Luna de Almas

Ecos en la noche negra

El día transcurrió sin mayores incidentes, Aurora había terminado sus estudios y solo dedicaba su tiempo a su querida biblioteca.

La sensación de inquietud no abandonaba a Aurora, cada vez que alguien entraba en la biblioteca, su mirada se dirigía automáticamente hacia la puerta, esperando ¿qué, exactamente? No estaba segura, pero no podía sacudirse la sensación de que algo estaba por suceder en su vida que dejaria todo un torbellino, pero este torbellino sería bueno o complicaría la vida de Aurora en todos los sentidos posibles...

Las horas pasaron lentamente. El ruido de la ciudad afuera, el suave murmullo de los clientes y el crujido de las páginas de los libros se mezclaban en un ritmo familiar. Pero ese día, todo le parecía ligeramente fuera de lugar, como si el mundo se hubiera desplazado un par de grados sin que ella lo notara.

Cuando el sol comenzó a ocultarse, la librería se vació poco a poco. El reloj marcó las siete, la hora de cerrar. Aurora apagó las luces de la librería que sus antepasados tenías por más de 100 años, cerró la caja registradora y se preparó para marcharse. Fue entonces cuando notó algo extraño.

Había un libro sobre el mostrador que no recordaba haber colocado allí. Era un volumen antiguo, tenía una tapa de cuero desgastada y páginas amarillentas. No tenía título, solo un símbolo extraño grabado en la cubierta.Aurora frunció el ceño, preguntándose cómo había llegado hasta ahí. ¿Lo había dejado algún cliente? supuso que alguien quiso llevárselo y lo dejo allí por error; No recordaba haberlo visto antes, y mucho menos haberlo registrado en el sistema...

Con una mezcla de curiosidad y aprensión, abrió el libro. Las páginas estaban llenas de extraños símbolos y dibujos que no lograba descifrar. Una corriente de aire frío la hizo estremecerse, y de repente, el silencio en la librería se volvió opresivo, casi asfixiante.

Decidió llevarse el libro a casa, pensando que tal vez podría investigarlo más tarde. Con el corazón latiendo rápido, guardó el libro en su bolso y salió rápidamente de la biblioteca echando un último vistazo a la oscura librería antes de cerrar la puerta con llave.Amaba tanto, cada rincón de allí, podría pasar dias encerrada en la biblioteca que mantenían día a día con sus padres, pero hoy no era ese día, Aurora quería llegar a casa.

El camino de regreso a casa estaba desierto, solo el sonido de sus propios pasos la acompañaba. Las sombras se alargaban bajo las farolas, y cada crujido o susurro en la oscuridad la hacía voltear la cabeza. El peso del libro en su bolso parecía incrementarse con cada paso que daba.

Finalmente llegó a su hogar,entrando rápidamente.Cerró la puerta tras ella y se apoyó en ella por un momento, respirando profundamente. Estaba segura de que algo la había estado siguiendo, aunque no podía probarlo.

Encendió todas las luces de la casa, intentando alejar la oscuridad que se había adherido en todo su hogar.Colocó el misterioso libro sobre la mesa y lo observó de nuevo, junto al libro había un plato lleno de comida, sus padres se lo habían dejado allí con una pequeña nota.

-Mi niña, dejamos la cena para ti, calienta la si es necesario, disfruta de la cena, y lamentamos no estar despiertos para comer todos juntos, te amamos princesa, recuérdalo cada día.- Aurora sonriol leer la nota, a sus ojos no eran los mejores padres, han cometido errores en su crianza al igual que ella en su papel como hija; pero son personas y quien no comete errores de ves en cuando, aún así ellos se amaban, Aurora era la princesa del hogar y su pequeña niña sin importar que Aurora sea una mujer con 18 años recien cumplidos.

Su mente se dirigió al libro de vuelta.¿Qué secretos ocultaba? Y más importante, ¿por qué sentía que este extraño hallazgo era solo el comienzo de algo mucho más grande, algo que ella no podía comprender aún?

El sonido de su teléfono la hizo sobresaltarse. Era un mensaje de un número desconocido: "Ten cuidado. No todo es lo que parece".

Su corazón dio un vuelco, y la pantalla del teléfono tembló ligeramente en su mano. Miró hacia el libro sobre la mesa, sintiendo que las piezas de un oscuro rompecabezas comenzaban a caer en su lugar. ¿Quién le había enviado ese mensaje? ¿Y cómo estaba relacionado con el libro?

Mientras el silencio llenaba su casa, Aurora supo que la rutina que había conocido hasta ahora estaba a punto de cambiar, y no estaba segura de estar preparada para lo que venía.

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