Decisiones

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Estaba muy enojado, le había pedido bien que fuera suave y él le había prometido que sí.

¡Pero el desgraciado mintió!

Seungmin gritó al aire.

—¡Maldito seas Christopher Bang!

Habían pasado unas tres horas desde que se había acostado a "descansar" en su cama, aunque solo estuvo abrazándose e intentando hacer el menor movimiento posible para que el dolor de su cadera lateral no se hiciera más fuerte.

¿Así se sentía tener tu primera vez?

¡¿Así se sentían las chicas al tener su primera vez?!

Pues, no podía culpar al Chan de todo, él había decidido tenerlo con un hombre que encima era bien alfa dominante. Pudo haberlo disfrutado un montón en el momento pero, ahora estaba más que arrepentido.

Le dolía hasta el alma y se vengaría por eso, claro que sí.

Después de todo, Seungmin también podía ser un macho alfa dominante cuando se le pegaba la gana.

En la cocina:

Minho rió al escuchar el grito, confirmando sus sospechas.

—¿Que le pasa a ese? ¿Chan-hyung le hizo algo? — preguntó Jeongin, confundido ante el grito del pelirubio.

—Sí, sin querer empujó a Seungmin muy fuerte por las escaleras del edificio anoche, cuando este lo fue a buscar a la discoteca, y le partió media espalda. Ahora le duele y no quiere verlo ni en pintura, seguramente — se inventó el pelinegro mientras revolvía la sopa de algas, riéndose.

—¿Como? ¿Chan-hyung en una discoteca? Vaya suceso histórico.

Minho estaba igual de sorprendido que Jeongin. Chan era tan soft que no bebía alcohol, no era fan de las fiestas alocadas y no le gustaban las canciones muy fuertes.

Lo último siendo tan irónico considerando que ellos como grupo eran conocidos justamente por sus canciones bastante ruidosas.

Cuando Seungmin contó que había pasado la noche "cuidando" a Chan en el otro departamento porque este estaba muy borracho, todos quedaron literalmente con la mandíbula al piso.

Minho sabía muy bien que allí había gato encerrado, Seungmin no le había contado todos los detalles sobre su supuesta primera vez. Y luego de escuchar las quejas sobre un dolor de cadera que el menor estaba experimentando y aquél airado grito que acababa de soltar, podía corroborar lo que realmente había pasado en el primer departamento.

Pidió a Jeongin que llamara a los dos rubios restantes para que vinieran a cenar y disfrutó consigo mismo mientras preparaba el almuerzo, burlándose de Seungmin internamente.

Felix fue el primero en entrar a la cocina, luego le siguió Jeongin, quien tenía cara de susto.

—¿Y a ti que te pasa? ¿Y Seungmin? — preguntó el mayor de los tres, sentándose a la mesa, instando a los otros dos a hacer lo mismo.

—Ah, y-yo, fuí a decirle a Minnie para que venga a comer y me mandó a la mierda, no le hice caso y me tiró sus almohadas. Está realmente malhumorado, me da miedo —respondió Jeongin, tieso.

Felix soltó una risa ante ello, salió de la cocina y al cabo de unos cinco minutos volvió junto con Seungmin abrazado a él como un koala.

—Solo le duele la espalda, Jeongin, debes tratarlo bonito, no seas malo — regañó el pecoso, haciendo sentar al mas alto en una silla.

Jeongin miró mal a Seungmin, quien le sacó la lengua. Felix les dirigió una mirada acusadora y ambos bajaron la cabeza cual perritos regañados.

Y Minho solo pudo reír ante tal enternecedora escena.

¡Maldito Soju!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora