EL RETORNO DEL VIEJO DEV

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La mañana siguiente en la escuela fue diferente. Hazel lo sintió en cuanto cruzó las puertas. Algo en el ambiente había cambiado, y no fue hasta que vio a Dev en el centro del patio que se dio cuenta del porqué. El Dev que había sido vulnerable y abierto con ella hacía apenas unas horas había desaparecido. En su lugar, había vuelto el Dev arrogante, el que caminaba con el aire de superioridad que siempre lo había distinguido.

Dev estaba rodeado de un grupo de niños, como solía ser antes de que todo se volviera más complicado entre ellos. Hazel lo observó mientras lanzaba órdenes como si fuera el líder de un pequeño ejército. Cada palabra estaba cargada de ese tono despreocupado y altanero que tanto lo caracterizaba. Aunque Hazel lo conocía bien, no podía evitar sentir un leve pinchazo de incomodidad al verlo actuar así de nuevo.

—¿Dev? —llamó Hazel, acercándose al grupo.

Dev la miró por encima del hombro, y por un segundo, su expresión se suavizó. Pero solo fue un instante, porque enseguida volvió a erguirse y le dedicó una media sonrisa altanera.

—Oh, Hazmel, ¿qué quieres? —dijo con ese tono que siempre usaba cuando quería sonar distante, como si estuviera por encima de todo. —Estaba dándole algunas ideas al equipo de fútbol. Ya sabes, necesitan toda la ayuda posible.

El grupo de chicos alrededor de él rió nerviosamente, claramente intentando mantenerse en su favor. Hazel se cruzó de brazos, sintiéndose confundida por el repentino cambio en su comportamiento.

—¿Podemos hablar un momento? —preguntó Hazel, ignorando las risas y el aire de superioridad.

—¿Hablar? No lo sé... esta bien, pero no tengo mucho tiempo. Hoy estoy ocupado siendo la estrella del espectáculo, ya sabes... cómo siempre—respondió Dev, dándole una palmada a uno de los chicos en el hombro antes de dar un paso hacia ella. Su tono estaba cargado de una arrogancia que Hazel no había sentido en semanas.

Los otros chicos se miraron entre ellos, incómodos, pero no dijeron nada mientras Dev se apartaba para hablar con Hazel. Cuando se quedaron solos, Hazel suspiró y lo miró directamente a los ojos.

—Dev, ¿qué te pasa? —preguntó, frustrada por su actitud.

Dev levantó una ceja, fingiendo no entender a qué se refería.

—¿A qué te refieres? Estoy perfectamente bien. De hecho, nunca me he sentido mejor —respondió con una sonrisa forzada.

Hazel se cruzó de brazos, sin poder creer lo que estaba escuchando. Sabía que Dev solía actuar de manera arrogante para protegerse, pero esto era diferente. Sentía como si todo el progreso que habían hecho en las últimas semanas hubiera sido en vano.

—No, no estás bien —insistió Hazel, acercándose un poco más. —Anoche me dijiste algo importante, y ahora actúas como si nada hubiera pasado. No entiendo qué te pasa.

Dev se encogió de hombros, como si no le importara en lo más mínimo.

—¿De verdad creíste que iba a quedarme atrapado en eso?, te dije que te daría tu espacio y es lo que estoy haciendo —respondió, su tono cargado de indiferencia. —Mira, Hezmel, está claro que las cosas entre nosotros siempre van a ser complicadas. Yo tengo mis cosas, tú tienes las tuyas. No tiene sentido complicarlo más.

Hazel se quedó en silencio, sorprendida por la frialdad de sus palabras. ¿Era esta su forma de protegerse de la confusión que sentía? ¿O simplemente estaba volviendo a su antiguo yo porque no quería lidiar con la realidad de sus sentimientos?

—Dev, sé que estás haciendo esto porque tienes miedo —dijo Hazel, tratando de mantener la calma. —No tienes que actuar así conmigo. Somos amigos, ¿recuerdas?

Dev dejó escapar una carcajada breve y vacía, como si la idea de ser vulnerable le resultara ridícula.

—Hazel, yo siempre he estado bien por mi cuenta. Si alguien tiene miedo aquí, no soy yo. No necesito a nadie, mucho menos a una niña insegura que no tiene claros sus sentimientos.—replicó con esa sonrisa petulante que solía usar cuando quería demostrar que nada lo afectaba.

Hazel sintió que algo dentro de ella se había roto en ese momento. Sabía que Dev estaba usando su arrogancia como un escudo, pero no podía forzarlo a abrirse si él no estaba dispuesto.

—Si quieres actuar como si nada te importara, está bien, Dev. Pero yo sé la verdad. Sé que te importa más de lo que estás dispuesto a admitir, y también se que no debería estar eligiendo entre tu y Jenkins—dijo Hazel, con lagrimas en sus ojos, esperando alguna señal de que sus palabras lo habían tocado.

Por un segundo, vio algo en sus ojos, una chispa de duda. Pero fue rápidamente reemplazada por la arrogancia habitual cuando Dev se encogió de hombros.

—Tal vez, pero eso no significa que voy a sentarme y preocuparme por lo que piensen los demás. Yo sé lo que valgo, y no necesito que nadie me lo recuerde y tampoco merezco ser la segunda opción de nadie —respondió con su tono usual de superioridad.

Hazel sintió que una parte de ella se rompía un poco más. Quería ayudar a Dev, pero no podía obligarlo a ser sincero si él no quería. Había intentado ser paciente, pero ahora no sabía cuánto más podía soportar su actitud.

—Está bien, Dev —dijo finalmente, soltando un suspiro. —Si eso es lo que quieres, entonces bien. Pero yo no voy a quedarme aquí viendo cómo te destruyes a ti mismo solo porque tienes miedo de enfrentarte a tus sentimientos.

Dev la miró con una mezcla de sorpresa y desconcierto. Estaba acostumbrado a que Hazel siempre estuviera ahí, apoyándolo incondicionalmente, pero esta vez su tono era diferente. Había una firmeza en su voz que lo desconcertaba.

—Hazel, yo… —comenzó a decir, pero Hazel lo interrumpió.

—No. Esta vez no. Cuando estés listo para ser honesto contigo mismo, entonces hablaremos. Pero hasta entonces, no quiero ver esta versión de ti —dijo, dándole la espalda antes de que él pudiera decir algo más.

—Sabes que "HAZMEL", aquí quien debería madurar y poner claros sus sentimientos eres TU, no tienes derecho de venir y reclamar reclamarme nada.

Mientras Hazel se alejaba, Dev se quedó parado en el mismo lugar, sin saber qué hacer. La arrogancia que había usado como escudo comenzaba a desmoronarse, pero no podía evitar sentirse atrapado por sus propios miedos. Sabía que había arruinado algo importante, pero aún no estaba listo para enfrentarlo.

Con las manos en los bolsillos, Dev caminó hacia el otro extremo del patio, ignorando las miradas curiosas de los demás estudiantes. Mientras se alejaba, no pudo evitar sentir que algo dentro de él había cambiado, pero no estaba seguro de cómo enfrentarlo todavía.

el amor Secreto de Dev "Magia en el Destino: El Corazón de Dev y Hazel"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora