Descubriendo el vinculo

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Aurora no podía quitarse de la mente la imagen del lobo negro con ojos rojos que la había visitado en el claro del bosque. La conexión que sentía con él era intensa, más allá de cualquier cosa que hubiera experimentado antes. No era solo un lobo; algo en su interior le decía que había mucho más detrás de aquellos ojos ardientes. Con determinación, decidió que debía descubrir la verdad.

La mañana siguiente, se dirigió a la biblioteca de su familia, donde trabajaba. El edificio antiguo, con sus altos estantes de madera y el aroma a libros viejos, siempre había sido un refugio para ella. Sin embargo, hoy la sensación era diferente. Había una urgencia en su búsqueda, una necesidad de desenterrar secretos que habían permanecido ocultos durante mucho tiempo.

Aurora comenzó a recorrer las estanterías, buscando cualquier cosa que pudiera darle una pista. Sabía que la biblioteca guardaba textos antiguos y manuscritos que su familia había recopilado durante generaciones. Algunos hablaban de leyendas locales, criaturas del bosque y seres sobrenaturales. Mientras exploraba, sus dedos se detuvieron en un libro de aspecto gastado, con una cubierta de cuero envejecido.

"Las Crónicas del Lobo", rezaba el título. Aurora lo abrió con cuidado, sus ojos verdes recorriendo las páginas amarillentas. El libro hablaba de una antigua leyenda sobre un lobo negro que estaba destinado a proteger a una persona especial, una "Luna", cuyo destino estaba entrelazado con el del alfa de la manada. A medida que leía, Aurora sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Las descripciones coincidían demasiado con lo que ella había experimentado.

Las páginas hablaban de un vínculo inquebrantable entre el lobo y su Luna, uno que los conectaba en cuerpo y alma. El alfa, el líder de la manada, podía sentir a su Luna, percibir sus emociones y pensamientos. Ese vínculo, aunque poderoso, también los ponía en peligro, especialmente cuando las sombras, entidades maliciosas que buscaban destruir el legado de los alfas, se percataban de su existencia.

Aurora cerró el libro, su mente trabajando a toda velocidad. Tenía que encontrar al hombre lobo. Sabía que no se trataba solo de un sueño o una simple coincidencia. Algo mucho más profundo estaba en juego, y ella estaba dispuesta a descubrir qué era.

Pasó el resto del día sumergida en los textos, buscando más respuestas. Cuanto más leía, más claro se volvía que su destino estaba ligado al de ese lobo, a ese hombre que debía estar en algún lugar del bosque. Sabía que no podía quedarse de brazos cruzados. Si quería entender por qué sentía esa conexión tan poderosa, tendría que ir más allá de los libros. Tendría que enfrentarse a la realidad y buscar al hombre lobo.

Con el ocaso, Aurora salió de la biblioteca, su corazón decidido y su mente enfocada. Ya no había vuelta atrás. Si las leyendas eran ciertas, su vida estaba a punto de cambiar para siempre, y no se detendría hasta encontrar al lobo que había encendido la chispa de su destino.
**Capítulo: La Búsqueda Comienza**

La noche llegó rápidamente, y con ella, una sensación de anticipación se instaló en el corazón de Aurora. Había pasado horas inmersa en los textos antiguos, cada descubrimiento aumentando su determinación. Sabía que la búsqueda del lobo no sería fácil, pero algo en su interior la impulsaba a seguir adelante.

Mientras la luna comenzaba a asomarse en el cielo, Aurora salió de la biblioteca, su mente llena de preguntas sin respuestas. El aire fresco de la noche la envolvió, y el bosque, oscuro y misterioso, la llamaba. Su hogar, que siempre había sido un lugar de paz, ahora se sentía como el punto de partida de una misión mucho mayor.

Decidió que debía regresar al claro, el mismo lugar donde había sentido la presencia del lobo por última vez. Algo le decía que ese era el primer paso. Caminó en silencio, sus sentidos alerta, cada crujido de las hojas bajo sus pies resonando en la quietud de la noche.

Cuando llegó al claro, la luz de la luna bañaba el lugar con un resplandor plateado, dándole un aire casi irreal. Aurora se detuvo en el centro, recordando la sensación de estar allí antes, la conexión que había sentido. Cerró los ojos, intentando concentrarse, buscando en su interior algún rastro de esa energía que la había unido al lobo.

Un suave viento sopló entre los árboles, haciendo que sus cabellos rojos ondearan alrededor de su rostro. Aurora abrió los ojos, sus verdes pupilas brillando con una nueva determinación. Sabía que el lobo estaba cerca. Lo podía sentir, como un eco distante que reverberaba en su alma.

Sin embargo, no había señales de él. Ni un sonido, ni un movimiento entre las sombras. Pero Aurora no se desanima.

Luna de AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora