Al día siguiente, la tensión entre Dev y Hazel era palpable. Aunque habían acordado tomarse su tiempo, ambos sabían que su relación había cambiado para siempre. Jenkins, por su parte, seguía acercándose a Hazel, ajeno a lo que estaba sucediendo entre los dos amigos.
Durante la primera clase del día, Jenkins se sentó junto a Hazel como de costumbre, pero esta vez ella estaba más distante, distraída por lo que había ocurrido la tarde anterior con Dev. Jenkins notó su falta de atención y se inclinó hacia ella, con una sonrisa.
—Hazel, ¿estás bien? Pareces estar en otro mundo hoy —comentó, con una pizca de preocupación.
Hazel lo miró, sorprendida de que él lo notara. Su mente aún estaba envuelta en los sentimientos confusos que Dev había revelado.
—Oh, sí, estoy bien. Solo un poco distraída, supongo —respondió, tratando de sonar convincente.
Jenkins no parecía convencido, pero decidió no presionarla. Sin embargo, cuando la clase terminó, la siguió por el pasillo, determinado a averiguar qué estaba pasando.
—Hazel, si hay algo que te preocupa, puedes contármelo. Sabes que siempre estoy aquí para ti —dijo Jenkins, su tono más serio de lo habitual.
Hazel se detuvo y lo miró. Por un momento, consideró contarle a Jenkins lo que había pasado con Dev, pero luego decidió que no era el momento adecuado. Todavía estaba tratando de entenderlo ella misma.
—Gracias, Jenkins, de verdad. Solo necesito un poco de tiempo para aclarar mi mente —dijo Hazel, esbozando una sonrisa.
Jenkins asintió, pero no podía ocultar la preocupación en sus ojos.
—Está bien, Hazel. Solo recuerda que puedes confiar en mí —dijo antes de dejarla ir.
A lo largo del día, Hazel se encontró esquivando las preguntas de sus amigos sobre por qué estaba tan callada. Incluso Dev notó que ella estaba más reservada, y aunque intentó acercarse a ella para hablar, Hazel le pidió que le diera un poco de espacio, lo cual él respetó, aunque con dificultad.
Durante el almuerzo, Hazel decidió tomarse un descanso de la compañía de sus amigos y se dirigió al jardín de la escuela, un lugar tranquilo donde solía ir cuando necesitaba pensar. Se sentó en su lugar favorito, una banca bajo un gran roble, y dejó que la brisa fresca del otoño la calmara.
Mientras estaba allí, reflexionó sobre todo lo que había sucedido. Sabía que Dev había sido valiente al confesarle sus sentimientos, y aunque una parte de ella también sentía algo más profundo por él, no estaba segura de estar lista para dar ese paso. Pero también había algo en Jenkins, su constante presencia y apoyo, que le hacía dudar aún más.
Perdida en sus pensamientos, Hazel no se dio cuenta de que Jenkins la había seguido hasta el jardín. Cuando finalmente lo vio acercarse, ya era demasiado tarde para evitarlo.
—Hazel, he estado pensando... sé que algo te está molestando, y no puedo evitar sentir que tiene algo que ver conmigo —dijo Jenkins, con una mezcla de preocupación y timidez en su voz.
Hazel se quedó en silencio, sorprendida por su intuición.
—Jenkins, no es que me molestes... es solo que las cosas se han complicado últimamente —respondió, intentando ser honesta sin revelar demasiado.
Jenkins la miró con seriedad.
—Hazel, no quiero complicar las cosas para ti. Pero... hay algo que necesito decirte. Algo que he estado guardando desde hace mucho tiempo —dijo, su voz temblando ligeramente.
Hazel sintió que su corazón comenzaba a latir más rápido. ¿Podría ser que Jenkins también estuviera a punto de confesarle sus sentimientos?
—Jenkins, no tienes que decirlo si no estás listo —dijo, repitiendo las mismas palabras que había dicho a Dev.
Pero Jenkins negó con la cabeza.
—No, Hazel. Es algo que debo decir. Tú... me gustas. Desde hace tiempo, he sentido algo por ti, pero nunca supe cómo expresarlo. Ahora, viendo lo que ha estado pasando, siento que debo ser honesto contigo, antes de que sea demasiado tarde —dijo Jenkins, mirándola a los ojos con una sinceridad que Hazel no había visto antes.
Hazel sintió que el suelo bajo sus pies se desmoronaba. No solo Dev, sino ahora Jenkins también le estaba confesando sus sentimientos. Esto era demasiado, demasiado rápido.
—Jenkins, no sé qué decir... —empezó Hazel, su mente girando en todas direcciones.
Jenkins esbozó una pequeña sonrisa, aunque había tristeza en sus ojos.
—No tienes que decir nada ahora, Hazel. Solo quería que lo supieras. No quiero perderte como amiga, pero necesitaba que supieras lo que siento —dijo, retrocediendo un paso para darle espacio.
Hazel lo miró, sintiendo una mezcla de emociones abrumadoras. Por un lado, apreciaba la honestidad de Jenkins y lo mucho que le importaba. Pero por otro lado, su mente aún estaba llena de la confesión de Dev. Era como si estuviera atrapada entre dos mundos, sin saber a cuál pertenecer.
—Gracias por ser honesto conmigo, Jenkins. Necesito tiempo para pensar en todo esto —dijo Hazel, su voz temblando un poco.
Jenkins asintió, aceptando su respuesta.
—Por supuesto, Hazel. Tómate todo el tiempo que necesites. Estaré aquí, sin importar lo que decidas —dijo antes de darse la vuelta y regresar al edificio de la escuela.
Hazel se quedó allí, sola bajo el roble, sintiendo que su mundo se había vuelto más complicado de lo que jamás hubiera imaginado. Sabía que necesitaba tomar una decisión, pero en ese momento, todo lo que podía hacer era dejar que el viento acariciara su rostro mientras trataba de ordenar sus pensamientos.
La campana que señalaba el fin del almuerzo sonó, pero Hazel no se movió de inmediato. Sabía que el tiempo para enfrentar sus sentimientos se acercaba, y que eventualmente tendría que elegir un camino. Pero por ahora, solo quería estar sola con sus pensamientos, tratando de entender lo que realmente sentía, y lo que significaba para su futuro con Dev y Jenkins.
Mientras se levantaba para regresar a clase, una ligera brisa sopló a través de los árboles, llevándose consigo las hojas caídas. Hazel miró hacia el cielo y supo que, sin importar la decisión que tomara, nada volvería a ser lo mismo.
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el amor Secreto de Dev "Magia en el Destino: El Corazón de Dev y Hazel"
LosoweDev el nieto de Doug Dimmadone se enamora de una compañera de clase que acaba de mudarse a la ciudad