hace tiempo que no salgo del reino - le dije un poco apenada y él lo notó -

- Le ocurre algo? - me preguntó, yo me puse a llorar -

- Jo Sam! - sollocé - Creo que es demasiado para mí. He obtenido cuatro dones y me cuesta mucho controlarlos, soy muy torpe!

- A mí me han dicho todo lo contrario jovencita - rió, yo lo miré sorprendida - si hubiera visto a su madre intentar controlarlos... - volvió a reir - tardó dos años en llegar al punto dónde usted ha llegado en unas semanas.

- De verdad? - le pregunté asombrada, él asintio -

- Pequeña, los bosques serían demasiado silenciosos si cantaran sólo los pájaros que mejor lo hacen, no crees?

Pensé durante unos minutos lo que acababa de decirme.

- Tiene razón! - él asintió sonriendo - No voy a rendirme, voy a ser el mejor pájaro! Gracias por todo Sam, es usted un buen amigo.

- Gracias a usted por visitarme - sonrió - Ahora vuelva antes de que se preocupen por usted - asentí -

Me despedí de él y volví a Villa Emeralda.

Durante la cena mi padre nos dijo que debía volver a su reino pero que volvería de visita, a mamá y a mí nos dió mucha pena pero no podíamos hacer nada, él tenía un reino que governar.

Desde entonces han pasado seis meses, ya domino mis dones al 100% gracias a los entrenamientos, mucjas veces saliamos las tres parejas y acampabamos o nos divertiamos bañandonos en el río o haciamos escursiones...

Mi relación con Nizan iba viento en popa, aveces discutiamos pero acababamos perdonandonos y hasta me programaba escapaditas para estar los do solos.

Aún no habíamos mantenido relaciones, él me dijo que antes de hacerlo necesitaba comprobar una cosa y cómo yo no tenía prisa, en ése aspecto no teniamos problemas.

El problema fue otro, con el paso de los meses y tanto entrenamiento mi corazón se aceleraba con más frecuencia por eso decidimos que había llegado el momento de partir a Lobo Dorado.

- Mamá, no estés triste que vendré a visitarte - la abracé -

- Ya lo sé cariño pero te recuperé hace poquito y han pasado los meses tan deprisa... - sollozó - pero no te lo voy a poner más difícil, ahora te toca pasar una temporada con tú padre - yo asentí no muy convencida, ella me miró y comenzamos a reír - Se fuerte mi vida yo estaré observandote desde aquí - volví a asentir - Nizan, cuidamela por favor - le dijo -

- Tenga eso por seguro majestad - ella asintió le dió un abrazo y se fué un poco triste -

- Bueno chicos... - les dije a Gabriel, Dalia, Agustin y Amane que nos miraban también entristecidos - a llegado la hora de partir y no pongais esas caras que no se ha muerto nadie y sabeis que volveremos - ellos asintieron -

Los llamé a todos y nos dimos un abrazo en piña.

- Gracias por todo chicos, volveremos a vernos pronto.

- Eso tenlo por seguro Alex, pienso ir a visitaros - dijo Gabriel sonriente -

- Eso espero - le dije -

Despues de darnos todos besos y abrazos Nizan y yo salimos de Villa Esmeralda y corriendo sin parar de reirnos llegamos frente a la puerta dorada de Lobo Dorado. Nizan me agarró de la mano y la abrió.

- Bienvenida a Lobo Dorado! - me dijo emocionado, yo sonreí -

Tal como me imaginé era el lugar que había soñado tiempo atrás, con sus tres lunas, sus inmensos prados y bosques, su río y su gran castillo de piedra.

- Es tal y como lo soñé - le dije sonriendo - bueno, es mucho mejor!

Estando aquí puedo ver, oler y sentir la belleza y la mágia de éste lugar. Nizan me miró y me besó apasionadamente, se notaba que estaba emocionado.

Nos pusimos en marcha hasta llegar al castillo por el camino ví a hombres con el torso desnudo y a mujeres, todos morenos o castaños, de corpulencia fuerte que me sonrieron al pasar. A lo lejos también habían lobos de gran tamaño que al verme se agacharon en forma de reberencia, yo les sonreí.

- Son simpáticos - le dije a Nizan -

- Si bueno..., la gran mayoría sí pero hay otros que no tanto - me miró preocupado -

- Supongo que como en todos los lados - él asintió no muy seguro -

Llegamos al castillo, mi padre nos estaba esperando, yo salí corriendo y salté en sus brazos.

- Me alegro de verte pequeña - me dijo alegre -

- Yo también papá! - le besé en la mejilla mientras me soltaba de su agarre -

Nizan se puso a mi lado y estrechó su mano con la de mi padre.

- Vayamos dentri te enseñaré tu habitación.

Mi padre nos acompañó por los pasillos y subió las escaleras hasta la segunda planta, me señaló una puerta roja.

- Ésa es tú habitación hija, siento no poder ser un gran guía hoy, pero tengo que feunirme con los mayores, nos vemos esta noche - yo le sonreí, él me besó la frente y se fué -

- La mía es la del final del pasillo - me dijo Nizan - te dejaré descansar y asearte, nos vemos esta noche en la cena vale cariño? - yo asentí, él me besó y se fué a su habitación -

Entré a la que iba a ser mi nueva habitación y no estaba nada mal. Era grande, de color perla con cama doble y un gran armario. Había otra puerta de madera roja y como era de esperar se encontraba el cuarto de baño, con una gran bañera y un gran espejo aparte de la pica y el inodoro claro, era blanco y negro.

Me sorprendió ver que el castillo parecía antiguo por fuera pero era bastante moderno por dentro, sonreí.

Bueno, vamos allá!