Era un día soleado en la escuela primaria de Dimmsdale, y los niños correteaban por el patio durante el recreo. Las risas y los gritos llenaban el aire mientras los juegos de fútbol, las carreras, y las charlas animadas entre los grupos de amigos se desarrollaban por todos lados. Entre ellos, Hazel y Dev destacaban, no solo porque siempre estaban juntos, sino porque la dinámica entre ambos era bastante peculiar.
Dev, con su aire altanero y su actitud de “todo me pertenece”, caminaba por el patio como si fuera el dueño **Capítulo 4: Los Susurros del Misterio**del lugar. No importaba que su estatus de multimillonario no tuviera ningún peso en ese espacio, él se comportaba como si lo tuviera. Hazel, por otro lado, era su antítesis en muchos sentidos: amable, genuina, y siempre dispuesta a ayudar a los demás, lo que la hacía muy querida por todos. A pesar de las diferencias, su amistad era sólida, aunque no siempre resultaba evidente por las interacciones superficiales que tenían frente a los demás.
Mientras caminaban juntos, Hazel trataba de mantener una conversación ligera sobre el último libro que había leído, pero Dev apenas mostraba interés. Su mente estaba ocupada en otras cosas. Había algo que lo estaba molestando desde hacía días, algo que no se atrevía a admitir ni a sí mismo. No era solo el plan que había ideado para sorprender a Hazel, sino también una creciente sensación de que alguien en la escuela estaba observándolos muy de cerca.
—Dev, ¿me estás escuchando? —preguntó Hazel, interrumpiendo sus pensamientos.
—¿Qué? Sí, claro, el libro... suena... interesante —respondió Dev, sin siquiera recordar de qué hablaban.
Hazel frunció el ceño, dándose cuenta de que su amigo estaba distraído. Antes de que pudiera preguntar más, un grupo de niños se les acercó corriendo, todos queriendo involucrar a Dev en algún juego o plan. Pero hoy, Dev no estaba de humor para sus habituales despliegues de superioridad o para hacer alarde de sus extravagancias.
—No, gracias, estoy ocupado —dijo con una mueca de desdén, apartándose del grupo con Hazel siguiéndolo de cerca.
—Dev, ¿qué pasa? Estás actuando raro —insistió Hazel, preocupada por el inusual comportamiento de su amigo.
Dev detuvo su paso y se giró hacia ella, su expresión era seria, casi fría.
—¿Has notado algo... extraño últimamente? —preguntó, esquivando la mirada de Hazel.
—¿Extraño? ¿A qué te refieres? —Hazel lo miró, perpleja.
Dev no era de los que mostraban preocupación, y mucho menos sobre algo que pudiera ser considerado "normal". Pero la verdad era que en los últimos días, había sentido que alguien los observaba, y no era solo una sensación. Había visto a un par de niños de su clase susurrando mientras lo miraban de reojo, como si estuvieran tramando algo.
—Creo que alguien nos está espiando —confesó finalmente Dev, con voz baja, casi como si le molestara admitirlo.
Hazel se sorprendió por la revelación. No sabía si Dev estaba bromeando o si realmente estaba preocupado, pero su tono no dejaba lugar a dudas.
—¿Espiando? ¿Quién? —preguntó, mirando a su alrededor con nerviosismo.
—No lo sé, pero quiero averiguarlo. Nadie me espía sin que lo sepa —dijo Dev, volviendo a su tono habitual de autosuficiencia.
Hazel asintió, comprendiendo que Dev estaba realmente intrigado por esto. Su amistad había sobrevivido a muchas cosas, pero esto era algo nuevo. Una parte de ella estaba preocupada, pero otra parte estaba emocionada por la idea de una pequeña aventura en la escuela.
—Podemos investigarlo juntos —sugirió Hazel, tratando de mantener la calma.
Dev asintió, aprobando la idea. Para él, esto no era solo una cuestión de curiosidad, sino de control. Nadie tenía derecho a entrometerse en su vida, y menos sin su permiso.
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el amor Secreto de Dev "Magia en el Destino: El Corazón de Dev y Hazel"
De TodoDev el nieto de Doug Dimmadone se enamora de una compañera de clase que acaba de mudarse a la ciudad