Capítulo 28 ~ Cambio de 360° en tan solo minutos.

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2 días después.

-Buenos días, princesa- sentí un beso en la frente.

-Buenos días, Zayn- pronuncié sin abrir los ojos.

-Despierta, te traje el desayuno- dijo acariciando mi brazo.

Me levanté, respire profundo... Mmm... Huele delicioso. Le di un beso en la mejilla y tome un pedazo de mi panqueque con miel. Tomé un sorbo de jugo de naranja y respire profundo de nuevo, sonriendole al chico en forma de agradecimiento, a lo que él me devolvió el gesto y salió por la puerta, dijo que iba a trotar un rato creo. No había pisado mi casa desde el episodio del bar, pero hoy llegan mis padres así que hoy volveré. ¿Justin? No lo sé, si me estará buscando bien por él, si le dará igual pues aun mejor para él. En los días que he estado aquí no he tocado el celular, por lo tanto seguro se quedo sin batería hace mas de un día. ¿Que si he tenido sexo con Zayn? Claro que si, justo ayer en la tarde, pero me siento un poco culpable, porque siento que estoy engañando a Justin, debido a la pelea, en ningún momento aseguramos si terminamos o no.

Al terminar mi desayuno fui al baño, me lave los dientes, hice mis necesidades y me bañe... Me puse un crop blanco, un sweter tejido color beige, short alto y mis botas cortas; ayer llame a Angie desde el teléfono de Zayn para que viniera, le conté todo y le pedí el favor que viniera a buscar las llaves de mi casa y me trajera ropa. Al parecer cuando ella llegó, Justin no estaba. Seguro estaba con su amiguita, la del bar. Tome una hoja blanca del estudio de Zayn y le escribí un recado agradeciéndole por todo y que ya tenia que irme porque mis papas no tardaban en llegar a casa. Le dije también que cuando leyera la carta me escribiera, y finalicé con un Te quiero. Doble la hoja y la coloque encima de la cama, no sin antes haberla acomodado.

Camine hasta la salida, mirando todo a mi alrededor. Y salí. Tomé un taxi hasta mi casa y al llegar abrí la puerta y subí directamente a mi cuarto, sin importar si alguien estuviera o no. Los únicos que me importaban eran mis papas, ¿No?

Tome un libro y me acosté a leerlo. Al rato sentí una mirada sobre mí, y moví el libro de mi vista central.

Justin estaba parado en la puerta mirándome.

Me miraba y yo a él, no había palabras entre nosotros, solo miradas vacías, miradas que no significaban nada. Sus ojos no gritaban un Vuelve a mi o un Te extraño. Sus ojos no decían nada, al parecer no me extrañó, y me alegro, porque yo tampoco pienso volver a él.

-¿Dónde estabas?-me preguntó seco.

-Ese no es tu problema, conformate con saber que ya volví y por si te interesa, estoy bien-dije volviendo la vista a mi libro como si ya él hubiese salido de mi cuarto aunque él seguía ahí.

Hubo otro rato mas de silencio, donde yo observaba mi libro y el me observaba a mi.

-Supongo que se acabó, ¿no?-me dijo seco de nuevo.
-Exacto-dije sin importancia.
-¿Me podrías dar un último abrazo y un último beso?-me pidió.
-¿Qué mariconadas son esas, Justin? No.-le dije sentándome en mi cama.
-¿Que te pasa, ________? Tu no eras así. -Me miró desconcertado.
-Simple. No le puedes pedir amor aun corazón que tu mismo enfríaste.

Justo allí sonó la puerta abajo. Mis padres por fin habían llegado.

-________ Parker y Justin Bieber, ¡Bajen inmediatamente!-escuche un grito de Jeremy en la planta baja.

Ambos bajamos extrañados.

-¿Qué ocurre?-dije terminando de bajar de las escaleras, Justin venía atrás.

-¿Que qué ocurre? Que se nos ocurrió la maravillosa idea de revisar las cuentas de la tarjeta de crédito, eso ocurre, jovencita. Revisamos los gastos y de repente vemos un hospital, ¡Un hospital, ________ Lynn! Llamamos para saber en qué gastaron dinero allá ¿Y de qué nos enteramos? Que te habían atropellado, ¿Cómo se te ocurre, cómo puede pasar por tu cabeza no habernos dicho nada? ¡Hubiesemos vuelto! Y tú, Justin. Estamos muy decepcionados de ti, ¿Cómo no pudiste cuidar a tu hermana?-dijo mamá histérica.

Justin iba a responder pero Jeremy se adelantó.

-Espera, Annie. ¿Ahora todo es culpa de Justin? ¡Pues tu hija no es una bebé, tienen la misma edad, se puede cuidar sola!-dijo él molesto defendiendo a su hijo. Justin y yo estábamos perplejos mirando la escena.

-¿Y eso que tiene? Es su hermana, ¿él no es el "hombrecito de la casa"? Pues si lo hubiese sido de verdad mi hija no hubiese sido arrollada, ¡te lo digo!-respondio mamá al borde de la furia.

-Pues ella pudo haberse cuidado sola, tampoco es ciega para no ver que un auto se aproxima hasta ella. Y si, es su hermano, ¡Pero no su papá!-grito Jeremy.

Hubo un silencio y todos nos mirábamos, esto era impresionantemente aterrador.

-Cariño, empaca tus cosas, nos largamos de aquí. Si Jeremy, quizás tu hijo no era su padre, y al ver tu reacción, me parece que tu tampoco.-dijo mamá y subió a mi cuarto a sacar las maletas con las que habíamos llegado a esta casa. Mire a Justin asustada y él me miro de la misma forma, Jeremy subió hecho una furia y fue al cuarto de ambos, lanzando la puerta detrás de sí.

-Quizás ha sido buen momento, ya no tendremos que vernos más-le dije sin mirarlo a la cara y luego subí a mi cuarto, donde estaba mamá.

-Mamá, ¿a qué vino todo esto?-Le pregunté.

-Cariño, a veces uno hace lo mejor para sus hijos, para que sean felices y estén protegidos, para que tengan un hogar seguro. Y cuando llamé al hospital y me dijeron tal cosa me horroricé y de inmediato compre boletos para venir y poder sacarte de aquí.-yo la mire y ella seguía empacando, no supe que decirle-Además, estoy mas que segura que Jeremy tiene una amante en Denver. Una tal... Fabianna, creo.

-Tal padre, tal hijo...-susurré para mi misma.

-¿Qué dijiste?-me miró.

-Mmm, nada. ¿A dónde iremos?-le pregunté sacando ropa de mi armario.

-Tu tía vive a unos kilómetros de aquí, la llamaré en la noche para preguntarle si nos podemos quedar allí mientras conseguimos casa, pero hoy nos quedaremos en un hotel-dijo pensando.

-Esta bien.

Empacamos todo, mi ropa, mis zapatos, mi maquillaje, mis cosas más importantes. Mamá empacó lo suyo, aunque ya la mitad de su armario se lo había llevado a Denver, guardamos las cosas en el auto y sin despedirnos nos fuimos sin mirar atrás. Dejando un fragmento de mi vida en esa casa.

Sex With My Sexy Brother. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora