Ya había pasado casi un mes desde que se mudaron a los departamentos, eran casi vecinos por suerte.
Seungmin vivía junto a Minho, Jeongin y Felix. Hyunjin vivía con la 3Racha en el otro departamento.
Él ahora estaba tomándose un té en su nueva habitación que aún no estaba completamente ordenada. Realmente Seung no era así, si todo fuera normal, él ya habría tenido todo listo, todo en su lugar, todo acomodado, como debería de ser. Pero esta vez tenía demasiadas cosas en la cabeza como para poder concentrarse en sus tareas, él junto con Minho tuvieron que mentirle a los otros dos integrantes diciéndoles que habían perdido una apuesta con unos amigos y que iban a hacer un reto específico en donde ambos tenían que ordenar las cosas del otro. Felix y Jeongin realmente no le tomaron tanta importancia, aunque si los miraron bastante raro.
Recordó también como, aquel día, tuvo que armarse de valor para entrar a la habitación con Minho ya despierto y decirle lo que Chan le pidió que hiciera. No se sorprendió por la cara estupefacta de su mayor, quien tampoco se creía lo que estaba pasando. Ninguno aguantó más y se escaparon a la habitación del pelirubio a llorar juntos desconsoladamente de la desesperación y la frustración de no saber qué hacer. Seungmin aún recuerda el terror y el pánico que sintió al ser asaltado por ese desconocido violento, el cuello rojo de su mayor, el rostro preocupado de Yoseon, la perrita asustada. Tuvo varias pesadillas recreando ese día, Minho se dio cuenta y durmió con él algunas noches a escondidas de los demás, cuidándolo.
También tuvieron que aprender a comportarse como el otro unas semanas antes de mudarse, Seungmin iba con Chan a la cocina a cocinar, descubriendo que no era tan difícil como parecía, y Minho hacia varias veces de musa para Hyunjin, ya que este había estado aprendiendo a dibujar personas en vista real. A veces, sin querer, respondían a sus verdaderos nombres y los miembros los miraban raro pero divertidos. Ahora que ya sólo compartían casa con dos miembros, les era más fácil.
Fue realmente agotador para los dos tener que fingir ser el otro.
Seungmin, quien estaba sentado en la cama con su taza de té, observó su habitación. Realmente no había mucha diferencia con el otro departamento, ese era más pequeño, este era más grande, más espacioso. Había una ventana con buena vista, tenía un puff celeste claro, la cama que era idéntica a la anterior, solo que esta era blanca en vez de café oscuro, la pared era blanca, el aire acondicionado no tenía todas esas pegatinas que Hyunjin, Jeongin y Felix habían pegado por diversión y para molestarlo. Había tres enormes maletas de viaje en donde se encontraba toda su ropa y zapatos a un lado de la cama, junto a estas habían también varias cajas que contenían sus chucherías, su guitarra, el valioso bate de béisbol, sus fotos, laptop, etcétera. Todo estaba aún equipado.
En resumen, no había hecho absolutamente nada. Y había visto que Minho tampoco.
Su taza de té acabó, tuvo que levantarse a llevarla a la cocina donde se topó con Felix.
—¿Que le sucede hyung? Se ve cansado y con ojeras, Minnie también anda así. ¿Que acaso pasó algo mientras nosotros estábamos en Australia? — preguntó el rubio de cabellera larga, visiblemente preocupado.
Seung aún no terminaba de acostumbrarse a que todos menos Chan le llamaran "hyung".
—No, simplemente no estamos acostumbrados a tener mucho tiempo libre. Sabes que siempre andamos de aquí para allá, estas son las vacaciones más largas que hemos tenido en seis años, el desfase horario. Ya sabes. — contestó.
—Ow, yo me sentía mal por no llevarlos. Ustedes se quedaron aquí en Corea sin hacer nada mientras nosotros estábamos allá disfrutando, aunque salieron un poco, no creo que haya sido suficiente. — comentó el pecoso, apenado.
—Oh no te preocupes, no es importante. Nosotros dos teníamos cosas que hacer, sabes que iríamos si pudiéramos — lo calmó Seungmin, enternecido ante la sincera preocupación del chico.
—Esta bien.
—¿Donde está Mi- Seungmin? ¿Lo haz visto?
—Está en tu habitación, creo que ordenando.
—De acuerdo, gracias.
Seungmin dejó la taza en el fregadero y fue a la habitación del mayor. Entró sin tocar y se topó al mencionado sentado sobre su puff marrón oscuro, el mismo que él tenía al lado de su ventana. Cerró la puerta y sin siquiera preguntar fue, le apartó un poco el celular y se sentó en su regazo.
Minho lo abrazó y respiró suavemente sobre su cuello.
Y así se quedaron durante casi una hora, sin decir absolutamente ni una palabra, ni celular, ni gatos. Nada. Ambos encerrados en su burbuja irrompible, en su calma placentera y el silencio tan relajante y cómoda.
Eran ya las seis, terminaron de cenar y se escaparon a la habitación del menor, donde vieron una película en la computadora portátil. Llegó las nueve y se dispusieron a dormir.
Sencillamente durmieron juntos en la habitación de Minho, abrazados como si no hubiera un mañana, dándose calor el uno al otro, sin pensamientos ni palabras de por medio, solo ellos dos.
Esa noche fue la primera en la que Seung no tuvo pesadillas.
Día siguiente:
Minho abrió los ojos, como siempre que despertaba desde que dormía con Seungmin, estaba solo. Realmente no le importaba mucho así que solo se levantó y se dispuso a comenzar el día.
Fue a cambiarse hasta que notó algo extraño, se sentía normal obviamente pero, había algo diferente. Agarró su ropa de casa y fue al baño a quitarse el pijama y cepillarse los dientes, al entrar cerró la puerta y sin mirarse siquiera al espejo comenzo su cambio de ropa. Notó que el pantalón le quedaba algo pequeño en la cintura y que se sentía un poco más bajito de lo normal.
Terminó y agarró el cepillo, le puso pasta dental y alzó la vista para verse al espejo mientras se cepillaba, como solía hacer todas las mañanas.
Pero el tener su común rostro con el que había nacido lo sorprendió tanto que el cepillo terminó justo en el váter.
Porque Lee Minho había recuperado su cuerpo.
Un gran grito se escuchó por toda la casa.
—¡JODER!
ESTÁS LEYENDO
¡Maldito Soju!
FanficMinho y Seungmin quedan solos luego de que los demás chicos hayan viajado a Australia durante dos semanas. ¿Que podría salir mal?, solo iban a pasar dos aburridas semanas ellos juntos deprimiendose. - Bebamos soju. - Estás loco. ... - ¡Sonnie, quíta...