Trato, chequeos y preguntas

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Minho se despidió de la familia Kim, de los padres de su dongsaeng y de su supuesta hermana, para finalizar se dirigió hacia los anfitriones de la fiesta, los abuelos, y se abrazó a ellos para luego agradecerles por todo.

Se dirigió hacia el portón y salió de la casa, Seungmin ya estaba esperándolo con el auto en la vereda, con una pinta de que quería morirse ahí mismo. Se metió al auto y saludó al pelinegro, quién solo lo abrazó fuertemente con la barrera de la palancas de cambio en medio, para luego arrancar y avanzar.

Eran casi las una de la madrugada, la fiesta sorpresa que le habían organizado había terminado bien y tranquilo, Minho no pudo emborracharse porque no había alcohol fuerte, solo vino y champán, aburrido. Tuvo que saludar a un montón de personajes, hasta un político que se le insinuó descaradamente, pasó muchos momentos incómodos porque algunas refinadas chicas quisieron coquetearle y él no tenía ni idea de cómo rechazarlas amablemente así que solo las mandó a la mierda o se escapaba de ellas, las señoras esas lo miraban con extrañeza a cada rato, y para colmo todos le hacían la misma pregunta: ¿Aún no tienes pareja?

Al carajo.

Una de las pocas cosas agradables que le sucedieron fue que pudo conocer a los amigos de Seungmin en persona y todos le cayeron bien, solo los había visto por fotos pero en vivo eran muchísimo más agradables que como Seungmin solía describirlos. También había conocido a la famosa hermana mayor de su pelinegro amigo, Park Hye-jin, quien había ido con su esposo.

Hyejin era muy diferente a Seungmin en todo, desde forma de vestir hasta forma de hablar, ella había ido a la fiesta con un vestido rojo largo hasta los tobillos y finos tirantitos sujetando la tela a sus hombros, llevaba el pelo recogido y tenía visible un tatuaje de mariposa en su espalda y huellitas de cachorro en sus muñecas. Lo sorprendente era que su personalidad contrataba un montón con su físico, era tierna y dulce. Cuándo lo vio, corrió hacia él con sus tacones elegantes y lo abrazó con fuerza, casi llorando de la emoción al verlo y se disculpó por no haber estado todo el día, su horario de trabajo le había hecho una mala pasada y tuvo que asistir a varias juntas ese día. Minho sencillamente la adoró desde el primer instante.

Volviendo al presente, por fin habían llegado al edificio, dejaron el auto en el estacionamiento y subieron al departamento, no dijeron ni una sola palabra en todo el trayecto pues sentían que no había necesidad por el silencio cómodo. Se acostaron juntos y a dormir.

Al día siguiente

Bueno pues, al Seungmin solo se le metieron más ganas de llorar.

La fiesta sorpresa.

No le emocionó el hecho de que no pudo asistir a la bendita fiesta, si no que fue porque su familia se había alegrado tanto de su participación este año que le organizaron una fiesta en su honor e invitaron a todos sus amigos.  Y su hermana le había mandado un montón de saludos a los miembros, su hyung le dijo que se había pasado media fiesta preguntándole cosas y aconsejandolo para que comiera mejor. Según su confidente amigo, había prometido ir a visitarlo con mucha comida.

Mientras desayunaban, Minho le contó a letra y palabra todo lo que sucedió el día anterior, hasta la humillada que le metió al idiota ese del Doeng Cheol.

Luego del chisme, hablaron sobre los estudios y acordaron que quedarían con Yoseon para negociar así que la llamaron y agendaron un almuerzo.

Se reunieron y discutieron la decisión que los chicos habían tomado: ellos aceptaron que la realización de los estudios se llevara a cabo, pero solo lo harían por tres días. Querían asegurarse de que la pastilla funcionara y querían prepararse mentalmente para recibir a los chicos de regreso de Australia. Yoseon aceptó tranquilamente e incluso dijo que para evitar los peligros que conllevaba ir y venir pasando por ese callejón a los chicos, ella misma iría al departamento junto a algunos de los que tomarían las pruebas y Miehan, quien era aprendiz a lideresa de laboratorio, según la mayor.

— Tal vez puedan ir mañana a eso de las diez de la mañana — sugirió Minho.

— Bien, iremos a esa hora.

Ambos aceptaron gustosos y agradecieron profundamente a Yoseon, luego regresaron a la casa con conciencia limpia y tranquilos.

Al día siguiente

La puerta sonó, Seungmin fue a abrir y se encontró con Yoseon, Miehan y tres señores con cara risueña.

Los dejó entrar y, asegurándose que su vecina no los hubiera visto, cerró la puerta mientras le gritaba a Minho para que viniera.

Pidió a los invitados que se sentaran en el sofá, los tres señores con buena cara abrieron unos maletines y sacaron varias herramientas médicas que Seungmin ya había visto cuando iba al hospital por chequeo médico. También sacaron una ficha.

Minho apareció y puso cara de susto ante tanto artilugio, Yoseon lo tranquilizó y le pidió que se sentara también. Este obedeció y se sentó a un lado de Seung.

— Bueno chicos, les presento a Ryan, Junho y Bae-wook, ellos realizarán un chequeo médico normal y les harán unas preguntas, solo eso. Será un momento, no se preocupen — dijo Yoseon, sonriente.

El trío se puso manos a la obra y Miehan se unió al trabajo. Ella y Ryan irían con Seungmin mientras que Junho y Bae-wook irían con Minho. Luego del proceso del chequeo en el que utilizaron unas maquinitas especiales y varios otros artefactos que ni el 2min habían visto en su vida, llegó el momento de las preguntas.

Ahí sí volvieron a juntarlos y Yoseon fue la encargada de hacer esta parte mientras los demás guardaban todas las herramientas utilizadas y desconectaban enchufes. Hizo preguntas personales sobre el cuerpo de cada uno, como se sentían y demás cosas. Tal psicóloga profesional.

Luego de todo, prometieron volver mañana y se despidieron. Seungmin y Minho estando felices por ello.

Aunque habían sido muy agradables y cuidadosos, sí que habían sufrido. Especialmente con lo introvertidos que eran.

Y aún les quedaban dos días más que por suerte pasaron volando.

¡Maldito Soju!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora