Dos días después, seis pm.
—Puta madre hyung, quítate ya.
Seungmin se quejó mientras intentaba quitar a Minho de su regazo, quién últimamente andaba más cariñoso de lo normal, este se removió y para molestarlo se trepó a su pecho. El día anterior había estado todo el rato pegado a él, lo seguía hasta al baño. Al principio no le molestaba porque había pocos momentos en las que el mayor era así, pero ya estaba picandole el culo, tenía ganas de golpearlo. El pelinegro se sorprendió un poco dado a que su hyung nunca había sido así de tierno, pero suponía que era por las circunstancias.
Se resignó luego de cien intentos de sacárselo de encima y volvió a recostarse sobre su cama con la mirada puesta en el techo de su habitación, Minho soltó una risita y continuó viendo su celular, restándole toda importancia. Los tres mininos que los acompañaban se acurrucaron junto a él y al menor.
Minho sintió su corazón estrujarse, era la primera vez que sus gatos permitían que los acariciase en su estado actual. El gato mayor se trepó por su torso y se recostó allí, olisqueandolo. Estaba que soltaba lágrimas de la emoción.
El cuarto estaba en calma completa, Seungmin cerró sus ojos y se puso a dormitar un poco, los gatos ronroneaban y Minho los acariciaba tranquilamente con una mano, turnándose por minino, y con la otra veía instagram. Aprovechó y tomó una selfie, Seungmin casi dormido, él recostado sobre su pecho y los tres gatos. Estaba por subirla hasta que sintió un pinchazo en el hombro, gimió de dolor y ascendió su mirada hacia la cara de su menor, quién tenía una expresión fulminante.
—¿Que crees que haces, estúpido? —le preguntó, enojado levemente.
—Vamos, ¿Que tiene? Ahora mismo tienes mi cara así que no debes preocuparte por como sales, yo siempre salgo bien en las fotos, bebé — respondió divertido.
Seungmin rodó los ojos y volvió a roncar. Publicó la foto en sus historias y desactivó las notificaciones para que no molestaran, el silencio y la tranquilidad predominaba el ambiente.
O bueno, eso fue hasta que la puerta entreabierta lo fuera completamente, despertando de un susto a los cinco individuos en la habitación. Un perro blanco con manchas y orejas marrones saltó sobre Minho, asustando a los gatos que salieron corriendo de la cama, y comenzó a lamerle todo el rostro.
Chan entró al cuarto, respirando a gran velocidad.
—¡Berry, perrita mala! — exclamó, agarrando a la perrita y sujetándola sobre su pecho.
Seungmin se sentó sobre la cama, matándose de la risa mientras su hyung miraba con odio al mayor. Éste se disculpó y fue corriendo al baño, regresando con toallitas húmedas, una toalla y sin Berry. Comenzó a limpiarle toda la baba de perro de la cara y la ropa mientras el menor se destripaba riéndose.
— ¡Cállate ya por Dios! — gritó Minho, enfadado, con la mano de Chan paseándose por su cara con una toallita.
—Cof-Cof, ehh, perdón — obedeció el pelinegro, tosió un poco, poniéndose serio y recto por unos segundos. Hasta que no pudo más y volvió a reírse fuertemente, contagiando al mayor de los tres, quién ya estaba terminado su trabajo.
—¡Ay, como los odio! — hizo un berrinche con pataletas, recibiendo aún más risas de parte de los otros.
Se frustró, tenía pelo de perro por toda la ropa y olía a baba, un asco. Tomó el celular de su menor y los amenazó con exponerlos en instagram si no se callaban de una vez.
— Yah, que amargado — dijo Chan, sujetándose el estómago por las carcajadas, aún manteniendo su agradable expresión risueña en su rostro. Seungmin en igual estado, aunque este seguía soltando risitas de vez en cuándo.
Berry, entusiasmada, volvió a entrar corriendo a la habitación y el pelirubio soltó otro grito con la perrita encima suyo otra vez.
Mientras tanto, en la terraza del edificio del frente.
Un estranjero, vestido completamente de negro, río un poco ante tal escena, presenciando la escena con los binoculares a través de la ventana con las cortinas abiertas. Que pena que esas sonrisas serían borradas más tarde.
De vuelta con los chicos
Chan se había ido con el perro en sus brazos, al parecer su familia se la había dejado a cargo por un tiempo e iba a quedarse en la casa por una semana. Minho quería morirse.
Al parecer, Berry se había hecho muy amiga de Seungmin quién, al ser amante de los perros, había congeniado con ella y ahora estaría con la perrita detrás suyo y de Chan todo el día hasta el sábado. Para colmo, su menor prefirió quedarse con sus gatos y le dijo que para disimular, tenía que pasar tiempo con el animal.
Shit.
Los días pasaron como un soplo de viento. Fueron absolutamente normales, la rutina fue la misma, recibió una que otra llamada de Hyejin, la hermana de Seungmin, logró crear una amistad con Berry, salieron los ocho a comer a un restaurante y vieron una maratón de películas.
Actualmente ya era viernes al mediodía, la cámara estuvo grabando día y noche. Ambos trataban de estar lo más juntos posible por si acaso.
Varios miembros se habían dado cuenta de ellos, los habían molestado diciéndoles que al parecer la pareja divorciada retomaba sus planes de boda, algunos como Changbin y Felix pedían ser los padrinos, Hyunjin se ofrecía en broma ser el diseñador del vestuario en compañía de Jeongin, los únicos que no decían nada eran Chan y Jisung, este último había decidido no bromear sobre el tema, pues le molestaba un poco. Y el primero, pues, andaba ocupado con su perrita.
Todo andaba normal hasta que Chan recibió una llamada de la empresa, conversó un rato con alguien hasta que se volvió a la mesa donde los miembros se encontraban almorzando y anunció que Pd-nim habían solicitado una reunión con los integrantes que habían ido a Australia, avisó que los dos miembros restantes también tendrían una reunión aparte, pero que sería otro día.
—Aunque había algo diferente, esta vez no me llamó Jiwoon para avisarme como siempre lo hace, sino que fue alguien más, era un chico —comentó el mayor mientras se llevaba la comida a la boca.
—Tal vez era un nuevo secretario, ya sabes que aparte de Jiwoon, ningún asistente le ha durado más de dos meses — rió Jeongin, provocando más risas en la mesa.
Seungmin sintió su interior removerse, de pronto la comida le estaba cayendo mal.
O mejor dicho, el comentario de su hyung mayor le había caído mal. Miró de reojo a Minho, quién también lo estaba mirando de igual manera.
Un mal presentimiento había aparecido entre ellos.
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¡Maldito Soju!
FanfictionMinho y Seungmin quedan solos luego de que los demás chicos hayan viajado a Australia durante dos semanas. ¿Que podría salir mal?, solo iban a pasar dos aburridas semanas ellos juntos deprimiendose. - Bebamos soju. - Estás loco. ... - ¡Sonnie, quíta...