Unos golpes en la puerta se hicieron presentes justo cuando las manecillas del reloj marcaron las cinco y treinta y cinco de la tarde.
Seungmin fue a abrir, se paró frente a la madera e intento calmarse por enésima vez. Por más que lo intentaba, no lo lograba del todo, su cuerpo temblaba y su respiración era irregular. Se animó y abrió.
Yoseon rápidamente lo abrazó, siendo correspondida. Ambos entraron con Miehan, Luka y otros dos hombres uniformados detrás de ellos, al parecer policías.
Que raro, Yoseon dijo que ellos no tenían ningún tipo de conexión con la policía. Los llevo hasta la sala de estar y les enseñó su trabajo.
— Por todos los cielos Seungminnie, ¿Y no te hizo ningún daño? — preguntó la pelirroja mayor, preocupada.
— A mí no llegó a tocarme, pero Minho...
— ¿Logró lastimarlo?
— Lo estranguló, se desmayó y tenía la cara azul pero ya está mejor, está estable y respira correctamente. Solo está durmiendo, si quieres puedes ir a verlo — respondió suavemente, sintiéndose orgulloso de sí mismo al ver que su voz no sonó tembloroso.
Yoseon corrió a la habitación que le señaló con el dedo y entró. Miehan sacó un cuaderno mientras los hombres se encargaban de preparar al intruso para sacarlo de ahí.
—¿Como fue que pasó? — comenzó el interrogatorio.
Ambos se sentaron en el sofá, con Berry observandolos fijamente desde otro individual.
—Bueno. Yo estaba aquí tomándome un café caliente mientras mi hyung estaba en mi habitación con la perrita, fuí a la cocina a preparar más café hasta que escuché un golpe así que corrí hasta allí y encontré al hombre intentando ahorcar a Minho. Me vió, lo soltó y empezó a perseguirme por toda la casa, logré atraerlo a la cocina y le lancé mi cafetera entera, aproveché y me encerré de nuevo en mi cuarto junto a hyung. Mientras él golpeaba mi puerta, yo agarré mi bate de béisbol y lo golpee dos veces en la cabeza cuando rompió la madera, lo até y lo traje hasta aquí, luego los llamé —contó, incómodo.
— ¿Revisaste la habitación por si el hombre haya dejado algo?
— Cuándo me encerré en la habitación tuve tiempo para encontrar un gancho en la ventana, un gancho con cable de acero que venía desde abajo. No sé si el hombre haya trepado por todo el edificio — murmuró recordando el gancho.
— ¿Nada más?
— Encontré un arma de fuego.
Miehan apartó la vista del cuaderno en el que estaba anotando toda la historia y la dirigió hacia su rostro, interrogante.
— ¿Puedes dármela? ¿Es del hombre, verdad? Necesito que me la des por si encuentro huellas digitales, además podría ser peligroso que la tuvieras — pidió.
— Te la daré y aunque intentes buscar huellas digitales, solo encontrarás las mías porque él llevaba guantes — comentó, recordando como esas manos con guantes negras casi lograba agarrarle la camiseta en la persecución por el pasillo y la sala de estar.
Se levantó y fue a buscar el arma, vió como Luka y los otros dos esposaban al intruso y lo obligaban a levantarse. Agarró la nueve milímetros de un estante y se la llevó a Miehan.
—Veamos —masculló revisando toda el arma— es una nueve milímetros semiautomática con silenciador, está cargada con cinco balas y... No tiene el seguro puesto.
—Llevatela, no quiero verla— le espetó ya harto de todo, los chicos regresarían en menos de cuarenta minutos y él aún tenía que desparecer la puerta rota y limpiar la cocina.
Yoseon regresó de la habitación justo al mismo tiempo que Luka y los dos acompañantes se llevaban al intruso. La mayor frenó a su hijo adoptivo y le pidió algo en una lengua extranjera que él pudo reconocer como francés. Este asintió, dejó al hombre a cargo de los otros dos y se dirigió a la habitación de Seungmin, en donde se encontraban los restos de la puerta.
—Min, vamos a llevarnos la puerta. Subiremos a la terraza y nos iremos por ahí, un helicóptero vendrá por nosotros — le dijo la pelirroja mayor, luego miró hacia el sillón y lo arrastró hasta allí, obligándolo a sentarse de nuevo — necesito pedirte algo.
— Habla.
Seungmin se esperaba todo, menos lo que le pidió Yoseon.
15 minutos después
Seungmin cerró la puerta luego de despedirse de ellos y corrió rápidamente a la cocina, llevándose la sorpresa de todo estaba limpio y que la cafetera rota ya no estaba, buscó bajo el fregadero y lo encontró en el bote de basura. Fue a su cuarto, la puerta rota no estaba, que alivio.
Aunque aún no estaba del todo aliviado, tendría que inventarse algo frente a sus miembros sobre la puerta desaparecida.
Justo en ese momento la puerta principal se abrió y los chicos entraron, todos con expresiones serias.
— Hola Minho, y Seungmin? — saludó-preguntó el mayor de todos, Chan.
— Está tomándose una siesta en su habitación, ¿Sucede algo?
— Necesito hablar contigo. ¿Vamos a mi habitación?
— De acuerdo, vamos.
Ambos fueron a la habitación mencionada, por suerte Chan no había notado la falta de la puerta en la habitación del menor, estaba demasiado cansado al parecer. Entraron y Chan cerró la puerta, ambos se sentaron en la cama.
— Al grano por favor.
El mayor suspiró antes de empezar.
— Verás, tardamos mucho porque nos pasamos literalmente más de una hora debatiendo con Pd-nim, Minho, él quiere que nos mudemos y nos separemos — dijo, frustrado.
—¿Que? — balbuceo Seungmin, estupefacto.
—Como lo oyes, quiere dividirnos. Dijo que ya encontró otro edificio de departamentos que está casi al centro de Seúl, más o menos cerca y más o menos lejos de la empresa. Hay dos departamentos que usaremos, cuatro vivirán en una y los otros cuatro en otra. Nosotros elegiremos quienes vivirán en el primero y en el segundo departamento. Nos iremos de aquí, Ho, nos mudamos, y quiero que seas tú quien se lo cuente a Seungmin. Yo simplemente no puedo — soltó el mayor, recostandose sobre la cama al cabo de terminar su parrafada.
Seungmin aún procesaba toda la información recopilada, ¿Como así que mudarse?
Se recostó también, a un lado de su hyung, completamente mudo del shock. Iban a mudarse.
O sea, ¿De la nada? Y ¿Porqué?
Tanto tiempo que habían vivido los ocho en ese enorme apartamento de ocho cuartos, una cocina con comedor, dos baños, una sala de estar y un pequeño vestíbulo. Los amigos que habían hecho en el edificio, la señora Julie, los empleados del lugar, todo iba a quedar atrás ¿Por un capricho de Pd-nim?
O tal vez no era un capricho.
¿Sería coincidencia que Yoseon justamente le haya pedido que se mudara de casa también? ¿O tenían algo que ver ambas peticiones?
Al carajo, esto realmente se había puesto jodidamente difícil.
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¡Maldito Soju!
FanficMinho y Seungmin quedan solos luego de que los demás chicos hayan viajado a Australia durante dos semanas. ¿Que podría salir mal?, solo iban a pasar dos aburridas semanas ellos juntos deprimiendose. - Bebamos soju. - Estás loco. ... - ¡Sonnie, quíta...